Apure en la mira

La salud descentralizada

En días pasados TELEVEN, en uno de sus programas dominicales de denuncia, nos mostró una realidad que nadie en San Fernando de Apure desconoce, es probable que en el resto del país esta realidad sea un factor reflejo. El caos en el sistema de Salud del Estado Apure es alarmante, sin referirnos a la ciudad como elemento integrante del caos y la anarquía producto de la incapacidad e ineficiencia de sus gobernantes. Una vez más la dedocracia es la cómplice vil de la falta de asistencia en que se sumerge el aguerrido pueblo Apureño.

La descentralización del sistema de salud público en una de las tantas aberraciones heredadas de la Cuarta República, una forma de condicionar el desarrollo en materia de salud pública en las regiones que asumieron este modelo de administración en el siglo pasado.

La estructura organizativa del sector público (descentralización) de la salud presenta un agotamiento de su modelo, situación en la que intervienen una diversidad de factores, entre los cuales es necesario mencionar la jefatura de Recursos Humanos como sistema clientelar que ha prevalecido en las últimas décadas en el país, y que ha producido una hipertrofia del aparato público en el cual la ausencia de racionalidad entre la misión y objetivos que se persiguen y el recurso humano para su cumplimiento y consecución, ha sido la regla. Recomponer la administración requiere de la aplicación seria y sostenible de un programa que, más allá de los actores políticos que inciden en la conducción de los organismos, tienda a lograr un equilibrio entre el gasto y las metas que con tal inversión pretendan alcanzarse. Si la misión de los servicios de salud es garantizar la salud, es imprescindible sincerar el gasto.

Algunas de las causas que contribuyen al desorden administrativo del sector salud y que se manifiestan en la mala calidad de los servicios son:

1. Nóminas que ocupan hasta el 90% de los presupuestos asignados.
2. Ausencia de personal altamente capacitado.
3. Corrupción en todos lo niveles del sector.
4. Gobernadores complacientes e incapaces, que lejos de contribuir a organizar el desorden, lo promueve.
5. Insuficiencia presupuestaria a pesar del alto gasto en nóminas.


Para ejemplarizar la grave situación en los Institutos de salud descentralizados (caso que nos ocupa) es normal encontrarnos con la desarticulación del proyecto de presupuesto y el registro de asignación de cargos (RAC), de ahí lo común en el sobregiro de partidas para tal fin. Vemos, por ejemplo, contratación de chóferes y la Institución no tiene ambulancias, ascensoristas y las edificaciones son de una planta, vemos contratación de personal contratado, los cuales los clasifican en contratados fijos y contratados suplentes, hay contrataciones de suplentes para que suplan a los suplentes antiguos y ni qué decir en las unidades administrativas, secretarias de secretarias, asistentes de asistentes, el desorden es total producto del clientelismo, gerentes que hoy, disfrazados de rojo rojitos, distorsionan la esencia de la propuesta revolucionaria; ayer de derecha y hoy cobijados bajo la manta de la Revolución como forma de prevalecensia de un modelo que ha colapsado. Sin mencionar los desfalcos productos de las nóminas fantasmas, el Estado Apure es emblemático en este sentido.

Nos encontramos, como producto de la descentralización del sector salud, en presencia de Instituciones de salud cuyos procesos formales, administrativos, financieros, organizacionales y materiales presenta un franco deterioro, lo cual se traduce en un PROCESO LOGICO de reestructuración o de reconversión como muestra de un mensaje optimista bajo la perspectiva de priorizar la administración eficiente de la salud del pueblo venezolano.

La corrupción, como elemento contaminante en las Instituciones públicas, es una de las mayores aberraciones presente en este sector, los robos de equipos, materiales y componentes necesarios para el buen funcionamiento de hospitales, es un hecho cotidiano, el cual se hace necesario combatir con la contundencia propia de un Estado que se enmarca en un proceso de cambio rumbo al Socialismo del siglo XXI. La corrupción es el modelo imperante a combatir.

Los gobernadores se olvidan de incluir en sus presupuestos partidas extraordinarias para asignarlas a la mejora de la red hospitalaria, no es una prioridad para ellos, total, el Ejecutivo está en Caracas, nadie se entera del caos en las regiones. La idea, en algunos casos, es retener los aportes presupuestarios que se le asignan al sector salud en los bancos (recursos enviados a las Gobernaciones por el MINISTERIO DEL PODER POLULAR PARA LA SALUD) para que rindan los puntos necesarios que incrementen sus arcas.

Adecuar el marco jurídico que rige la salud, implementar un modelo de atención integral, depurar los sindicatos, colegios y gremios en el sector, son entre otras, prioridades apremiantes en la recomposición del aparato de Salud Pública. La centralización como medida para la ejecución de las políticas macro que emane el Ejecutivo, enmarcado hacia un sistema de salud equitativo, eficiente y moderno.

Construir un servicio de salud único, universal, democrático y participativo, con viabilidad política y financiera; gratuito, de calidad y con calidez, susceptible de ser perfectible es el sistema de salud que queremos, sólo con el trabajo y la participación de todos, podremos lograrlo.

EL PSUV SERÁ LA HERRAMIENTA PARA COMBATIR Y DERROCAR LA DEDOCRACIA, EVITAR QUE GOBERNADORES, ALCALDES, DIPUTADOS Y CONCEJALES INEFICIENTES E INCAPACES DESTRUYAN, CON SU INDIFERENCIA, EL PROCESO REVOLUCIONARIO, TODOS A INCORPORARNOS.

Patria Socialismo o Muerte…
Venceremos

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chamosaurio@gmail.com


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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

 chamosaurio@gmail.com

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