Desde que el irreverente Hugo Rafael Chávez Frías comenzó a dar muestras (con mayor firmeza cada vez) de su enorme compromiso y vinculación con las aspiraciones y sueños del pueblo venezolano, latinoamericano y todos los pueblos oprimidos del mundo, no dudamos, que antes y después, se comenzaron a gestar desde el seno del imperialismo norteamericano distintas estrategias para detener, “por cualquier vía”, el avance del proceso de cambios revolucionarios que impera en Venezuela, muestra de ello fue el “golpe de estado del año 2002” y el “sabotaje petrolero” de fines de ese año y comienzos del 2003 y sucesivamente.
De esos hechos violentos, han transcurrido algunos cuantos meses, el imperio sabe que a medida que pasa el tiempo y de mantenerse el liderazgo del Presidente Chávez, cada vez más se le hace cuesta arriba detener este proceso. Sin embargo, no podemos subestimar al enemigo, éste cuenta con herramientas para poder afinar su análisis y estrategias hacia Venezuela, ya sabe, que a este pueblo no se le puede detener con los mismos métodos que en otros países les ha resultado, ya ellos, saben que aquí, en el pueblo heroico de Guaicaipuro, José Leonardo, Miranda, Bolívar, Sucre, Zamora, no puede aplicar las recetas del pasado, donde una invasión o salida violenta del Presidente Chávez, correría el riesgo, no sólo de obtener una inmensa derrota, sino que también correría el riesgo que; “cuan chispa que enciende la pradera” América Latina se le convertiría en un hervidero de luchas sociales, la derrota que están obteniendo en Irak parece suficiente para correr ese riesgo; por ahora.
Entonces, la pregunta es: ¿se quedará el imperio de brazos cruzados, mientras se consolida el proyecto político de la revolución en Venezuela de transito al socialismo?, por supuesto que no, a mi modo de ver, el Plan del Imperio continúa, sólo que para bien de ellos, nuestro proceso está lleno de muchas incongruencias y contradicciones (como debe ser en todo proceso de cambios profundos), sólo que, esas contradicciones están aunadas a un progresivo y continúo proceso de descomposición, expresado en abiertas practicas de corrupción, de impunidad y de ineficiencia en la gestión gubernamental. En nuestro proceso, se evidencia un importante vacío de la moral revolucionaria que tanto pregonaba el Che. De ser así, aquí en Venezuela lo que está confluyendo es, El Plan del Imperio para abortar este proceso, conjuntamente con un festín e indigestión de recursos del Estado, capturado delictivamente por una elite de poder que probablemente ya esté, articulada como clase social, denominada por algunos como la derecha endógena o la boliburguesia.
Los resultados del pasado 2D, nos demuestran que tenemos que reflexionar y revisar la forma de concebir y hacer política en nuestro país. El problema de fondo es la incongruencia de la propuesta de construcción de una sociedad distinta al capitalismo, por demás cuestionado y desprestigiado, con una gestión burocrática que niega e impide la construcción del poder popular, que subestima al pueblo cuando se trata de develar la incompetencia y practicas corruptas, de quienes están al frente de algunos cargos públicos, donde el PRAGMATISMO BUROCRATICO viene justificando la cuantificación y no la cualificación del proceso.
El 2D es un aviso camaradas, que indica que algo anda mal. Sería un craso error echarle la culpa al pueblo justificando que este no esta preparado para el socialismo, pues creo que ahora más que nunca, el pueblo venezolano está demostrando que está preparado para la construcción de una sociedad distinta y para ello está exigiendo espacios de discusión y de participación, sino como explicar que muchos de los artículos propuestos en la reforma que representaban la conquista de un conjunto de reivindicaciones de los más desposeídos, no fueron el centro de atención, por el contrario, amen de las mediocridades y locuras de la oposición y de su maquinaria comunicacional, la gente no pudo entender como una propuesta de cambio sustancial en la vida política de la nación, no traía consigo una revisión y corrección de la gestión gubernamental en su conjunto.
A lo interno del PSUV a la gente le preocupo como se crea un tribunal disciplinario, para poner en cintura a la disidencia negando uno de los principios revolucionarios más preciados como lo son la critica y la autocrítica, de un partido que todavía no estaba conformado y que decir de quienes integran este tribunal que no son precisamente los que tienen y practican los valores revolucionarios. A la gente le preocupó como los diputados de la Asamblea Nacional, haciendo uso del “parlamentarismo de calle” sin son ni ton incorporaran cuan practica de la cuarta república, hayan modificado un artículo (191) para preservar sus espacios de poder. A la gente le preocupó el como ante la situación de desabastecimiento de algunos productos fundamentales, no había un discurso claro y creíble que permitiera dar respuesta y estableciera correctivos a tal situación. A la gente le preocupo como pretender suspender los derechos fundamentales en casos de estados de excepción, si cuando a quienes hemos tenido la osadía de denunciar hechos de corrupción que pone en entredicho a funcionarios, se nos aplica un veto y una persecución que impide nuestro desarrollo profesional y laboral.
Camaradas los resultados del 2D puede servirnos para retomar el camino de construcción del socialismo, para ello tenemos una enorme responsabilidad como pueblo, concientes del enorme compromiso histórico que tenemos, es necesario comenzar con responsabilidad y unidad a desenmascarar a quines estan haciendo de esta revolución, “un negocio redondo”, esos son los traidores más peligrosos los que estan “tras bastidores”, esos estan jugando con la esperanza y el sueño de miles y millones de hombres y mujeres que miran a la revolución bolivariana como una posibilidad cierta para enfrentar los desafueros lleno de crímenes de lesa humanidad y ecológicos, que ha cometido y que sigue cometiendo el capitalismo y sus secuaces. Pero esos resultados también, pueden servir para fortalecer a la derecha endógena, si se continúa justificando y buscando culpables fuera del proceso mismo, de ser así perderíamos la posibilidad histórica de construcción popular de un proyecto país que signifique la esperanza del pueblo venezolano y, porqué no decirlo, de los pueblos del mundo.