No se trata de criticar las acciones de nuestro gobierno para buscarle cuatro patas al gato, sino de llamar a la reflexión sobre la necesidad de que se promuevan operaciones en correspondencia con la profundidad y complejidad de los problemas que se nos presentan.
Enfrentar el sabotaje y la especulación, como frentes de ataque de una guerra económica requiere de una verdadera sala situacional, donde se procesen oportunamente los problemas asociados a la guerra económica y se tomen decisiones tecno políticas útiles, completas y oportunas del más alto nivel, donde se le haga seguimiento a las operaciones y se revise en tiempo real la modificación de los problemas ante las acciones en desarrollo; acciones como respuesta a los nudos críticos generados de procesamiento tecno político de los problemas; así mismo, se deben ubicar los actores involucrados en todos sus niveles, tanto aliados, como oponentes para analizar el peso que estos tienen y su grado de influencia.
Si en una Sala Situacional, se pueden incluir los aspectos mencionados, más allá de un centro de recepción de denuncias, el cual resulta además necesario, se tendrá una mayor oportunidad de neutralizar y disminuir el impacto negativo en la población de tales problemas. Lamentablemente en el país, la mayoría de las Salas Situaciones terminan siendo juguetes informáticos, alejados de los principios teóricos y metodológicos que impulsara su creador el Maestro Carlos Matus, por lo tanto, bajo esta errada aplicación su utilidad como herramienta de procesamiento tecno político y análisis para la toma de decisiones pierde casi todo su potencial.
Según Ministro para Transporte Acuático y Aéreo, Héber García Plaza, Jefe Operacional del Órgano Superior de Defensa Popular de la Economía (OSDPE), “La Sala Situacional del OSDPE atenderá la denuncias de las y los ciudadanos las 24 horas del día por el teléfono 0800-SABOTAJE, para lo cual cuenta con 30 operadores/as provenientes del Frente Francisco de Miranda, sumados de manera voluntaria a esta tarea. También se ha puesto a disposición de público un correo electrónico y una dirección de twitter”
Si la sala inaugurada es solo para recepción de denuncias, tal como lo leí y transcribí de APORREA, su impacto en el enfrentamiento de los problemas que se pretenden intervenir será muy bajo, lo mejor que pudiera pasar es que atendamos los efectos o consecuencias de los problemas sin atacar sus verdaderas causas raíces.
