Venezuela: ¿Estamos en la órbita de la lucha de clases internacional?

Descartar descuidadamente las interrelaciones naturales y sociales, sus contradicciones intrínsecas, es decir, la existencia vital de las cosas, y por ende sólo concentrarse en las superficiales apariencias aisladas de los acontecimientos fluyentes, de personas reales, clases sociales o épocas históricas, por lo tanto, complacer únicamente la práctica sistémica capitalista y la ideología lógica formal, puede resultar muy fácilmente en la destrucción material y la osificación intelectual, en la manipulación política, el adoctrinamiento y el control mental. Todo esto sirve como caldo fértil para toda clase de ignorancia y confusión porque no sólo destruye la solidaridad y resistencia obrera, sino favorece los intereses, los beneficios y el poder de la clase dominante. Por ejemplo, muchas investigaciones serias han demostrado que más del 80% de los poderosos medios de comunicación internacionales, controlados por gigantescas corporaciones, utilizan este mismo mecanismo de la ideología orwelliana arriba mencionado para divulgar mentiras descaradas sobre las rebeliones actuales de los trabajadores, sobre la Revolución Bolivariana en Venezuela y las luchas de clase en Zimbabwe, Sri Lanka, Nepal y otros lugares.

El imperio del Sr. Murdoch y sus agencias noticiosas muy frecuentemente utilizan la técnica ideológica orwelliana del "chivo expiatorio" para poner los hechos, eventos y realidades al revés: La libertad es la esclavitud, la guerra es la paz, el fascismo es la democracia, la barbarie es el socialismo, la lucha de clases es el terrorismo, Chávez es un dictador. Los mismos carniceros bárbaros de ayer, que arrojaron bombas de fósforo en Irak, hoy por hoy están reclutando en todo el mundo todo tipo de “agentes de paz” ... "¡Ay, vosotros fariseos, vosotros generación de víboras!" (Jesucristo)


La socialmente inculcada personalidad autoritaria (Adorno), la mentalidad feudal-religiosa de carácter amo (blanco) - esclavo (negro) aún existente y los complejos de inferioridad inducidos durante muchos siglos (siendo todo esto producto de una amarga herencia colonial, especialmente en el sur), dificultan seriamente la cultivación revolucionaria de una conciencia de clase proletaria a nivel mundial, con su respectiva lógica, razón, praxis y teoría. Grupos sociales enteros caen en los hoyos ideológicos del maelstrom de la “transición”, del “post-capitalismo” e incluso del “pro-capitalismo post-moderno”. Muchos de nosotros fácilmente nos volvemos presa de todo tipo de mitos políticos, flagrantes mentiras y engaños mortales, que van desde el “Reichtagsbrand” (incendio del parlamento) en la Alemania nazi, al evento de la “Bahía de Tonkin” en el caso de Vietnam, a Pearl Harbor, al misterioso incidente electromagnético de Bell Island en 1978, al fiasco nuclear de Chernobyl en 1986 entre los Estados Unidos y Rusia, al arrullo de horror de "Bin Laden", al cuento de hadas árabe del “9/11”, a las "armas de destrucción masiva" de Saddam Hussein al "apoyo de Chávez al terrorismo internacional", hasta la pestilencia de la "gripe porcina". Para creer en todo esto tenemos que ser fieles, ser firmes e incorregibles consumidores de ideología y de "verdades absolutas" autoritarias y totalitarias, rendirle culto al Mammon y odiar a todos los comunistas.

Hace seis años, el 26 de diciembre de 2002, tras el fallido golpe de Estado y el sabotaje petrolero organizados por la "oposición" en Venezuela, apoyada económicamente por el gobierno de los Estados Unidos, en un artículo, "Conspiración de los medios de comunicación internacionales contra Venezuela", publicado en inglés por la entonces recién fundada página web Aporrea.Org, alertamos sobre el "Eclipse de la Razón" a nivel global:

"Desde décadas, incluso siglos, como revolucionarios y pueblos oprimidos de África, Asia, América del Sur, Oceanía, el Caribe, y otros lugares, estamos acostumbrados a las distorsiones, mentiras, verdades a medias, difamaciones, el racismo, la discriminación, las conspiraciones; estamos acostumbrados al control mental y físico, a la inculcación de una mentalidad amo-esclavo, de los complejos de inferioridad, a nuestra maravillosa "educación" y "socialización", a la "libertad de pensamiento", a la "libertad de expresión", a la magnífica "libertad de prensa", a la "familia" de Venevisión, Globovisión, a las fantásticas "noticias" de "El Nacional", "El Universal", la "Voz de Rusia", la "Voz de América ", UPI, Reuters, ARD, ZDF, CNN, BBC, dpa, New York Times, FAZ, Der Spiegel, BILD, etc, etc. Ahora, también podemos añadir al 'Toronto Star'!"
(Véase: http://www.aporrea.org/actualidad/a1622.html)

Con respecto a la fabricación de "noticias" políticas, palabrería vacía o propaganda subliminal, los nazis (Hitler, Goebbels y Goering), los fascistas (Mussolini, Franco) y los estalinistas eran expertos en la falsificación de la historia, de los atributos de los procesos históricos y de los hechos de la realidad social. Es verdad que las ideas de los gobernantes se convirtieron en ideas dominantes, en ideología. Hoy en día se utilizan trucos, dispositivos e invenciones tecnológicas súper sofisticadas para engañar a las masas; con esta clase de aparatos para el control mental Goebbels se moriría de envidia ... incluso HAARP ahora está al servicio de la maquinaria propagandística global.

