Pudo haberse instrumentado un procedimiento más protagónico, pero ese fue el esquema que se adoptó y de esa opción delegativa se desprende la responsabilidad de hacer una selección que responda a las expectativas que cada patrullero y patrullera tenga para que finalmente, los elegidos y elegidas procedan a darle personalidad al Partido Socialista de Venezuela
¿Cómo debería actuar la vanguardia que tiene la responsabilidad de elegir?
Cada patrullera y patrullero está ubicado en un determinado espacio de un Municipio y desde ese espacio, la patrullera o patrullero tiene un primer nivel de referencia para tomar una decisión, que por supuesto tiene que considerar que el I Congreso Extraordinario tiene un reto y ese reto, fija unas condiciones y un perfil de los delegados y delegadas. En ese sentido, estamos como obligados a:
1) Tener a tiempo la propuesta municipal de delegados y delegados y revisarla en función del objetivo del I Congreso y de la imagina que tenemos sobre cómo debe ser el PSUV.
2) Contrastar el perfil que tenemos de un delegado o delegadas con las opciones que nos ofrecen.
3) El contrastar el perfil que tenemos vs. Perfil real del candidato o candidata, supone tener un nivel de conocimiento de cada una de las opciones candidaturales.
4) Si por alguna razón, no tenemos ese conocimiento, es importante realizar una pequeña investigación para fijarnos una idea que nos permita tomar la decisión, que más se ajuste a la imagen que tenemos y deseamos del PSUV.
5) Comprometer al candidato o candidata con un programa de debate. El acto del próximo 15/11/2009 no se reduce simplemente al acto de votar y olvidarnos de nuestra responsabilidad. Votar este domingo (15/11/2009) es parte de nuestro compromiso y responsabilidad, que tiene seguidamente un compromiso mayor. Votar es un primer paso, que debe seguirse con jornadas de información y discusión en las cuales los patrulleros y patrulleras tendremos la opción de hacer corresponder este proceso de construirle perfil al PSUV, con una jornada menos representativa o delegativa y más protagónica. Es una falla que los electores tenemos la necesidad de evitar, porque asumimos que esta jornada no se reduce a simple acto de votar. Si las delegadas y delegados asumen o se manejan que esta responsabilidad supone un “rendir cuentas”, no debería repetirse el caso de los delegados de las circunscripciones. Por nuestra parte, estamos éticamente frente a la responsabilidad de solicitar “rendición de cuentas” o rendición de informe.
6) Por último. Es importante no caer en la trampa de lo “ideológico”, que a veces lleva a supones erradamente, que ese aspecto tan importante está desconectado de lo práctico o del hacer. Son dos aspectos que se nutren dialécticamente y en consecuencia; la ideología no es una dimensión que se reduce a modelo de valores un tanto lejano en el tiempo. Lo ideológico es también una forma de comportarse en el desarrollo de un gobierno.
