De muerte lenta

La salud es un caro privilegio en el sistema capitalista, tan caro que te puedes morir arruinado, y acabar luego de una vida más o menos exitosa, convertido en un autentico cadáver fracasado.

Puedes, eso si, hacer que las empresas que proveen servicios de salud terminen siendo un éxito financiero, todo con el dinero que iba a heredar tu hijo, con el que hubiera podido pagar tu entierro.

Supongamos que trabajaste toda la vida, fuiste ordenado, compraste una casa para asegurar el futuro de los tuyos, pagaste un seguro de salud para evitar encontrarte un día, moribundo en terapia intensiva, mirando como tu futura viuda revisa desesperada el monedero a ver si le alcanza para pagar tu próximo suspiro.

Hay que prevenir para luego no lamentar. Lamentablemente eso es una gran mentira que te dice el corredor de seguros para cobrar su comisión y pagar su camioneta.

Llega el día que tienes setenta y seis años, tu hijo, gracias a Dios tiene una carrera, tu mujer, gracias a tu esfuerzo tiene una casa, y tu, gracias a la mala suerte tienes cáncer. Menos mal que tenemos seguro mi amor, ya verás que todo estará bien,

Pues no, no estará bien, tu cáncer es de los malucos, los que se ensañan con cada célula de tu cuerpo, los doctores lo saben y sacan cuentas: vamos a ponerle este tratamiento que se aplica cada tres días y cuesta doce mil cada dosis. La vida humana no tiene precio.

Si es tan caro debe ser una maravilla, además tenemos seguro.

Seguro está el infierno, debería ser el lema de estas empresas.

Si señora la cubrimos, pero ya su cuota de gastos está llegando al máximo, mire que su marido le ha dado por entrar y salir de la clínica con más frecuencia de lo que nuestras estadísticas han calculado como normal y rentable. Ya sabemos que han pagado durante los últimos quince años, pero esto señora, es un negocio, no una fundación de beneficencia. Deje de llorar señora que con suerte su marido muere pronto.

Los doctores acechan al moribundo, ya el seguro venció, lo que puedan sacarle es para ellos y la respiración asistida es un prolongador de vida excelente. Cada día varios miles y miles más, ¿o debería decir menos?

La cuenta sube, el moribundo no muere. El futuro huérfano es desheredado. Heredan doctores que apenas conocieron al desdichado que ya ni batalla contra la muerte porque hace tiempo que no quiere vivir.

Sufre dolores, sufre la angustia de ver como todo se lo van llevando: su casa, su tranquilidad, y, lo peor, su dignidad.

Hoy murió mi tío, murió como un pollo desplumado.

Hay unos doctores que viajarán a Europa con lo que mi tío les dejó en herencia forzosa. Hay una empresa de seguros que a finales de años presentará a sus accionistas un reporte de dividendos delicioso. Hay una viuda que busca trabajo, hay un huérfano que no entiende qué pasó.


carolachávez.blogspot.com


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Carola Chávez

Periodista y escritora. Autora del libro "Qué pena con ese señor" y co-editora del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". carolachavez.wordpress.com

 tongorocho@gmail.com      @tongorocho

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