La entrada en vigor de la segunda reducción de 2% en la actual alícuota del IVA aún no lleva más de 4 días de aplicación y ya los medios de comunicación de la más variada índole se apresuran a decir que la medida no ha tenido ningún efecto hacia a la baja en el precio de los productos. De hecho, bajo la óptica de los medios lejos de bajar de importe los bienes y servicios más bien se han encarecido. Ante semejante matriz de opinión los mortales comunes y silvestres, como quien escribe, no podemos sino apelar al más común de los sentidos, para desechar esos anuncios agoreros con un razonamiento elemental: “pero coño si la medida recién está entrando en vigencia como demonios vamos a saber si ha tenido efectos positivos o no”. Es algo así como acorralar al cirujano y meterle preso por mala praxis, si el paciente que recién operó a corazón abierto no se levanta del quirófano y gana una competición de 100 metros planos.
El teatro del absurdo de Ionesco se ha quedado corto ante los silogismos y esmerados análisis de nuestros medios. Al parecer, ya no hay tiempo de esperar que llegue el fin de mes, para evaluar con un poco de sindéresis si en verdad la reducción del IVA de 14 a 9% (que por cierto representa un sacrificio fiscal para el Estado de Bs 8 billones anuales) ha tenido un impacto favorable en la lucha por desacelerar los precios. Y no hay tiempo que perder, por una razón obvia: la protesta de los estudiantes de centros comerciales fueron languideciendo hasta convertirse en pocas semanas en un eco lejano, casi imperceptible. El tiempo apremia, porque la Copa América ha sido un exitazo inobjetable y hoy tirios y troyanos no hacen otra cosa sino hablar de fútbol, en todos lados. También por ello los inefables curas de la Coordinadora Episcopal Democrática han saltado a espantar la comarca, expresando preocupación por la reforma constitucional. Por su puesto, las microondas que no aguantan dos pedidas están allí para repetir a todo leco este tipo de sandeces. Este es periodismo que no necesitamos.
Es cierto que la inflación ha sido la piedrita en el zapato para este gobierno, pero se le hace un flaco favor al periodismo y a la tan mentada libertad de expresión cuando se usa la llamada “prensa libre” para desvirtuar planes y proyectos gubernamentales por el mero afán de hacer oposicionismo rabioso. No corresponde a los medios juzgar si la rebaja del IVA ha sido efectiva o no eso es tarea del mercado y del monitoreo mensual que hace el Banco Central de Venezuela. No necesitamos un Álgebra de Baldor chimbo e improvisado, el original ya fue creado hace mucho tiempo y es bastante bueno. Tampoco necesitamos una curia politizada, corrompida y al servicio reptante de la godarria de siempre.
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