A pocas horas de haberse iniciado el nuevo año comencé a pensar en el contenido y el titulo para mi próximo articulo. De inmediato pensé en los bombardeos israelíes contra el pueblo palestino, con sus cientos de muertos, entre ellos niños y niñas que no alcanzaron a darles un abrazo a sus padres en estas navidades porque un gobierno asesino quebró sus sueños y esperanzas. También pensé en las falsas democracias, donde brilla la apariencia, donde se simula que hay libertad y progreso, cuando la verdad es que el pueblo va recogiendo las migajas que dejan las elites.
De igual manera volví mi mirada hacia la iglesia católica, apostólica y romana, pero lamentablemente allí también se juega y manipula con la fe de las personas y desde el púlpito se bendicen las vendas impregnadas de opio para que los fieles no alcancen a ver y entender la realidad. Por ejemplo, respecto a la actual masacre contra el pueblo palestino, el Papa Benedicto XVI, sólo a dicho “que espera a que cese el bombardeo”, pero observamos que no lo condena. Esa ha sido y es la Iglesia Católica, siempre cómplice de los hechos que atentan contra la humanidad. Y de sus sacerdotes ni se diga, acá en Venezuela, por ejemplo, el cardenal Jorge Urosa Sabino dijo que “la enmienda… no va con el sentir del pueblo”. En verdad, parece o tal vez es la opinión de un vulgar fariseo.
Así continué. En las parcelas del pensamiento fui buscando letras y en una especie de zancada me tropecé con el discurso de la clase opositora venezolana. De inmediato dije: ¡Pobre discurso! Efectivamente, es un pobre discurso porque esa misma clase dirigente que hoy cuestiona la enmienda constitucional, son los mismos que miserable y solapadamente se enquistaron en el poder durante cuarenta años y hundieron a este país en la más aberrante miseria y subdesarrollo. No olvidemos cómo estaba y cómo vivía la sociedad venezolana hasta 1998. Ahora esa misma clase dirigente quiere volver para sembrar el odio y acabar con los sueños y esperanzas de millones de venezolanos. No podemos sacrificar nuestros sueños por los caprichos de los urosas, los raveles, los rosales, los Borges y los López. Muchos de los dirigentes opositores son unos verdaderos farsantes, porque cuestionan la enmienda constitucional y ellos se han eternizado en el poder con la bendición de la iglesia católica.
Poco antes que terminara la primera madrugada del año que recién iniciaba para darle la bienvenida al alba llena de rocío, escuche la voz de Lenda, que desde el infinito me decía: ¡Feliz año 2009! Tal vez por encontrarme rodeado de las montañas trujillanas, porque por allá fui a recibir el año nuevo, se producía un eco y más bien se escuchaba ¡Feliz enmienda 2009! Y para terminarles de contar, después de ese suculento desayuno, acompañado con el popular mojito y el sabroso picante trujillano, me senté a escribir estas líneas para compartirlas con ustedes. Y de verdad, darles las gracias a todos y a todas por sus comentarios, por sus palabras de aliento y también pos sus críticas. Tal como lo dijimos en nuestro artículo anterior, escribimos para ustedes, para contribuir en el debate. No manipulo, ni me dejo manipular, por ello les digo, ¡FELIZ ENMIENDA 2009!
Politólogo
eduardojm51@yahoo.es