Pregúntesele a Orlando Chirino si la CTV toda la vida no ha representado una guarida de delincuentes y esclavos al servicio del patrono, y entonces conocerán su verdadera condición de revolucionario. No tengo nada contra el señor Chirino, y estoy que seguro que debe ser buena persona, pero en la política a veces las buenas personas pueden resultar harto peligrosas para una revolución. La política, como la guerra, no se hace por amor a Dios. No conocía al señor Chirino, hasta que un día, en el 2007, coincidimos en unas jornadas sobre socialismo en la Casa del Pueblo en Mérida. Allí me quedo preocupado cuando le oigo decir entre otros desatinos que la CTV fue una gran central de lucha por los derechos de los trabajadores. Bueno, tuve que tragar grueso y seguir a su lado, esperando mi turno, porque uno no puede vivir siendo un eterno aguador de fiestas en escenarios como estos. Esto lo he contado otras veces, y se me acercó en aquel momento el doctor José Antonio Vásquez Montaño y me pregunto si había escuchado bien lo mencionado por este ardoroso luchador “revolucionario”. Realmente no sé de dónde han sacado que este señor es un luchador en defensa de los más caros valores socialistas. ¿Será que realmente no tienen a nadie más? Por lo general la prensa escuálida vive haciéndose eco de sus reclamos, de sus protestas, de sus profundas y feroces prácticas “revolucionarias”. Ahora, el sábado 23 de febrero de 2008, “El Nacional” le dedica a su defensa toda la página 4 de su diario. Incluyendo el artículo del gusano batistero Fausto Masó quien comienza diciendo: “Ahora los sindicatos piden lo suyo, a gritos. Tápense los oídos. El gobierno no cuenta con una organización como la antigua CTV, reventó la caja de Pandora. Los aumentos que lograrán los trabajadores de Sidor y de Firestone los exigirán otros sindicatos tomando ciudades. Agárrense de las manos. Las huelgas reales tumban gobiernos. Hoy y mañana. Al caos venezolano se suman ahora los huelguistas. ¿Imaginan a un gobierno "revolucionario" ordenándole a la Guardia Nacional caerle a planazos? Chávez se aproxima al llegadero….”
“El Nacional” en defensa del señor Chirino apela a lo del fuero sindical una de las más horribles aberraciones de las viejas llamadas reivindicaciones que han inutilizado a casi toda una generación de dirigentes obreros. Uno de los creadores del fuero sindical en Venezuela fue Rómulo Betancourt, cuya tesis principal era: “Pongamos a manguarear a los dirigentes sindicales dándoles fuero sindical.” Todo el mundo sabe que los más holgazanes dirigentes obreros, los más cínicos, maniobreros e irresponsables se acogen a este derecho para nunca trabajar, para nunca estar presentes en sus sitios de trabajos y para vivir de viajando, y sobre todo vivir del cuento. Qué delirio es oírle la lengua a un sindicalista que tiene el inmenso privilegio de un fuero. Todo lo saben, todo son capaces de resolver y a la hora de la verdad, a la hora de dar la cara en la lucha, nada de nada. De eso tenemos una larguísima macaurel en Venezuela y todos los trabajadores lo saben. “El Nacional” en el caso de Chirino pega el grito en el cielo: “A pesar del fuero sindical del dirigente revolucionario, despidieron a Orlando Chirino de Pdvsa por razones políticas”.
Y más abajo mete otro chuzo: “El coordinador de Unión Nacional de Trabajadores, cuestionó el PSUV y la reforma”. Seguramente Chirino se debe sentir feliz porque la Reforma no nos trajo la reducción de la jornada de 8 a 6 horas diarias. Debe sentirse feliz porque todavía seguirá sin asegurársele a todos los trabajadores formales e informales sus prestaciones, sus derechos a la salud, etc. Pone por delante “El Nacional” su siguiente declaración, la que más le duele, y que proviene de la catacumbas de las perversiones sindicales muy bien protegidas por la vieja CTV, su consentida: "Todos mis derechos laborales y constitucionales fueron violados, entre ellos el que se refiere a que no podían botarme porque tengo fuero sindical", manifestó.
Sostiene que las razones políticas privaron en su expulsión. Y le añade a la gente de Bobolongo: "No puedo quedarme callado con todas las sinvergüenzuras de personas que se dicen revolucionarias".
Aunque Chirino siempre está aclarando que él defiende el proceso revolucionario al servicio del pueblo, pero "el burocratismo, la corrupción y la ineficiencia son flagelos inaceptables y hay que denunciarlos y combatirlos". ¿Y qué dice de esos aberrantes fueros sindicales que aún hacen estragos en esas inmundas estructuras sindicales todas copias de la pervertida CTV?
Cual otro padre Palmar él criticó el "cogollismo" en el PSUV y no participó en la inscripción de aspirantes. Fue voz disidente en la reforma constitucional y le pidió al presidente Hugo Chávez que recapacitara. "Me echan la culpa de lo que pasó el 2 de diciembre y no quieren entender que Venezuela entró en una nueva etapa después de la derrota del Sí", destacó. Claro, porque él tiene otra solución más poderosa para aplicar la reforma, y se siente orgulloso y hasta héroe por formar parte del grupo que la ha derrotado. Tan orgulloso como todo el tren de los encabezaron las marchas para acabarla: Cabeza e´ Motor, Antonio Ledesma y la bella élite de los Yon Goicochea y Ricky Sánchez.
“El Nacional” aprovecha para no dejar desperdicio con la acción de este notable luchador y agrega: “Orlando Chirino responsabiliza a la Fuerza Bolivariana Socialista de Trabajadores de su despido de Pdvsa y marginación política del chavismo. "Estos señores quieren que la UNT desaparezca para crear una central obrera alineada con sus intereses", alertó. Según Chirino, la Fuerza –una de las facciones de la UNT– "tiene secuestrado el Ministerio del Trabajo a través del ministro, José Ramón Rivero". Explicó que en agosto pasado el despacho "negó a la corriente Ccura –en la cual milito– el proyecto de contrato colectivo marco del sector público. Cuando reclamamos fuimos desalojados violentamente". Precisó que el ministerio "aceptó el proyecto del ala sindical afecta a la FBST para mantener congelada la negociación. 60% de los trabajadores ganan sueldos equivalentes o un poquito más que el salario mínimo". Agregó que "no me perdonan mi defensa a ultranza de la autonomía sindical".
jrodri@ula.ve
