El caso que
nos atañe es referente a un contrato firmado entre la República Bolivariana
de Venezuela y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), según Contrato
de Préstamo No 1359/OC-VE, que establece como ente ejecutor al Instituto
de Investigaciones Agrícolas (INIA), dependencia adscrita al Ministerio
del Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT), en el cual
se establece que este proyecto esta bajo la supervisión directa del
Presidente del INIA y del Gerente de Programa de Tecnología Agropecuaria
(PTA); los titulares para ese entonces están ya fuera de la Institución.
Presuntamente se planificaron cientos de millones de bolívares y nos
preguntamos: ¿su ejecución actual justifica este gasto? ¿A que obedece
la demora en la ejecución y entrega de la obra?
Existen documentaciones
técnicas en las cuales se señala lo inapropiado de estos laboratorios,
a los cuales para poder ejecutarse la mudanza deben hacerse remodelaciones,
nuevamente preguntamos: ¿Lo ejecutado hasta el momento aguantaría
una evaluación técnica?
El contrato
firmado por la República, estipula la construcción de un conglomerado
de laboratorios en los cuales funcionaría lo que desde el 2003 llamado
Sanidad Animal (SA). En efecto se ejecutó esta construcción, en el
Campo Experimental del INIA-CENIAP, ubicado en los terrenos adyacentes
de las Facultades de Veterinaria y Agronomía de la UCV, en la ciudad
de Maracay, estado Aragua.
Los laboratorios
que actualmente están ubicados en el sector Las Delicias, contigua
a la urbanización El Toro de Maracay, entre cuales están: Patología
Porcina, Patología Aviar, Arbovirus, Virología General, Rabia,
Microbiología de Peces y Crustáceos, Control de Productos, Bacteriología
General y Enfermedades Vesiculares, deberían de acuerdo al contrato
firmado con el BID, hace rato haberse mudado a las nuevas instalaciones,
hecho que no ha ocurrido y que bajo las condiciones actuales de la construcción
no puede ocurrir. Presuntamente por ello el Estado venezolano está
cancelando multas monetarias por no cumplir con lo estipulado en este
contrato con el BID.
El grave
problema es que las edificaciones que se hicieron no cumplen con
los mínimos requisitos técnicos y de bioseguridad requeridos,
para llevar a cabo el traslado de estos laboratorios (equipos, reactivos,
personal, animales de experimentación, etc.), considerando que son
sede de diagnóstico e investigación de importantes patologías y zoonosis
animales. Estas nuevas construcciones fueron hechas haciendo caso omiso
a las reuniones sostenidas con el personal técnico de SA.
Para ilustrar
a nuestros incondicionales lectores de Aporrea, podemos señalar entre
muchas cosas que se omitieron, las siguientes:
*Construcción
de un horno crematorio, indispensable para el procesamiento de cadáveres
y otros residuos.
*Tanque
de almacenamiento de agua, que garantiza la disposición permanente
del vital liquido.
*Planta
de aguas servidas y residuales, para evitar la contaminación del medio
ambiente.
*Adecuación
del sistema eléctrico como única garantía para la preservación de
materiales biológicos (cepas de virus, colonias bacterianas, células,
entre otros), además de la conservación de vacunas en proceso de control
de calidad.
*Área con
las condiciones para la disposición de desechos de alta peligrosidad
que generan los laboratorios.
*Galpones
experimentales con dimensiones y niveles de Bioseguridad requeridos
para el desarrollo de actividades de investigación, diagnóstico y
control de biológicos, cuya disponibilidad es obligatoria para la ejecución
de las tareas específicas, y la consecución de resultados confiables.
Podemos continuar
señalando omisiones que no se ejecutaron en tan importante obra, que
van contra el erario público, y apoyan la impunidad, por todo lo mencionado,
siguiendo las directrices del compañero Presidente, reiteramos una
vez más distinguida Presidenta del CMR, que se investigue este contrato
con el BID, y se castigue si hay hechos dolosos, ¡CAIGA QUIÉN CAIGA!