Esta guerra económica que se viene ejecutando en Venezuela, en la práctica no es contra el gobierno, sino contra el pueblo en general…incluso contra quienes respalda a sus gestores.
Los ricos, oligarcas, clase media alta y otras especímenes de la Derecha son una minoría si la comparamos con la inmensa masa popular, con el llamado pueblo llano y la clase media baja consciente que jamás podrá ser clase dominante. Es mirando ese espejo donde debe hacerse el trabajo político e ideológico que, lamentablemente, no se está haciendo o se hace mal o a medias por quienes tienen en sus manos la batuta política del proceso bolivariano.
No es suficiente con vestirse de “rojo-rojito” - de lo cual se aprovechan vividores y falsos revolucionarios para engatusar a incautos y cometer sus fechorías-, hay que demostrar en la práctica que se está con este proceso que no es ni mamadera de gallo ni juego de niños. La Revolución y esta que se propone a construir en nuestro país un socialismo a la venezolana, con sus características particulares; pero, con el contenido esencial del socialismo diseñado por los teóricos universales del socialismo científico (Marx, Engel, Lenin) mas los aportes de Gramsci, del peruano Mariátegui y otros estudiosos de esta maeria….necesita obligatoriamente que quienes están como vanguardia de este proceso ( el GPP y dentro de su seno el PSUV) menee fuertemente la mata de su estructura y activen una dirigencia clara política y filosóficamente, de probada solvencia ética y moral y vinculada de verdad a las masas, no sólo “discurseadores” en asambleas de asistencias enlatadas o, que desgraciadamente existen (algunos) como en los partidos burgueses, mandaderos de algunos “jefes”. Supongo que el discurso de Maduro en la AN el Martes 8-10, debería servirles de algo.
Lo expuesto antes es para afirmar que sólo con una organización de vanguardia clara en su papel, es posible derrotar a la especulación que como “punta de lanza” está utilizando como avanzada la derecha venezolana en su guerra económica… porque con blandengues, oportuistas, quintacolumnas y conciliadores no se hace revolución.
