La enmienda de la historia

"A lo largo de nuestra historia, la voracidad de esa odiosa burguesía ha frustrado las posibilidades del país que pudimos haber sido".

Si en algún momento lossectores de la oposición (o lo que queda de ellos) han sido consistentes en sí mismos, ha sido este, en el que se oponen tan rabiosamente a la enmienda constitucional que persigue ensanchar los poderes políticos del pueblo, precisamente por el carácter profundamente democrático de la propuesta.

Les corresponde oponerse porque en su visión ultraderechista la sola posibilidad de un espacio cualquiera para el pueblo debe resultar definitivamente repugnante, tal como ha sucedido en los últimos 10 años, en los cuales la sola idea de los barrios bajando a las ciudades en pos de la tan ansiada inclusión que esos mismos sectores reaccionarios les negaron durante siglos les ha mortificado como ningún otro percance en sus mezquinas vidas.

A lo largo de nuestra historia, la voracidad de esa odiosa burguesía ha frustrado las posibilidades del país que pudimos haber sido si no se nos hubiesen truncado de manera tan criminal los intentos de construcción de una patria grande y soberana cuyo modelo de sociedad se basara en la justicia y la igualdad, como lo soñaron nuestros próceres.

Desde el noble intento de emancipación que encarnaron Gual y España hasta los mismísimos sucesos del 27 de febrero de 1989, el país ha desperdiciado el esfuerzo y hasta la vida de cientos de millares de sus más valiosos hombres y mujeres en decenas de batallas, rebeliones y revoluciones de toda índole, en la búsqueda de un destino de bienestar y progreso para los venezolanos, producto del miserable afán de las clases dominantes por hacerse siempre del poder en función de su propio beneficio, sin importar el insoportable saldo de muerte, hambre y miseria que a su paso fueron dejando a lo largo y ancho del país.

No permitió jamás esa derecha la instauración de un modelo de justicia social y de progreso porque desde siempre su proyecto fue la entrega del país al imperio por unos cuantos puñados de dólares, por lo general bañados en la sangre de los millones de esclavos que vilmente usaron los poderosos del Norte para edificar su potencia.

Es esa, precisamente, la historia que hoy nos toca a todos "enmendar", la de una cruel tiranía de las élites burguesas que frenaron el poder político del pueblo para hacerse del país como vulgar "botín de guerra". Por eso... ¡Vamos todos por el Sí!


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Alberto Aranguibel

Comunicador social e investigador. Conductor del programa Sin Tapujos, que se transmite por Venezolana de Televisión. Asesor Comunicacional y de Imagen en organismos y empresas públicas y privadas.

 albertoaranguibel@gmail.com      @SoyAranguibel

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