Halloween, gazapas y aspirantes...

De nuevo el show, se calienta el país...estudiantes y Globovisión, lluvías y escasez... ¡mala leche!. En el recinto legislativo, un grupo mayor discutiendo los destinos de la “patria nueva”, y allí mismo, otro grupo menor que grita: ¡gazapa!

En las calles, el monopolio transportista se queda varado, los avances explotados, no quieren alborotar el avispero. Una tonta dirigencia opositora estupefacta, reclama a Chávez, que no haga lo prometido en la campaña electoral pasada...y el pueblo, ¡sin su azuquita pal’café!.

En el barrio, la madre llora el hijo arrebatado...los menores matándose entre sí, “teenagers” de 16 con mas derechos, y ahora, ¡a votar!...un país joven confuso, claro, la Ley de la juventud en el artículo 2 dice: “Se consideran jóvenes a las personas cuya edad esté comprendida entre los (18) y los veintiocho (28) años, sin discriminación alguna”

“Cuique suum”, cada cual a lo suyo, los estudiantes “estrellas” de negro unidos a los estudiantes “estrellas” de rojo, una pausa, una tregua, un motivo los convoca: ¡halloween!, porque eso sí, la transculturación gringa no ve color. Cada uno grita: ¡a cazar brujas!...y los niñitos de colegios privados, confundidos entre globos rojos y negros, entre auyamas, digo, “calabazas” y disfraces terroríficos, cantan el himno y rezan el rosario....mientras tanto, el señor de las marchas, conocido en los bajos fondos como “cabeza de motor”, pensando en las marchas de las brujas o quizás, en la marcha de las escobas...

La anarquía sin posición, ni rango político, el hampa en su rutina, el trabajador llevando leña, el desempleado “haciendo burbujas de saliva”, los aspirantes a militantes del PSUV indignados, tras suponer, la quinta columna infiltrada de militantes con vocería, ¡pa’tomá más whisky!....el país en tensa calma y en el juego de la escasez, un grupo jugando a otra escasa navidad. Los niños que sueñan esos días, piden su juguete y leche...aburren a Coca Cola y Pepsi, entre eructos y gases ¡consumen sus huesitos!.

La Plaza Altamira esperando el generoso concierto de Alejandro Sanz, y en la radio de mi casa sonando como siempre la canción de Alí: “busca el cura de parroquia...no busques al Cardenal... ¡dile que Dios no se arrecha que él está contento con revolución!... ¡dile que Dios no se arrecha que él está contento con revolución!...

Y un Che cansado de tanto homenaje, leo que gritó: ¡son unos come mierda!

larryubv2004@hotmail.com


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Larry Márquez Peralta


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