La estética burguesa norteamericana e inglesa se encuentra explicita en la pornografía. Basta, abrir Internet para darnos cuenta de la degradación moral que va desde la pedofilia hasta el sexo oral, es un sadismo perpetuo convertido en show, donde se reflejan las distintas modalidades del placer humano.
Este erotismo burgués es un fetiche heredado desde la época del coloniaje, donde la piel de las mujeres negras era concebida como un genital femenino mas que puede herirse y, con atrocidad histórica, las industrias de la fantasía insultan con verdaderos guiones a nuestras mujeres latinoamericanas para ofender nuestra conciencia y utilizar al sexo masculino para que consuman como verdaderos escopeteros del vasallaje social, convirtiéndolos en victimas de su propio placer sexual. Porque, el americanismo les coloco una etiqueta de homosexuales, travestís, heterosexuales o, simplemente jugadores de la vida.
Es una moral mercenaria proveniente de la industria hollywoodense y, con alto grado de infiltración lograda con tácticas ideológicas, porque, nos hemos descuidado dándole a nuestros niños en las escuelas publicas una enseñanza sexual paupérrima, donde las relaciones sociales están desvastadas por la miseria, el miedo, la ignorancia y la explotación laboral.
Hay un verdadero espanto en el país cuando se habla de valores y moral. En las gavetas de muchas industrias, hay chequeras a nombre de catedráticos, educadores, grupos familiares que debaten la idea de que es problema de cada quien, dándose un mercado de la hipocresía criolla y que algunos prefectos auspician estos espacios como concursos de belleza o modelaje. Cuando en si, es una presentación privada mas no publica porque contraviene nuestras raíces que desde la colonia es de cambio social.
No hay salida, la pornografía ya es una ciencia pedagógica que recuerda el papel histórico de la burguesía hacia la mujer. Donde se le asigna administrar los bienes materiales del sector masculino y el placer machista. Deberán afeitarse, pintarse, vestirse, contorsionarse, gemir, gozar y proveer lo que el hombre les provea. Poco o mucho, chico o grande.
El simbolismo de nuestra mujer e hijas hay que respetarlo. Debemos asumir una conducta rebelde, cuando nos llaman a consumir lo que no deseamos. La mirada de Bush hacia América Latina ha sido muy efectista y, muchos venezolanos se dejaron manipular cayendo en el foso y otros se convirtieron en chismosos llevándole a La CIA una gran cantidad de documentos, totalmente falsos. Ahora, debemos prepararnos para las consecuencias, porque los parámetros no han sido corregidos. Estamos todavía en manos de quienes se ocupan de dividir a los pueblos, solo resta cuidarnos y proceder a refundar la república. Por eso, es necesario aprobar La Reforma del Estado a costa de cualquier instancia.
(*)Escritor/analista
emvesua@cantv.net