Los grandes protagonistas y causantes de la enfermedad terminal que padece el actual sistema capitalista, con los EEUU como policía del mundo y Europa , Japón, China, Tigres asiáticos y ahora arribistas (caso del G20) como India, Brasil, Argentina, Méjico, Arabia Saudita y otros con guiones de tercera categoría, son precisamente los países que más han explotado, subyugado y dominado a aquellas naciones denominadas del tercer o cuarto mundo, que por su subdesarrollo y sus precarias condiciones infrahumanas, son consideradas hoy las más desposeídas y olvidadas.
El problema de la mega crisis de los mercados mundiales no es coyuntural, como pretenden hacerle saber al mundo los detentadores del poder económico planetario. La crisis, que ahora comienza a coger candela ¡Ojo, es sísmica! y de magnitudes estructurales, por cuanto es el fin de un modelo capitalista donde solo ha tenido protagonismo la sempiterna explotación del hombre por el hombre, el consumismo como fin último, el perverso juego del dinero especulativo, y en fin, el cultivo de los anti valores que como objetivo final solo tienen cabida el dominador y dominado.
En lugar de enfrentar el hecho de que el antiguo juego se acabó, estos señores del Gran Capital preferirán no dar su brazo a torcer y resistir cada vez más y más fuerte, y buscar cualquier espasmódica solución –cual alegría de tísico— para atenuar la crónica enfermedad de un enfermo que se encuentra en su fase terminal.
En lugar de entregarse a los designios de un mundo nuevo (cambio de época) en donde lo social, lo equitativo lo solidario y lo participativo deba ser tarea de todos, seguirán tratando de reforzar las instituciones fallidas causando una brecha social o línea divisoria, aún mayor, entre los que tienen y los que no tienen; de la que esta última se incrementará geométricamente, potenciando estallidos y caos social a escala mundial.
Tal es la magnitud de lo que se avecina, que solo hay que bucear por internet o prender el televisor y ver los noticieros de las grandes cadenas televisivas, para darse por enterado de los acontecimientos y protestas sociales que –‘en pleno desarrollo’, a decir de Walter Martínez —, ocurren con inusitada rapidez en todos los rincones del planeta Tierra. ¡Es una lástima, que ‘nuestra contaminada y única nave espacial’ se encuentre con el nudo gordiano que la ahoga, provocado desde hace más de dos centuria por el establishment del Gran Capital!
Comparto lo equivocado de aquella frase atribuida a Francis Fukuyama “el fin de la historia y el último hombre”, pero asertiva si se aplica al fin de un modelo (capitalista) que fue concebido y dirigido por hombres que tuvieron un rol plagado de iniquidades, y que como todo, ellos también cumplieron su cometido, pero también es el fin de la historia y el último hombre…
Sí, estamos ante el forzoso dilema de dejar atrás un perverso modelo capitalista que nos ha manejado de manera inmisericorde desde el ‘egoísmo,’ o en su defecto elevar en el aquí y el ahora los niveles de conciencia colectiva, dándole un finiquito a ese perverso modelo capitalista, para darle paso a la verdad, la rectitud, al amor, la ecuanimidad y la no violencia; expresadas en la tolerancia, equidad, comprensión, solidaridad, igualdad de raza, igualdad de género y color de piel. ¡No hay vuelta atrás respecto a este cambio, que nos induce desde dentro la conciencia del colectivo!
En un artículo publicado el 21/3/08 en Aporrea.org (Derrumbe total del Capitalismo a escala planetaria) escribí que, …los sesudos imperialistas norteamericanos en la creencia de que son la máxima expresión de Dios aquí en la tierra, se creen además que son ellos los elegidos interlocutores para establecer comunicación celestial con el Creador. Y además en su geométrico protagonismo de la negación, se han querido erigir en este mundo como el ejemplo a seguir de la “verdad” y de los “derechos humanos”…
También dije lo siguiente: …Lo que fue considerado en un pasado remoto como el ejemplo de la virtudes ciudadanas, son hoy los EU, al igual que lo fue ayer el imperio romano, o más reciente lo que fue hace apenas un poco mas de 60 años la Alemania del megalómano Adolfo Hitler, un remoquete de país que cosecha desde sus mal nacidas entrañas de la inmoralidad, el descalabro de un sistema financiero que se cae a pedazos, y lo mas dantesco y doloroso es el daño moral que se le ha hecho a una sociedad de inútiles hombres blancos, mutilados por la férrea dominación de un imperio que les ha cercenado en el tiempo su capacidad de análisis, discriminación y discernimiento. ¡Y eso en una nación, no es más que la máxima expresión de codicia y egoísmo!!
De modo, es dable pensar que “el hundimiento del trasatlántico capitalista es irreversible” , por cuanto a eso se le suma el craso error de pretenden resolver el problema con los medios que la crearon…