El “miquilenismo” regresa con furia. Los que todavía discuten si Venezuela necesita 15 años de dictadura y centenares de miles de muertos para cambiar la Constitución y desarraigar el chavismo, son los mismos que piden a gritos el diálogo y reprochan al gobierno no bajarse los pantalones y renunciar a los principios de la Revolución. La derecha bolivariana (léase los conciliadores) hablan de “tender puentes” hacia la burguesía. Acorralada por sus contradicciones, la burocracia quiere entenderse con las franquicias del Imperio.
EL DIALOGO SEGÚN MULLER ROJAS
En su artículo “El diálogo político” (Aporrea 21/02/09) Muller Rojas define a la oposición por su “conducta conspirativa, con acciones de violencia física y psicológica”, “prácticas ilegales” que expresan “sentimientos racistas imposibles de racionalizar” y denuncia su “subordinación al poder de la federación norteamericana, expresión de los intereses de la Alianza Atlántica, que comparte con ellos la tendencia racista”. Sin embargo, Muller señala al parlamento como terreno natural para dialogar con ellos. Si su definición es correcta, no hay diálogo posible. A los que dicen que en Venezuela cabemos todos (como en la selva caben los tigres y los venados que les sirven de alimento), nosotros respondemos que no dialogaremos con los enemigos de la soberanía y la libertad. En la Venezuela socialista no hay lugar para los líderes opositores, ni para sus medios de manipulación financiados por la inteligencia extranjera.
MOLEIRO SE PICA PORQUE AJÍ COME
Vivo ejemplo de lo anterior es el vicepresidente del Colegio Nacional de Palangristas Alonso Moleiro (nada que ver con el entrañable “Ronco” Moisés Moleiro honrado hasta el fin). Este caballerito cosmo y postmo llamó al “diálogo” por Globovisión el 22/02/09, excluyendo expresamente a los chavistas que ven conspiraciones por todos lados “como Eva Golinger” y sus “kindergarteradas”… Reto al ciudadano Alonso Moleiro, si le queda algo de honor, hombría y decencia, a que señale la falsedad de una sola de las denuncias hechas por Golinger apoyada en documentos oficiales del Gobierno de los Estados Unidos. Si no lo hace, quede Alonso Moleiro deshonrado de por vida por bellaco sin hombría, denigrador de una dama cuyos ovarios ya quisiera.
ASCENSORES DEL 23: LICITACIÓN AL VAPOR
La asociación Antonio José de Sucre reúne 50 juntas de condominio del 23 de Enero y lleva 6 años arreglando y manteniendo los ascensores de la zona y dando otros servicios, utilizando trabajo voluntario de los vecinos y pasando por la contraloría social. Pero el INAVI le da el contrato millonario de 26 ascensores a una empresa que está atrasada con el único ascensor a su cargo. La justificación del INAVI es que el beneficiado Consorcio Confalven “cumple con las exigencias técnicas y jurídicas” y pide menos. Sabemos que los corruptos siempre cumplen con las “exigencias técnicas y jurídicas” y piden menos cuando conocen de antemano lo que los rivales piden. La comunidad protesta y el director del INAVI, Alfredo Bozo, declara que se reunió con los vecinos (lo que es falso según ellos) y que fue “amenazado”, sin aclarar por quien ni cómo. Un típico caso de enfrentamiento entre poder popular y burocracia donde se juega el destino de la Revolución Bolivariana.
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