Si algo es importante dentro de esa gran industria mundial que es el turismo, es la limpieza en todos los sentidos a través de los cuales que se le quiera apreciar. El turismo nada quiere saber de la basura y la contaminación, pues su objetivo central es el mantenimiento.
Estas reflexiones las hacemos durante una caminata matutina por la avenida de la costa, la misma que se inicia en El Playón y concluye por las cercanías de lo que conocemos como El Caribe. Y aunque sepamos del esfuerzo que se hace con algunas cooperativas, a los fines de sanear para atraer, pues falta mucho por desarrollar en materia de limpieza y mantenimiento.
Los vecinos de Macuto lo primero que le dicen a los amigos que los visitan, es que “si van a ir a una playa, pues manejen hasta la costa”, refiriéndose a los poblados que están más allá de Los Caracas y es que, de seguida, viene la explicación a la recomendación que hacen:
“No se atrevan a bañarse en estas playas, pues están contaminadas con la permanente afluencia de aguas servidas. Hay sitios donde el olor a cloaca es terrible. Por si fuera poco, todos los desagües están tapados y muchas de las bocas de salida les han robado las tapas; las playas viven sucias y llenas de plásticos, latas y botellas de cerveza; unos cuantos conscientes se ocupan de mantener bien las playas donde trabajan, pero otros no; hacen falta plantas para tratar las aguas servidas; además, requerimos que la seguridad policial desarrolle el operativo de playa segura, porque muchos trabajadores son amenazados por algunos delincuentes o jóvenes que llegan amanecidos o borrachos a las playas, después de una juerga alcohólica o de drogas y de paso, más de un jovencito anda metiéndose cosas por las narices en las mismas playas”.
Lo que es una realidad es que, para captar a los turistas, es indispensable un plan nacional de mantenimiento, educación permanente para el mantenimiento como parte de una política de turismo, operativos permanentes de mantenimiento y limpieza, reciclaje y, mucha seguridad en las propias playas.
Si algunos recuerdan, en la década de los setenta fue creada una Fiscalía General de Mantenimiento, pero la misma se vino al piso mientras sus directivos se la pasaban viajando por el mundo a cuestas del patrimonio de esa institución.
Lo que hay que hacer, no puede quedar para mañana, debe ser para ya, porque lo que tenemos en el horizonte es la gran industria del turismo, pero esto no se puede hacer si seguimos con las viejas costumbres de ensuciar todo y mantenerse indiferentes.
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