Las luces multicolores anunciaban el inicio de uno de los acontecimientos más esperado por la humanidad, los juegos Olímpicos de Beijing. El gobierno de Georgia comenzaba una masacre en una región del Caucazo, Osetia del Sur. La incursión criminal y cobarde dirigida por el genocida Mijaíl Saakashvili arrojó en su primer día de conflicto cerca de un millar de víctimas y millares de heridos. Al término del conflicto las víctimas se contaban en más de dos mil, la ciudad quedó totalmente desbastada.
Las agencias noticiosas internacionales callaron la noticia, no había dolientes ante la masacre, el silencio cómplice surgiría como dictamen del imperio norteamericano. Rusia reaccionó ante la criminal acción de manera contundente y pudo expulsar a los invasores, el mundo sería testigo de una de las campañas de desinformación más extraordinaria de estos últimos años. El criminal, el agresor, por arte de magia, se convierte en la ovejita, Georgia era agredida por la supremacía Rusa. La noticia se difunde por todo el mundo occidental: Rusia invadió a Georgia. Los dos mil surosetios vilmente asesinados no eran noticia, la invasión de Georgia a Osetia de Sur fue simplemente escondida por las grandes cadenas de desinformación internacional. Comenzaba un nuevo escenario bélico, la lucha por la verdad y el desmontaje mediático auspiciado y dirigido desde Washington.
El mundo hoy conoce los hechos, ha entendido que existen dos regiones en el Caucazo (Osetia del Sur y Abjaxia) que han luchado desde 1992 por su independencia, regiones que a través de referéndum han dejado claro, ante el mundo, su legítimo derecho a la autodeterminación, a ser libres e independientes, regiones que han sido marcadas por la esclavitud de una república pro imperialista como lo es Georgia. El imperialismo norteamericano, y sus aliados miserables, como Turquía, Polonia, Ucrania, entre otros, subestimaron la capacidad de respuesta del gobierno Ruso, gobierno que hoy le dice al Imperio y sus aliados que no permitirá más la hegemonía visceral de quien se aboga ser dueño del mundo.
Rusia, ha reconocido la independencia de estas dos regiones del Caucazo, no permitirá acciones que atenten en contra de la voluntad y el derecho de estas regiones a ser libres e independientes. Nicaragua se suma a ese reconocimiento internacional. Nicaragua ha asumido una posición valiente y apegada a las normas del derecho internacional, el gobierno nicaragüense ha entendido que no podemos darle más espacios al imperialismo norteamericano. Osetia del Sur y Abjaxia esperan el reconocimiento ya anunciado del gobierno de Belarusia. Lukachenko tiene la palabra.
La República Bolivariana de Venezuela tardó en sumarse al repudio internacional ante la agresión de Georgia, sin embargo la repuesta fue contundente por parte de nuestro comandante Hugo Chávez.
Venezuela y su política internacional es, sin lugar a dudas, una fuente de grandes discusiones, hoy nuestro país promueve el internacionalismo bolivariano en toda nuestra América y fuera del continente, con lo cual se ha garantizado un lugar en el mundo mediático. Políticas de claro apoyo a la autodeterminación de los pueblos en sus luchas por la independencia y el respeto a la voluntad popular. En este sentido se hace necesario promover en el alto gobierno y en el pueblo solidario de Venezuela una campaña para que juntos logremos impulsar la idea de reconocer la voluntad política de estas regiones a ser libres e independientes. Venezuela debe sumarse a países como Rusia y Nicaragua, los cuales hoy han entendido que estas regiones tiene el derecho a su autodeterminación.
Reconocer los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de Osetia del Sur y Abjaxia, es una respuesta contundente a la posición asesina de Georgia y sus aliados imperialistas, es un claro mensaje al gobierno norteamericano de nuestra firme y total decisión de solidaridad con estas regiones que han sufrido los embates de gobiernos pro imperialista, expresándole al mundo que hoy Venezuela no convalidará nunca jamás este tipo de acciones genocidas. Se hace necesario que nuestro gobierno, en el marco de su nuevo modelo político en materia internacional (Internacionalismo Bolivariano), reconozca a estas regiones y se sume al clamor de hombres y mujeres que por años han resistido un proceso de intervención y de guerras financiadas por los enemigos de la humanidad.
¡Venezuela debe unirse al reconocimiento internacional de estas regiones!
¡Viva Osetia de Sur y Abjaxia Libres e Independientes!
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos
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