El siglo XX se inició con Cipriano Castro proclamando: “La planta insolente del extranjero ha hollado el sagrado suelo de la patria...”. Luego el silenciador de Gómez con el ¡chito! andino (de callarse, shitup en inglés) y así, uno más que otro reseñado en la historia. Posteriormente en 40 años de democracia representativa fueron acertados y contundentes con “slogan” y “glosarios” de palabras en el lenguaje coloquial de los Presidentes “cuarto-republicanos” y equipos políticos.
Rómulo Betancourt fue conocido por sus “multisápidas caraotas” y “we will come back” (volveremos), aunque una frase se hizo profecía y realidad en él mismo cuando dijo: “Que se quemen las manos si las llego a meter en las arcas públicas”. Frases mudas de Leoni como el hombre “del entendimiento nacional” y los suicidios carcelarios de su periodo que hablaban por él. Pasó Caldera con su “gomina” y siguió Carlos Andrés Pérez (I), “ese hombre si camina”. Herrera Campins el carismático de los refranes criollos y el infaltable “dame un toronto” quedó plasmado como promesa: “Luis Herrera arreglo esto”, mientras su competidor Piñerúa replicaba: “es esto correcto”. El osado Lusinchi, famoso por sus borracheras y barraganas ganó la Presidencia con el slogan: “Jaime es como tú”, le siguió Carlos Andrés (II) como “El Gocho pa’ el 88”, llegando el Comandante Chávez al paso con la frase mas impactante políticamente en Venezuela: “por ahora...” en respuesta del demócrata Morales Bello: ¡mueran los golpistas!, circunstancia que abrió espacio a Caldera con “el chiripero” y su equipo coreando: “estamos mal pero vamos bien” finalmente cortando la Cuarta República
Con el Comandante Chávez al poder se llena la discusión política de glosarios, slogan y terminologías de afectos y opuestos. Nace la Quinta República al igual que “frijolito (I) y (II)” por Salas Romer y Arias Cárdenas como candidatos competidores a la Presidencia de la República. La escasa oposición y minúscula participación política contra Chávez consigue el término “escuálidos” como el mejor descalificativo a quienes despectivamente usaban las palabras “monos”, “macacos” y “tierrúos” sintetizándolas en ¡chavistas! y en menosprecio de lo nacional como bolivariano (alimentos, ropa, libros, etc) en sustitución del término “tapa amarilla” o producto de segunda.
Nace la nueva Carta Magna del 2000 con las irrespetuosas expresiones opositoras de ¡bicha! y ¡mamarracha!, mientras quienes conspiraban contra el pueblo y Chávez gritaban: ¡acólitos! del ¡régimen!...seguidos de una multitud que gritaba: ¡ni un paso atrás! refutados desde una esquina caliente revolucionaria como ¡no volverán, no volverán!. Con el inmenso caudal de seguidores revolucionarios se crean organizaciones golpistas y desestabilizadoras; “la coordinadora democrática”, “súmate”, “ciudadanía activa” y su derivado “comando de la resistencia” y “2-D” en respuesta a la lista “Tascón” (base de datos de firmantes contra Chávez en el referéndum revocatorio).
¡Plastas!, ¡apátridas!, conspiradores hijo del imperio “mesmo” frases tomadas como sarcasmos en medios golpistas que transfieren la burla a medios de propaganda por los dignificados, vencedores, lanceros, hijos de la patria, etc...descalificados como focas de los “yupies” hijos de papá y “pitiyanquis” seguidores del “diablo Bush” que deja azufre en su estela de camino. Situación que les canta el llamado chavismo de los rojos, rojito hijos de chacumbele: ¡Chávez los tiene loco, Chávez los tiene loco!. Escatología en palabras de unos, groserías en hechos de otros.
Seguidores del ¡desgraciao! filósofo del Zulia que desecha las ¡burusas! con el sueño de la visa en la tarjeta “Mi Negra” y la necesidad de un “maletinazo” para gritar ¡boliburgueses! de la “robolución” en recuerdo posterior de la ahora defendida Constitución que no fue reformada pues, “dentro de ella todo, fuera de ella nada!, frase aceptada discretamente por los llamados “ni-ni” y ratificada por los oposicionistas detractores de oficialistas bolivarianos. Así seguirá el glosario alimentado día a día de felones y contrarrevolucionarios, pitiyanquis y revolucionarios, soñadores y utópicos o quizás por gafos y tontos de lado y lado con sus expresiones: ¡más finooo....tá bien pues!
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