Como históricamente ha sucedido, los países llamados del “primer mundo” atraen a los jóvenes profesionales de América Latina, Asia y África. Ese aliento a la deserción no solo es dado por las mejores condiciones socio-económicas, mejor nivel de vida y posibilidades de crecimiento profesional/personal, que supone esta migración, sino que, esos países facilitan los trámites legales para su permanencia en ellos; pero sin duda nunca dejaran de ser unos extranjeros mas.
Desde adentro, se estimula en forma irresponsablemente, por carecer de conciencia patria, anteponiendo el individualismo y en el mejor de los casos, todo comienza por la oportunidad desmedida, promovida en ocasiones por el mismo Estado, mas en la cuarta que en la quinta República, enviando a nuestros jóvenes a realizar estudios de pre-grado o post-grado, en el extranjero, becados generalmente, para carreras y especialidades que no son prioritarias para el país. No pareciera existir al momento de partir a esas tierras lejanas, ningún compromiso económico y mucho menos moral, para con el resto de los coterráneos que dejan atrás, y mucho menos con el Estado financista.
La migración o “fuga de cerebros”, como se conoció durante la “guerra fría”, es un modelo mas de dominación. La sustracción del intelecto, la disminución del conocimiento transformador atenta en forma directa contra el desarrollo de nuestros pueblos y arraiga la dependencia con el Norte y la Europa capitalista-imperialista. Restan nuestras posibilidades de poder implementar el Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), más cuando tenemos un déficit de médic@s, que supera los veinticinco mil. Distancia la capacitación y formación de esa carencia de galen@s y demás profesionales, técnic@s y para-médic@s, que en cuantía estos últimos, duplican en escasez a l@s médic@s venezolan@s.
Llegó la hora y están dadas las condiciones con suficiente nivel de conciencia política-social, para que los países explotados del hemisferio sur, detengamos la escalada imperial, de sustracción de nuestras riquezas y potencialidades pensador@s, entre otras. Debemos darles y dejarles el valor agregado intelectual y técnico, a nuestros propios pueblos latinoamericanos.
Sin duda, la pérdida de nuestros valores intelectuales atentan contra la Revolución, y hacen cuesta arriba todo esfuerzo y proceso transformador.
felipeguzman17@yahoo.es
(*) Médico gastroenterólogo venezolano.
Miembro de la CONAMEV (Coordinadora Nacional de Médic@s por Venezuela)
Miembro del Cuerpo Combatiente de la Reserva Nacional y Movilización Nacional de la CONAMEV.