El ataque a la Sinagoga de Caracas y el chantaje del antisemitismo

Las sospechosas circunstancias del robo y profanación de la Sinagoga de Caracas por un comando paramilitar a las órdenes de algún servicio de inteligencia extranjero (y no un autoatentado chapucero tipo Baduel) llaman a reflexionar sobre el uso del antisemitismo para difamar al pueblo y al gobierno bolivariano, antisemitismo con el cual se pretende descalificar a quienes repudiamos las atrocidades contra el pueblo palestino.

Tel Aviv, radiante día de mayo 1966. En el segundo piso de la modesta vivienda de Ben Gurión, fundador y Presidente de Israel. La dueña de casa no oculta su disgusto por mi pelo largo, los trípodes y cables sobre su alfombra, nuestra irrupción en la tranquilidad del retiro del gran hombre. Yo estaba asustado por el mal carácter de la señora, pero “El Viejo” sonrió y me susurró con humor: “ella era enfermera…” Luego, mientras esperábamos que el camarógrafo alistara el equipo, me preguntó mis impresiones sobre Israel. “Señor Ben Gurión, es la primera vez, fuera de Estados Unidos, que veo tanto racismo en los jóvenes, especialmente en los militares…” “Si, asintió Ben Gurión, ese es un problema”. Cuarenta años y dos guerras después de ese día de mayo, el problema se ha convertido en una tragedia obscena que enloda e indigna a la Humanidad.


RACISMO DE ESTADO

El racismo primario viene de la noche de los tiempos como miedo a lo diferente o lo desconocido, está tejido de falsedades y malentendidos. Un niño de Israel me dijo con candor que el día de los trabajadores, primerote mayo, era “el día de los árabes” (la mano de obra de su país), y un adolescente árabe en Beirut intentó convencerme de que “la inteligencia de los judíos es un defecto racial”.

El racismo de Estado es la manipulación del racismo primario, como arma del Poder e instrumento de dominación. La inquisición española, conquista y colonización de América, “Progroms” en la Rusia zarista, linchamientos de negros en Estados Unidos, la “Campaña del Desierto” en Argentina, el genocidio lento practicado por el Estado de Israel contra el pueblo palestino.

En el Medio Oriente, muchos árabes e israelitas suelen confundir, por conveniencia, los conceptos de pueblo judío, sionismo y Estado de Israel. Unos para capitalizar el antisemitismo ancestral de musulmanes y cristianos, los otros porque así pueden tildar de “antisemita” a quien critique el despojo del pueblo palestino y las atrocidades racistas del Estado de Israel.


EL CHANTAJE DEL ANTISEMITISMO

El capital de simpatía que recibieron los judíos en Occidente cuando se “reveló” el Holocausto después de la Segunda Guerra Mundial y que favoreció el nacimiento del Estado de Israel, ha sido dilapidado. Quienes nos educamos en antifascismo con ”El Diario de Ana Frank”, “Éxodo” y “Mila 18”, somos tratados de antisemitas, cuando criticamos la matanza sistemática de civiles por la Fuerza de Defensa de Israel.

Lo de Palestina no es una lloradera de izquierda. Un amigo mío apoyaba a Israel contra los “terroristas” (adjetivo aplicado a quienes no tienen aviones para arrojar sus bombas) hasta que vio en televisión como los soldados destruían millares de árboles centenarios, olivos y vides, prueba viva del antiguo derecho de los palestinos a su tierra, al territorio donde están enterrados sus antepasados y que hoy les roban con pretextos legales.


LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Existe en la Universidad de Tel Aviv el Instituto Stephen Roth que, en su página web www.tau.ac.il/Anti-Semitism, señala algunos supuestos periodistas e intelectuales “antisemitas” venezolanos en una lista ridícula donde figuran William Izarra, Diego Salazar, Leopoldo Castillo, Luís Tascón, Darío Vivas, Nora Uribe, Tarek William Saab, Freddy Bernal, Cilia Flores, Francisco Miéres, Rafael Poleo, Franklin González y muchos otros. Significativamente, las únicas periodistas mencionadas y no atacadas, son aquellas que difunden las matrices de la CIA-MIAMI sobre terroristas árabes en Venezuela: Patricia Poleo, Ybéyise Pacheco y Marianela Salazar, las más sucias de la profesión y buenas candidatas para corresponsales del “Jerusalem Post”, nombre actual del “Der Angriff” nazi.


MOSSAD, ARMAS Y PRINCIPIOS

Estados Unidos e Israel forman una alianza estratégica que se ha empleado contra África y América Latina. El Mossad ayudó al régimen del apartheid en Sudáfrica, entrenó paracos en Colombia, colaboró en el exterminio de Guatemala, espió a favor del Plan Cóndor y contra los zapatistas. En la Venezuela revolucionaria conspira contra Chávez y a favor del Plan Colombia.


CONTRA EL RACISMO

Ignoro si los líderes de la comunidad judía en Venezuela, además de creerse superiores por ser hijos del “pueblo elegido”, nos consideran a los venezolanos tan “inferiores” como consideran a los árabes. Pero sé que únicamente he combatido contra hombres armados, los alaridos de los degollados de Sabra y Shatila no resuenan en mis oídos, no pagué para asesinar mendigos en los alrededores del Sambil de La Candelaria ni escondo niños calcinados en los armarios de mi alma. Defenderé con mi vida al pueblo judío pero desprecio al Estado de Israel.



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Eduardo Rothe


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