Perdimos quienes apoyamos una que otra opción y quienes no votaron también. No hay palabra que defina lo que paso y por eso lo digo con este juego de palabras.
Tomando en consideración este fenómeno en el contexto de lo que esta en juego con la reforma constitucional para construir una democracia socialista, seria prematuro afirmar que gano el imperio. Ya que hubo un conjunto de elementos endógenos y exógenos que debemos analizar, desde una perspectiva autocrítica, si queremos retomar con éxito la gran tarea de superar la transición de la neodemocracia hacia el socialismo bolivariano.
La ausencia de una verdadera dirección política ampliada, de una autentica vanguardia revolucionaria y la influencia de un selecto grupo de “jala esféricas” muy cercanos al compañero presidente Hugo Chávez. Que saben lo que hacer, ya que su fin es hacer del poder político una herramienta para la acumulación de poder económico.
De tal manera que así, sobre la base de LA MENTIRA, le calentaron la oreja al compañero comandante con “supuestos” caminos inmediatos al socialismo, abriendo varios campos de batalla que terminarían imponiendo el repliegue de un importante número de electores.
Nótese que viniendo de dos importantes triunfos electorales como lo fueron el referéndum revocatorio y las elecciones presidenciales donde obtuvimos: 5.800.629 y 7.309.080 votos respectivamente. Parece contradictorio que haciendo uso del oportunismo se imponga el criterio de lanzar la propuesta de los cinco motores estratégicos y la creación del partido socialista unido de manera simultánea.
Con cierta frecuencia el compañero presidente Hugo Chávez a dicho que para no fracasar “hay que planificar de manera integral”
Por eso no entendí y creo que mucha gente tampoco que tengamos que asumir los cinco motores estratégicos y la construcción del PSUV en medio de la ofensiva interna dirigida por el imperio. Parece que alguien intento mezclar la gimnasia con la magnesia.
Porque la dinámica con la cual se dio inicio al proceso constitutivo del PSUV desato las pasiones de las aspiraciones de los liderazgos locales, las individualidades, las distintas corrientes dentro del chavismo y hasta de los infiltrados que encontraron la puerta abierta en el proceso de inscripciones de los “aspirantes a militantes”. Ante la orden del compañero presidente, la mayoría de los partidos resolvieron disolverse por decisión unilateral de “sus dueños” y quienes optamos por mantener la estructura de los partidos donde militamos, fuimos objeto de una campaña sistemática con la que se pretendió colocarnos en la acera del frente.
Todo el esfuerzo dirigido a la conformación del PSUV le resto importancia a la difusión y defensa del proyecto de reforma constitucional. Ya que las aspiraciones personales minaron cualquier iniciativa creadora.
Sumado al hecho de que la mayoría de los gobernadores y alcaldes no irían a reelección, que algunos diputados y lideres del PSUV veían con cierta reserva que el comando Zamora lograra llevar a feliz termino la aprobación de la reforma y estos a su vez subestimaron y marginaron la capacidad organizativa y de movilización de los partidos y movimientos sociales aliados, puede contarse también como parte de los factores que influyeron en el resultado.
Pero muy por encima de todo, esta el descontento de una importante capa de nuestra sociedad que respaldando a Chávez no voto por una confusión que no atendimos a tiempo por razones obvias. Además de la arrogancia y la soberbia de algunos “lideres” que no da testimonio de lo que es ser SOCIALISTA.
Esta guerra de baja intensidad, dirigida por los medios privados de propaganda imperial, los ataques de algunos obispos, los focos generados por grupos de estudiantes, ponerle el dedo en la llaga a los dueños del poder económico y el trabajo propagandístico dirigido al chavismo silvestre, estuvo en estrecha sintonía con los ataques del imperio y la trampa “caza-bobos” del gobierno colombiano, las continuas injerencias de sujetos como el fascista José Maria Asnar y el choque diplomático con representantes del franquismo y el poder económico español Juan Carlos y Zapatero.
La cantidad de los aspirantes a militantes inscritos en el PSUV comparada con los votos afirmativos y la abstención pueden darnos luces sobre un cálculo matemático que esta reñido con una realidad política.
Que se impuso en el resultado electoral las injerencias del imperio fracasando a su vez en el terreno político. Ya que la agenda insurreccional “prepagada” para desconocer el resultado fue congelada hasta que puedan nuevamente crear las condiciones para asaltar el poder.
El imperio y sus lacayos están muy arrechos por este resultado y la aceptación del compañero presidente Hugo Chávez. Primero, lo que ellos querían era derrocar a Chávez y segundo que con el reconocimiento de la “derrota pirrica” se derrumbo la imagen de barro construida por los medios privados sobre el autoritarismo y la condición de dictador que le atribuyen a Chávez.
Pero esta situación los lleva en su desesperación a valorar que la campaña de miedo penetro en el chavismo silvestre y tuvo su máxima expresión en el resultado electoral. Algo así como el efecto MADRID, el atentado terrorista que en menos de 24 horas cambio la intención del voto en España POR UN ATENTADO CON EXPLOSIVOS EN EL METRO, DONDE MURIERON MAS DE UN CENTENAR DE PERSONAS.
El imperio y sus lacayos tienen conciencia de que la reforma va porque va y ahora con esta experiencia del terror como herramienta electoral, le van a dar énfasis a una ofensiva que por la permisividad y la penetración del poder judicial con la impunidad de todo cuanto a estos fascistas se antojan de hacer contra nuestro pueblo.
Tenemos que revisar y esto no es sinónimo de fusilar. Debemos tener mucho cuidado porque estamos ploteados en donde menos lo esperamos.
De allí la urgencia de seguir el ejemplo de Mao con aquello de la sabiduría china: “EL TRABAJO EN LO ECHADO A PERDER” o lo echado a perder como trabajo. Esta no es una invitación a buscar recetas o santeros foráneos.
Nosotros tenemos como y con que hacer del resultado negativo oportunidad para llevar a nuestro pueblo hacia una victoria con la construcción de nuestra democracia socialista.
Los insumos de nuestras fallas los tenemos, las herramientas para hacerlo también. Lo único que falta es voluntad política para construir la vanguardia necesaria.
Miembro de la brigada antiimperialista
Alfredo Maneiro
e-mail: edwinmart@cantv.net
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