De médicos, medicinas, acaparamiento y especulación

Acabo de leer un relato desgarrador de una madre cuyo bebé de 3 años ha sido quemado en un clínica privada, operándolo, seguramente innecesariamente, de una fractura de mano ocasionada por una caída en una escuela tembién privada. Probablemente, si esta señora hubiera llevado su hijito a un CDI ya estuviera corriendo y feliz con su manito enyesada, les cuento que mi hermana cuando tenía 70 años se cayó y tuvo fractura desplazada de la muñeca, fue atendida en un CDI donde le redujeron manualmente la fractura, la enyesaron y luego le hicieron terapia en un CRI, hoy tres años después está divinamente.

Pero bueno, a lo hecho pecho, y ahora le toca a las autoridades venezolanas poner presos a esos carniceros y cerrrar esa clínica donde hay tan extrema negligencia, sin que las víctimas, hoy muy ocupadas con su tragedia tengan que hacer nada para ello. Como madre y abuela, exijo justicia. No hay excusas, quiero verlos presos en Tocorón junto con los pranes.

Tengo también que referirme a las palabras del diputado Julio Chávez en una entrevista que le hiciera Vanessa y tambien ahora, en cuanto al acaparamiento. Está fuera de discusión que tenemos Patria y Soberanía, que para lograrlo nuestro Chávez dio su vida, pero es estúpido atribuir a la poblacion la situación de acaparamiento y especulación existente, y es lo que hacen quienes hablan de compras nerviosas y de dejarse engañar. Primero, más que compras nerviosas, que si las hay porque por ejemplo cuando aparece una vez al mes, si acaso, la harina precocida, la gente, sabiendo que se va a desaparecer, compra más de lo normal, lo que hay es acaparamiento por parte de los buhoneros y bachacos, unos para venderla más cara y los otros para que se la lleven para Colombia. ¿ Y que hacemos nosotros, ¿que hace Julio Chávez? Nada, absolutamente nada. Lo mismo pasa con el papel, el jabón, etc.

Aquí an Aragua hay tres fábricas de papel higiénico, sólo han intervenido una y no se que hicieron después, hasta cuando se van a burlar de nosotros. No es que vamos a amenazar con radicalizar nada, es que ya tenemos que radicalizar con sentido común. Prisión para los acaparadores y especuladores, pero es ya, decomiso de los bienes acaparados, esto es una guerra que no se combate con pompas de jabón. Control y supervisión en la cadena de distribución tanto pública como privada.

Los Bicentenarios tienen que ser intervenidos y darles un vuelco de 180 grados, pero ya, no es que destituyen al gerente del de la Plaza Venezuela, es que lo destituyen a él y a sus cómplices y los ponen presos y les decomisan sus bienes.

Tenemos que endurecer la acción y siempre rodilla en tierra


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