El tipo no se anda por las ramas y le sale al paso al “pataruco” Hugo Chávez. El gobernador Ramón Martinez no es hombre que se le esté menequeando “con remiendos personalistas y pretorianos”; sencillamente no se cala el contenido de ese proyecto de reforma de la Constitución. Ha convocado a un Congreso de Cariaco, y augura que será más grande que aquella otrora República de Arichuna. Ha dicho este invicto César: “Estoy convocando a mis asesores a una encerrona para analizar el documento, "palabra por palabra, punto por punto, coma por coma".
Martínez ha asegurado que no descarta irse “a las montañas del Turimiquire en devastador plan guerrillero” si aquí se arma una estructura paralela de gobierno (integrada por provincias y ciudades federales, distritos funcionales y regiones militares especiales), cuyas autoridades serían designadas por Chávez. Y ha lanzado su atroz proclama: "Si el socialismo en construcción es verdaderamente democrático, hay que preservar la elección popular de los gobernantes".
El miércoles, cuando Chávez estuvo en la Asamblea Nacional, Ramón Martínez iba a asaltar la sede del Poder Legislativo. Aspiraba a ser acompañado por 20.000 personas en el reclamo de 6,5 billones de bolívares del excedente de ingresos petroleros correspondientes al ejercicio fiscal 2006, los cuales deberían ser transferidos a las gobernaciones y alcaldías, porque según él muchas de las obras que se han adelantado las ha tenido que pagar de su propio bolsillo. “Ya esta vaina centralizada no la acepto más”, remató.
El domingo anterior, después de reunirse con Carlos Tablante, Ismael García y Didalco Bolívar, con quienes comparte las riendas de Podemos, Martínez, cual un Santiago Mariño, Libertador de Oriente, desistió del asalto; eso sí, advirtiendo que si el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas no le paga sus deudas, comenzara la guerra en Oriente, más dura, cruel y tenaz que la que allí impuso José Tomás Boves.
El partido vinotinto está ahora en tratos para unirse sin ambages ni escrúpulos a Un Nuevo Tiempo. Para ello exhibe un logro, una oferta y una consigna, cosas que lo alejan de Chávez cada vez más: coinciden en la misma visión de disciplina vertical, obediencia al capital, la subordinación a los valores castrenses de la derecha internacional y la defensa de la libertad de disentir.
“Martínez confirma que por el momento su residencia estará frente al golfo de Cariaco donde está sufriendo sus perores y más sangrantes inquietudes. “Soy inquieto por naturaleza, he vivido inquieto y estoy seguro que moriré inquieto”, ha repetido una mil veces. El lugar donde vive, recogen los medios, es ideal para un el retiro espiritual que aspira a compartir con el ex ministro de la Defensa, Raúl Baduel. La vaina es bien grave porque para que diga esto ya Baduel debe saberlo. Recuerdo que a un gran amigo, hace año y medio, le dije que Baduel no tenía bolas para enrolarse en esta batalla por el socialismo y se arrechó severamente conmigo.
Añade el reportaje de El Nacional del domingo 19 de agosto: “Con 46 de sus 59 años de edad, de actividad en la izquierda, Martínez ha retado a Chávez en el terreno ideológico: recuerda los perjuicios del socialismo real y promueve un socialismo democrático, donde no cabe la concentración del poder, la toma de decisiones unilaterales ni la imposición de un pensamiento único”. ¿Y en esa batalla está metido Baduel? ¿Acabará Baduel como Yoel Acosta Chirinos? ¿Dirá también que él va a tomar las armas para impedir la reforma constitucional?
“Con el liderazgo consolidado durante más de una década al frente de la gobernación, ha planteado el más desafiante y definitivo combate político: Martínez está dispuesto a medirse con el Presidente de la República en las calles y en los barrios, incluso en medio de esas avenidas de Cumaná que colapsan con un aguacero y de los precarios ranchos de zinc que acordonan la ciudad. Está plenamente convencido de que en Sucre el ramoncismo es más fuerte que el chavismo.” Además para ello cuenta con un general de los quilates de Baduel. Pero yo también digo que Baduel así como las tiene para gritar PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, muchos menos las tiene para oponerse a Chávez. Quizá me equivoque.
Le preguntan al Inquieto Hijo ER Diablo ¿La rebelión va a surgir en Cumaná? Y salta el carnal de Baduel: “A Chávez no le vamos a aceptar que viole la Constitución. En esta lucha me están acompañando, por lo pronto, 46 alcaldes de todo el país. No te voy a dar más detalles del plan, porque no soy pendejo. Sólo estoy asomando la nariz. No estamos solos en la defensa de la autonomía de las regiones y de la elección popular de los gobernantes. Si el disparo pega en la Constitución de 1999, va a haber disparo también del otro lado. Si la mayoría de la gente de Sucre dice que no está de acuerdo con que le alteren su territorio, con que cambien la capital ni con que por encima del gobernador esté un vicepresidente designado a dedo, hay que respetar el carácter vinculante de este tipo de consulta. No es no. Lo otro es que nos traten de imponer los cambios a la fuerza y eso no es democracia ni el socialismo democrático que queremos construir.
Pero el tipo además de inquieto se siente crecido, –¿El ramoncismo podría ir más allá del estado Sucre? “De atragantados está lleno el cementerio. Eso no le da autoridad para tomar decisiones no colegiadas. No es verdad que todos esos votos son suyos. Se sumaron liderazgos locales y regionales; se había logrado la unidad en la diversidad. El chavismo es heterogéneo. No le vamos a rendir culto a la personalidad, porque eso no es revolucionario; ni a la personalidad de Hugo Chávez ni a la de Ramón Martínez.
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