Quinto malo

Volver al rancho pero a precio de Dolartudey

El fascismo viene hoy por la calle del medio queriendo imponer en Venezuela, a troche y moche, una legalidad que debilite al Gobierno Revolucionario Bolivariano y Chavista, a la vez que les permita imponer el paquete de medidas económicas, como ya lo intentaron aquel comienzo de año de 1989, cuando la dictadura del capitalismo la ejercía el apátrida y facineroso Carlos Andrés Pérez.

Ese fascismo, agolpado ahora en el control del poder legislativo, por su mayoría en la conformación de la Asamblea Nacional, hace desmanes desde su instalación en la presidencia y dirección de las distintas comisiones de la misma. Luego de descolgar el cuadro del Libertador Simón Bolívar y de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, los dictadorcillos aferrados a sus curules, no sólo amenazan sino que aprueban provocadoras medidas y leyes que apuntan a la desestabilización del Gobierno Revolucionario que preside, desde el Ejecutivo, el camarada Nicolás Maduro.

Esa Asamblea acaba de proponer y aprobar una ley que golpea contundentemente a la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), creada por la Revolución Bolivariana y Chavista para contribuir a ofrecer la mayor suma de felicidad al pueblo venezolano y saldar la enorme deuda social en materia de viviendas.

De un plumazo, la derecha alentada por el imperio estadounidense y los dueños del gran capital, “otorgan” títulos de propiedad a quienes ya son dueños de viviendas asignadas en condiciones de amplia solidaridad social, bajos intereses y cómodas cuotas para la cancelación de las mismas. El “título de propiedad” (como si o existiese para los beneficiarios de la GMVV) “legitima” la venta de los inmuebles asignados, tan pronto como los reciben. Lo pueden hacer como quieran, hasta en dólares, y preferiblemente bajo el delictuoso parámetro conspirativo de “dolartudey”. Se otorga campo a la privatización de estos inmuebles y a la consecuente eliminación automática de la Misión que fue concebida por el Comandante Hugo Chávez como precursora de la igualdad en la Patria socialista.

En un pase hipnótico intentan convencer a los beneficiarios que ya poseen sus viviendas de que vendan su inmueble para que, de inmediato, “cuenten con una bola de billetes” en sus manos. Lo que no les explican es que, JAMÁS podrán volver a conseguir una vivienda como lo hicieron en Revolución con la GMVV y jamás podrán adquirir en un mercado privatizado e hipotecario una vivienda similar a la vendida y ni siquiera un rancho de inferiores condiciones a las que, posiblemente, abandonaron al recibir su inmueble por la Misión.

El pueblo proletario, pobre y víctima, sin otra opción que la de la asfixia y la muerte, quedará nuevamente enmarcado dentro del marginalaje que genera el capitalismo y de donde había conseguido salir, gracias a la Revolución Bolivariana y Chavista y el Gobierno, presidido hoy por el camarada Nicolás Maduro.

A todas éstas, desde Cartagena, Colombia, un mayamero, apátrida y proimperialista, que se dice venezolano, ha dicho que “Venezuela tendrá, en 2016, una pobreza, un dolor y un sufrimiento nunca antes visto en América Latina”. La desastrosa y terrorífica profecía, que corre por el mundo a través de NTN24 y otros medios. Miami y Bogotá funcionan como bases de los laboratorios que generan y multiplican esos mensajes ablandadores de conciencia. Se criminalizan las principales acciones políticas del Gobierno. Se pretenden reactivar los ataques terroristas ejecutados en 2014, principalmente en Mérida y Caracas. Entre tanto, como parte del despliegue contrarrevolucionario, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se reunirá este jueves 4 de febrero, con su par estadounidense, Barack Obama, para solicitar “mayor presencia de militares yanquis en territorio colombiano”.

Es parte de un mismo despliegue mediático, económico, político y militar de bloqueo y asfixia contra Venezuela, la Revolución Bolivariana y Chavista, en la esperanza de dar al traste con ella en un tiempo muy perentorio. Seis meses han dicho los altaneros atrincherados con sus bandas contrarrevolucionarias en la Asamblea Nacional. ¡Debemos estar alertas!

Olvida el imperio, sus agentes y operadores contrarrevolucionarios que el 4-f, es memoria de un pueblo patriota que no olvida y está de pie para defender su Revolución, su esperanza de independencia y de Patria socialista. “El camino es duro, pero es el camino”, nos recuerda siempre el comandante Argimiro Gabaldón.



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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