Es difícil creer que en un país en el cual se pretende construir el socialismo, las desviaciones en vez de decrecer aumentan como la espuma.
Recuerdo en Octubre en un viaje relámpago que tuve que realizar a la Habana, alguien me decía, discutiendo la situación Cubana: “En la medida en que existan controles, prohibiciones, se promoverán actos de ilegalidad”. El compañero me lo decía por algunos controles que se han implementado en la Isla, que no vale la pena destacar, no estaba alejado de la realidad.
La falta de conciencia y la no aplicación de las leyes juegan un papel fundamental en que se fomenten los ilícitos. Venezuela una incipiente nación, que busca una identidad en el campo socio-político no escapa a esta realidad. En nuestro país se han implementado muchas medidas tendientes a regular en la mayoría de los casos, los artículos de la cesta básica, como alternativa en la lucha contra de la especulación.
Día a día hemos sido testigos la manera vulgar y descarada del incremento de los productos que integran la cesta básica, los comerciantes simplemente se ríen de las regulaciones, como ejemplo esta el precio de la carne. Invito a cualquiera de ustedes a que se paseen por la parroquia Sucre (zona que conozco muy bien) por las cientos de carnicerías que existen en la zona, NO HAY UNA QUE VENDA LA CARNE AL PRECIO REGULADO, NI LOS HUEVOS, por solo nombrar dos de los productos regulados, no haré mención del queso blanco.
Ante el reclamo que he formulado en muchas de estas carnicerías, simplemente se burlan y me mandan a que vaya a MERCAL, a comprar la carne regulada, el precio al que venden la carne regulada estos sinvergüenzas es de 17.500 Bolívares o 17,50 Bolívares fuertes, un incremento de mas del 50%. ¿Quién controla a estos locales? NADIE. Cuando me ha tocado formular la denuncia, me hacen un llamado a ejercer la contraloría social, y les increpo que por hacerla es que me encuentro formulando la denuncia, NADA PASA. Simplemente nos encontramos arando en el mar, nadie quiere hacer respetar las leyes, muchos resignados ante la desidia de los organismos del estado venezolano en hacer cumplir las medidas, se entregan y pagan el precio especulativo, con ello queda vulnerada la credibilidad de las políticas del estado venezolano. En mi caso ante la impotencia que me embarga me dirijo a las cadenas de supermercado únicos que si venden a precio regulado los productos, cuando los ponen en venta. Ir a MERCAL con todo respeto es atentar en contra de la dignidad del pueblo (en este momento) hacer colas kilométricas y mendigar por precios solidarios (obviamente cuando hay los productos), como si de una FAVOR se tratase.
Surgen dudas del respeto de las políticas del estado venezolano, la impunidad y desidia copan nuevamente los espacios, funcionarios públicos que solo se dedican a sus quince y ultimo, sin hacer el trabajo para el cual son contratados, ¿esta es la forma en que queremos construir revolución?
La contraloría social de NADA SIRVE, sin el respaldo consciente de los organismos que deben de velar por el cumplimento de las leyes. La pregunta lógica ¿De que sirve regular los precios de los productos que integran la cesta básica, ante la complacencia de las autoridades que deben de velar por su cumplimiento? ¿Tenemos potestad los que ejercemos la contraloría social para hacer cumplir las leyes? ¿Deberemos quemar unos cuantos establecimientos para que sirva de lección a otros infractores de la ley?
A finales de año, escuchando el discurso del Ministro Rodrigo Cabeza me sentí desmoralizado totalmente, cuando comentaba acerca del desmontaje progresivo del control de precios, informaba que 400 productos regulados era demasiado, y que se reducirán a tan sólo 20 productos de la dieta básica, ministro acaso ¿existen 400 productos regulados? En que país vive usted, de seguro están regulados en el papel, pero en los mercados eso no existe. Causa mucha gracia cuando vemos el show mediáticos de algunos ministros, que cámara en mano se pasean por las grandes cadenas de supermercados, buscando a los infractores, no he visto NUNCA un ministro paseándose por el mercado de Catia, por ejemplo, o por el mercado de coche, yo les aseguro ciudadanos ministros, que todos SON INFRACTORES, si quieren hacen cumplir las regulaciones, vayan a las carnicerías de los mercados populares y comiencen a cerrar negocios.
Los controles deben implementarse cuando existe el compromiso de que las regulaciones se cumplirán, cuando existe un estado que se hace respetar y llevara esas medidas hasta sus últimas consecuencias. La escasez y el acaparamiento aparte de ser una medida desestabilizadora es una fuente de presión a la liberación de los precios, al parecer los empresarios nuevamente ganan la batalla, se van a liberar 380 productos regulados, el pueblo que se joda, total el circulante de dinero es grande, la revolución hace mas ricos a los ricos de este país. Chávez sigue estando solo en el gobierno.
Mercal ya no cumple su misión, los corruptos siguen enriqueciéndose día a día más. No hay leche y los “compañeritos” de la economía informal la venden a sobreprecio con la impunidad que le brindan las autoridades, obviamente estos “compañeritos” continúan su discurso “revolucionario” y todos debemos ceder ante su chantaje, joden, joden y siguen jodiendo y las autoridades bien gracias. No queremos que explote un peo con estos “compañeritos”. Mientras ellos siguen lucrándose de la revolución y convirtiendo a Caracas en un basurero de dimensión universal. Solo a manera de ejemplo, generalmente compro inciensos para la oficina, la cajita hexagonal, estos “compañeritos” de la economía informal con sus caras de pendejos y con franelas rojas roitas, la venden en el mejor de los casos a 3.000 Bs., o 3 bolívares fuertes (hay que hacer a conversión), a finales de diciembre, me encontraba en los Magallanes de Catia, y vi un negocio de distribución de estos productos, entre y compre 3 cajitas hexagonales y pague 3.300 bolívares (3,3 bolívares fuertes) por comprar al mayor (3), recibía el precio de 1.100 bolívares la unidad (1,1 bolívares fuertes), la arrechera fue muy grande, como es posible que estos “compañeritos” de la economía informal SEAN TAN LADRONES, ganarle casi el 200%, simplemente un atraco a mano armada.
Las autoridades deben dejar el discurso de la contraloría social, nosotros no podemos hacer cumplir las regulaciones, no tenemos autoridad (solo autoridad moral) para ello, las regulaciones de precios deben ser acompañadas de leyes que las blinden ante los abuso por parte de empresarios y comerciantes. Hacer valer la autoridad de tantos organismos burocráticos e ineficientes con que cuenta el estado venezolano, o desaparecerlos y darles pasos a organismos que se adapten a los nuevos paradigmas de esta naciente revolución, de lo contrario de nada sirve regular los precios, ya que si no hay quien los supervise y castigue a los infractores nadie los respetara. Toda prohibición o regulación genera ilegalidad, siempre y cuando no existan niveles de conciencia social que garantice la eficiencia de las mismas. Nuevamente digo, debemos crecer en conciencia, para garantizar la supervivencia de este proyecto político, de lo contrario lo perderemos.
Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos.
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