Las cartas están echadas. Este 23 de noviembre los venezolanos iremos nuevamente a elecciones, en esta oportunidad para elegir gobernadores, alcaldes y diputados a los Consejos Legislativos. Sin embargo, la coyuntura política hace que en estos comicios lo que esta en juego supere con creces la importancia directa que pueda tener un gobernador, un alcalde o un representante al consejo legislativo. Querámoslo o no, estas elecciones estarán barnizadas con un matiz plebiscitario acerca de si se aprueba o no la gestión del Presidente Comandante Hugo Chávez y la propuesta revolucionaria y socialista que él encarna. Aunque la oposición no ha logrado superar sus divisiones internas y sus múltiples miserias, han tratado de reagruparse -como han podido- para intentar a toda costa un cambio radical de la correlación de fuerzas en la distribución del poder regional y municipal. Ésas pretensiones no tienen como objetivo presentar una propuesta de país alternativa y gobernar a favor del ciudadano. No, en lo absoluto. Que nadie se llame a engaño el único interés de estos sujetos es hacerse del poder para tener armas conspiratorias y dar rienda suelta a sus agendas ocultas y sus planes fascistas de guarimbas, sabotajes, magnicidios y golpes de Estado. Por eso, para ponerlo bien claro lo que esta planteado con estas elecciones regionales son dos opciones: 1) Ratificar el respaldo al Presidente Comandante Hugo Chávez y a los candidatos del PSUV, para profundizar la revolución bolivariana y la construcción del socialismo venezolano ó 2) Dar un nuevo frenazo al proceso bolivariano y servir en bandeja de plata las gobernaciones y alcaldías al fascismo, para que conspire y cumpla su sueño de entregar la Patria al imperio norteamericano. A la luz de los logros que hemos conquistado, pese a las trabas sistemáticas que han puesto las fuerzas oligárquicas, es evidente que la opción 2 no puede ser una salida para nadie, ni siquiera para los propios opositores. Al contrario, ése sería al camino más expedito al caos y la muerte. Los individuos que conducen la oposición han demostrado y recontrademostrado que su accionar político esta guiado por una conducta mafiosa, delictiva y servil al sistema capitalista neoliberal de exclusión, miseria y destrucción. En días recientes nos hemos enterado con algo de estupor como el sr. Manuel Rosales administra los dineros de la gobernación del Zulia como un verdadero capo. También sabemos que ése estado está penetrado por todos los costados por el paramilitarismo y ostenta la cifra nada halagadora de ser la entidad con los niveles de secuestro e inseguridad más elevados del país. Qué han habido fallas en este proceso, es cierto; que hay desviaciones y algunos grupos camuflados de revolucionarios se han enriquecido, también es verdad. Sin embargo nada de eso justifica un retorno al pasado de privatizaciones, exclusión social y fuerte represión policial, como el que anhelan las viudas del Puntofijismo y todos sus derivados. Argumentos y cifras para demostrar que hemos avanzado a pasos agigantados hay de sobra, baste sólo con decir que la política y la audaz visión estratégica de este gobierno ha permitido diversificar la cartera de activos de la República, minimizando sustancialmente el impacto de una crisis financiera mundial, que ha puesto en apuros a las economías más poderosas del planeta. También es bueno recordar que hemos recuperado la plena soberanía de nuestro principal recurso energético, poniendo la renta petrolera al servicio del desarrollo social. Desde 1999 hasta 2007 los hogares venezolanos en pobreza han disminuido de 40% a 28%; entre 1999 y 2008 se han incorporado más de 845.000 nuevas pensionadas y pensionados al Seguro Social; 3.412.760 mujeres y hombres se han graduado en las distintas misiones educativas y se han realizado 313.249.337 consultas en la Misión Barrio Adentro. Igualmente, la República dispone entre sus reservas internacionales y sus diversos fondos de inversión de un músculo financiero de 100 mil millones de dólares y la economía venezolana acumula 19 trimestres consecutivos de crecimiento del PIB. El terreno conquistado tenemos que salir a defenderlo con los votos y con la propia vida si fuera necesario. Este domingo 23 de noviembre tenemos que salir bien temprano, con el ánimo festivo que siempre nos ha caracterizado, a votar como un solo hombre y una sola mujer socialista por nuestros candidatos del PSUV. Vamos pues en Bejuma, Miranda, Montalbán y en toda Venezuela a derrotarlos donde más les duele, en las urnas. Vamos –como dijo el Comandante- a largar la caballería por la Patria, por la vida y por el socialismo ¡Adelante! A vencer.