Decantando

Parece sensata la conclusión a la que han llegado algunos analistas en cuanto a que en los resultados del referendo para la Reforma, lo que se evidencia, más que un triunfo de la oposición, es la voluntad política de un sector tradicionalmente favorable al proceso, que en esta ocasión quiso, básicamente a través de la abstención, expresar un desacuerdo hacia aspectos relacionados con la propuesta constitucional.

Este porcentaje abstencionista, cuya decisión determinó la reducción de la facción pro-Reforma de la Revolución a grupo minoritario, se yergue, desde mi punto de vista como un factor clave en las aspiraciones de éxito del movimiento gubernamental de cara a futuras contiendas que permitan la reivindicación del mismo como ente ganador, como la necesaria robusta fuerza que permita el logro del sueño socialista, o como deba llamársele al necesario espacio tiempo en que los venezolanos en general disfrutemos, en bolivarianista añoranza, la mayor suma de felicidad posible.

Ante el panorama actual, me pregunto: ¿Cuán decantable es el movimiento revolucionario? Los procesos de decantación absoluta presumen una facción salvable cuya pureza ha de estar cualitativamente cercana al 100%. ¿Es necesario encausar empeños hacia la obtención de ese grupo puro, en desmedro de las variables cuantitativas, o se impone un debate amplio que permita señalar sin reparos las fallas –caiga quien caiga- a fin de propiciar una depuración de la superestructura sin que se quiebren las bases ya endebles de la estructura? Algunas personas que se definen como defensoras de la Reforma, (ver Dando y Dando del día 04-12-07) y que obviamente no detectaron en los propulsores de la misma ninguna conducta o falla que les ofreciera motivos para abstenerse, o votar NO, señalan que quienes se abstuvieron fueron aquellos que no entendieron la propuesta, o tuvieron miedo, y que lo que se impone es un freno en el avance de la intención de concretarla, a fin de explicársela a los mismos hasta que entiendan, y entonces sí, avanzar completos hacia el Socialismo de Siglo XXI. ¿Es pertinente una conclusión tan simplista de la situación o se impone una reflexión mayor?

Siento que el acto de abstenerse (del grupo que tradicionalmente apoyó el proceso), en vez de votar NO, es una señal clara de que todavía pueden implementarse desde los factores de poder que impulsan los cambios, acciones que permitan la recuperación del importante pedazo desprendido de la mole que fue hasta el día 2 de diciembre el proyecto bolivariano.


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