Un favorito de la propaganda sagaz, especialmente empleada por Globovisión y otros medios privados venezolanos, es el uso acientífico de adjetivos o características para descalificar a los oponentes. Alguien puede afirmar que "Hitler fue un dictador" y todo el mundo puede estar de acuerdo. Sin embargo, si la misma persona, viviendo en Venezuela, en la actualidad afirmaría que "Chávez es un dictador", o que "Venezuela es un Estado policíaco", entonces por nuestra seguridad nacional más vale que consulte urgentemente a un psicoterapeuta, por ejemplo, a Wilhelm Reich o a Frantz Omar Fanon. Porque las afirmaciones ideológicas tan irresponsables como esta, demuestran que muchos de nosotros ya se han convertido en víctimas de la despiadada manipulación, que no tenemos ni la menor idea sobre el capitalismo global, el imperialismo, la globalización, el socialismo y el fascismo, sobre lo que se trata la dictadura.



A pesar de las amargas lecciones fascistas del siglo 20 ... del Apartheid, del macartismo, Hitler, Mussolini, Stalin, Verwoerd, Franco, Batista, Idi Amin, Mobutu, Videla, Pinochet y Papa Doc, ¿por qué las clases obreras empobrecidas siguen haciéndoles caso a los líderes del fascismo y eligen a sus propios carniceros? ¿Por qué aquí en Venezuela al igual que en otras partes resulta tan difícil formar una vanguardia proletaria con conciencia de clase, un partido socialista?



Al comienzo de una Gran Depresión (1929) y en una guerra mundial devastadora, fascista e imperialista (1939 - 1945), nadie informó al público acerca de un "Proyecto Manhattan", la construcción de bombas atómicas y de "platillos voladores"; y aún ... especialmente en Alemania ... muchos social-demócratas, socialistas y reformistas acompañaron a decenas de millones de trabajadores que participaron alegremente como carne de cañón en aquella carnicería imperialista y perdieron la vida por nada a cambio. El público en general permaneció en la ignorancia, el hombre común sabía muy poco acerca de los extraños "pactos con el diablo”- el “Tratado Molotov - Ribbentrop", también llamado "Pacto de Hitler – Stalin” (1939), el cual al final nadie pretendía respetar.

¿Qué sabemos hoy sobre los futuros planes de las grandes potencias? ¿Cuán grande serán esta vez el sacrificio humano y los “daños colaterales”? La actual recesión y depresión de la Globalización es un Moloch que tiene un hambre voraz e insaciable por las armas, la guerra y la sangre humana.



Bueno, ya sólo las víctimas en el Medio Oriente constituyen el primer millón en una década.



La pregunta es, ¿por qué los trabajadores europeos (aparte de algunas excepciones valientes) le seguían tan fácilmente a Hitler y Mussolini? ¿Puede esto suceder de nuevo?

Los marxistas freudianos como Wilhelm Reich, Erich Fromm y Herbert Marcuse seriamente plantearon estas mismas preguntas ya hace años atrás. ¿Cómo fue posible que la clase obrera europea tan fácilmente cayó víctima a la propaganda fascista y se fue a la guerra, en defensa de la patria burguesa? ¿Por qué los marxistas fallaron en transformar la teoría revolucionaria en fuerza física socialista? ¿Será que el reformismo contrarrevolucionario de Karl Kautsky y Eduard Bernstein acabó con la lucha de clases y la dialéctica?

Cientos de autores han dado sus opiniones y respuestas a estas preguntas, que van desde los errores cometidos por los dirigentes socialistas, a los errores teóricos, hasta el cuestionamiento de la validez científica del marxismo mismo.



En 1966, como parte de mis estudios filosóficos, asistí a una clase sobre "Dialéctica Negativa" de Theodor Wiesengrund Adorno en la Universidad de Frankfurt, donde debatimos su famosa declaración: “Escribir poesía después de Auschwitz equivale a una barbaridad". Me pregunto qué habría dicho Adorno con respecto a la barbarie actual a escala mundial.



Sin embargo, fue Wilhelm Reich, que analizó justamente la esencia del problema, identificando el fascismo como la profundamente arraigada actitud emocional fundamental de todos y de cada uno de los seres humano explotados y reprimidos de nuestra civilización moderna industrializada. A partir de sus experiencias realmente práxicas como psicoanalista, médico y científico natural, Reich había observado que la estructura del carácter humano en la civilización industrializada, que en sí misma es el producto del proceso de socialización, inevitablemente reproduce la estructura social de la sociedad en forma de ideología.



Lo que sigue es especialmente importante para la Revolución Bolivariana en Venezuela y la lucha de clases a escala mundial.



Reich descubrió, que la ideología de cada formación social (o modo de producción) existente, no sólo tiene la función de reflejar de manera torcida su estructura económica en la mente de sus miembros, sino de enraizarse igualmente en su psiquis. Por lo tanto, Reich identificó la ideología como un obstáculo para el cambio radical de la sociedad, ya que de hecho constituía una fuerza física que les impidió a los oprimidos actuar en favor de la revolución. En analogía a la famosa declaración de Marx, que la teoría se convierte en una fuerza física (violencia) en el momento en que capta las masas, Reich fue a preguntar: ¿Cómo se convierte la ideología en una fuerza física, tan pronto como capta a las masas, y cuál es el efecto concreto de esto? Reich dio la respuesta en forma de su espléndido análisis de la Psicología de Masas del Fascismo: es la supresión sistemática de la energía humana erótica generadora y conservadora de la vida (a la que llamó “Orgón”) por parte de la civilización industrializada y, de hecho, a lo largo de miles de años de la tan llamada civilización humana, la que es responsable de la paralización del carácter humano. Sólo una revolución radical en todas las esferas de la vida y la civilización humana como tal, podría permitir lo que Reich llama el carácter creativo, autónomo y natural, y lo que otros como Frantz Fanon y Ché Guevara simplemente han llamado: el Hombre Nuevo.

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Franz J. T. Lee


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