El gobierno bolivariano venezolano, tiene que verse en la necesidad de ejecutar un trabajo conjunto en la frontera para combatir y enfrentar a las bandas que se encuentran vinculadas a organizaciones ilícitas del lavado de dinero, contrabando y drogas. Entendemos que sí hay el apoyo, pero, con una significación muy menor y la idea principal es aumentar los puntos de control y las milicias en toda la línea fronteriza.
Así que, el combate a las inversiones de corrupción constituye un indicativo de la importancia que deben tener los vecinos para solventar éste problema que ataca a los grupos familiares que hacen vida en común a ambos lados de la frontera. La presencia de la Secretaria Clinton, Janeth Napolitano y su agrupación es un claro indicativo que se busca el control de éstas agrupaciones que actúan en el país de una manera muy lascivia como picante.
Lo importante, es que nuestros gobernantes tendrán que respetar y establecer problemas nuevos que conduzcan a soluciones novedosas, donde se debe demostrar mucha creatividad en el diseño de políticas de control al ciudadano.
No es raro, pues, ante los anteriores fracasos, debemos optar a un plan de acumulación creciente de militantes que acompañan al sector militar en el control de éstas irregularidades amparadas bajo el manto de la corrupción.
Los gobernadores no son idiotas, pero, algunas veces permiten actos sucidas de carácter político por la impericia policial y la falta de precisión en las actuaciones públicas.
No debe existir piedad para quienes actúan al margen de la ley. Tampoco debemos dejarnos intimidar por los grupos que funcionan en la línea fronteriza, hay que insistir en la aplicación de un programa conjunto que nos permita permanecer al lado de Venezuela y su lucha contra las bandas que promueven el delito público.
