¡NO es NO!, es la consigna que más une a la oposición. Cuando se intentó iniciar la discusión sobre el modelo educativo, la llamada Asamblea de Educadores, un burladero de COPEI, la puso de moda. ¡NO es NO!, enarbolada en todos los espacios, fue una poco democrática forma de eludir el debate sobre aquel asunto. Significaba no aceptar absolutamente nada de lo que los adversarios, los partidarios del gobierno, opinasen sobre un asunto de tanto interés. Sustituyó a "con mis hijos no te metas".
Ahora reaparece como el estandarte contra el SI. ¡NO es NO! es la brutal respuesta a los argumentos de quienes comparten la idea de la enmienda. Por su amplio sentido, es una manifestación rotunda de la aspiración máxima de la oposición toda, la de "salir de Chávez".
La consigna tiene un doble piquete. Sirve para mantener el interés por el venidero referendo y hasta para negar su validez. También para excitar el ánimo de quienes suspiran por un madrugonazo, lo que se aviene con el rechazo a la consulta.
Por eso, para quienes la enarbolan, es integradora y compactante. Por lo cual la han llevado a todas partes, hasta con estudiada lógica, en los laterales de un camión, que marchaba en medio de una manifestación "pacífica", cargado de materiales para agredir y destruir.
Es mascarón de proa de la hidra opositora, cuyas cabezas combaten en todos los frentes al mismo tiempo.
No hay dudas que hay una oposición que suspira por ganar el referendo y las consecuencias que ello pueda producir. Se descubre por las encuestadoras de siempre que hablan de cifras, según las cuales, el SI del presidente Chávez saldrá derrotado. Y porque no es un ejercicio muy difícil pensar en la existencia una oposición sensata, con apego a las fórmulas democráticas y cuidadosa de no contribuir que se desate una confrontación nada beneficiosa para nadie. Pero su voz es apenas un susurro.
Pero estas encuestas, también son manejadas para servir de base al grito de fraude y fortalecer la lucha ilegal contra el gobierno.
En "Los confidenciales" de este domingo, José Vicente Rangel, habló de grupos opositores antes abstencionistas, que han vuelto por las mismas, por considerar improbable que Chávez pierda el referendo. Buscan con esa actitud no legitimar la contienda, sus resultados y mantener la bandera de "Chávez vete". Y agrega JVR, que para justificarse, harán exigencias inaceptables al CNE. Es otra de las cabezas de la hidra.
En ese proceder zigzagueante de la oposición, que no sabe a que cabeza obedecer, al inicio planteó, respaldada por el "juicio" de la alta jerarquía católica, que la propuesta de Enmienda era inconstitucional. Como se le cayó el argumento, cosa que le sucede con frecuencia, salió a la calle, con sus estudiantes a promover desórdenes y acciones inauditas, buscando un acontecimiento lamentable que sirva para influir en las tendencias electorales o desatar un plan desestabilizador. Porque en fin de cuentas, lo que le importa es que ¡NO es NO!
Ahora, la señora de SÚMATE, habla de nuevo de inconstitucionalidad; para ella la hay cuando el CNE, en ejercicio de sus atribuciones legales, emanadas del artículo 341, aparte 5, que expresa que "El poder electoral someterá a referendo las enmiendas a los treinta días siguientes a su recepción". Y solicita que la fecha se posponga por sesenta o noventa días a partir de la solicitud. Para ello eso sería lo legal.
Uno no sabe con exactitud que está pensando esta cabeza de la hidra; si es un reconocimiento que los números no le satisfacen, por lo que pide tiempo para tomar aliento: o está cumpliendo con lo que algunos sectores han planificado de acuerdo a lo comentado por José Vicente Rangel. Es decir, plantarse en postura inaceptable para patear la mesa.
Y está la cabeza de Petkok, cual piensa que se debe ir al acto electoral, pujar al máximo, porque cree que los resultados serán estrechos a favor del gobierno y, siendo así, no valen. Entonces la constitución debe quedarse como está. Y aún perdiendo, ganaría el ¡NO es NO! Como Jalisco pues.
Esta consigna, en el fondo, está en sintonía con quienes quieren descalificar el referendo, mantener viva la idea de desconocer el derecho de las mayorías y justificar las guarimbas.
Y al final se asoma, bufando, la cabeza de Escarrá, cuya boca topocha clama por el artículo 350 constitucional; ¡lo máximo! Sin pensarlo dos veces dice, "alcémonos ya contra el gobierno". El 2D, con Otero Castillo y Pablo Medina a la cabeza, mientras Simón Alberto Consalvi, como siempre hace de gatita de María Ramos, presta sus aperos, cañones y metralla hasta mediáticos, a la idea de "saquemos a Chávez".
No obstante, uno reitera que hay siempre excepciones, aunque teman levantar la voz. Por eso no podríamos hacer lo de Hércules.