Ya los venezolanos perdimos la cuenta del tiempo que llevamos oyendo declaraciones de funcionarios de diferentes rangos, quienes  al coincidir en que las plagas de los llamados bachaqueros, mientras se enriquecen de manera fácil, le hacen el trabajo a la derecha abonándoles el camino, en su afán de derrocar al gobierno revolucionario, anuncian planes para eliminarlos, capturarlos, meterlos presos etc.

Se manejan opiniones  de que con una buena inteligencia y voluntad política eso es posible, mucha gente ha propuesto estrategias de las cuales, algunas, se han implementado pero han terminado en un rotundo fracaso, porque las colas siguen y más bien se incrementan, la reventa de artículos de primera necesidad se extiende cada vez más, la inflación galopa libre como el viento y la gente acumula frustraciones, al ver cómo nunca le alcanza el dinero para cubrir sus necesidades básicas, porque cada vez que va al mercado tiene  que pagar más por todo.

En información que aquí nos llegó a los habitantes del país que más sufrimos los embates de la guerra económica, que somos quienes vivimos en frontera y que  tiene que ver con las acciones puestas en prácticas por el alcalde de San Francisco en el Estado Zulia quien demostró que si se puede darle un parado a esa nueva clase de delincuentes que tanto daño están haciéndole a la familia venezolana y a la economía del país.

Se cuenta que el burgomaestre, al frente de un piquete de autobuses en las primeras horas de la madrugada procedió a recoger a quienes estaban presidiendo las colas que siempre son los bachaqueros del día, pero que se apostan en las colas incluso desde la noche anterior y los llevó a buen recaudo donde pudo comprobar que la mayoría formaban parte de la nueva mafia, a la que tanto le debe la derecha venezolana.

Los reseñó, los chequeo, los mandó a bloquear,  pero además procedió a garantizar las ventas de los productos de primera necesidad de forma supervisada a fin  de garantizar que les sean vendidos a quienes los necesitan y nunca a quienes proceden  a revenderlos a precios exorbitantes.

La pregunta  obligada entonces, que todos nos hacemos es ¿por qué esa experiencia exitosa no se replica en todo el país?

Muchos dicen que la razón es porque con seguridad, la gente de la derecha y sus medios a la cabeza, van a salir de inmediato a acusar al gobierno de la violación de los derechos humanos de “esa pobre gente” y entonces si eso fuese así ¿Dónde quedan los derechos  de millones de venezolanos a los que se nos viola el derecho a la vida, escondiendo los medicamentos o llevándoselos fuera del país, el derecho a la alimentación  y encima se nos somete a una especulación atroz desde todo punto de vista?

Yo, como muchos, pienso que todo lo que se haga para acabar con el flagelo del bachaquerismo vale tanto como lo que se hace para eliminar la depredación de una invasión de ratas en nuestra casa o de los vectores de las últimas dolencias por acción de la picadura del zancudo aedes egipti, en sus diferentes mutaciones.

Existen estrategias que se pueden implementar, muchos las han expuesto pero pareciera que quienes están obligados a hacerlo, como que se inclinan al favor del enemigo y apuestan a fracaso de la gestión de gobierno.

Por ejemplo: ¿Cuesta mucho incrementar la función de inspección y fiscalización formando en cada barrio, urbanización o comunidad grupos de personas, sin tomar en cuenta militancia política alguna, para que detecten en sus jurisdicción los negocios que son surtidos por los bachaqueros internos y por esa vía detectar a los proveedores, que compran en cambote en los supermercados y surten a las bodegas?

¿Es muy difícil lograr que cada familia reciba y pague en su hogar cada quince días un combo de alimentos, útiles de aseo personal e incluso medicamentos que les hayan sido formulados a miembros de dichas familias para consumirlos de manera prolongada o de por vida?; así como se provee de gas domestico cada familia, igualmente se puede hacer con el combo, solo que de manera estrictamente religiosa cada quince días.

¿Se acaba el mundo si se imita en todos los municipios del país al menos en los más de 200 en los que el alcalde es revolucionario, la labor exitosa del Alcalde de San Francisco?

Lo indiscutible es que hay que hacer todo lo que sea necesario para eliminar el terrible daño que los bachaqueros de todas la categorías, los que hacen cola desde el día anterior o desde muy tempranas horas de la madrugada, los que se prestan para hacer la cola y luego vendérsela a los bachaqueros, los que van de supermercado en supermercado y arrasan con los productos regulados en menos de lo que canta un gallo, los que por ser familiares o amigos de dueños de abastos reciben los productos para que los revendan en sus sitios de trabajo o a particulares que se ven obligados a pagar el sobreprecio escandaloso para poder subsistir ( los que pueden).-

Si se sabe, por ejemplo, que la pasta de dientes escasea, porque la Colgate está sumada a la guerra económica de manera abierta y descarada, y sin embargo se consigue en todas sus presentaciones, a precios exorbitantes, sobre todo en los llamados mercados populares, lo cual es prueba irrefutable de que la tenían acaparada esperando la oportunidad para sacarle la mayor ganancia, ¿Por qué no actúa el organismo correspondiente para frenar lo que a todas luces es una flagrante violación de la Ley?.-

Todas estas cosas, son comentarios que se han convertido en el pan nuestro de cada día en cualquier  sitio donde se reúnen dos o más personas, lo cual demuestra que el pueblo está bien claro de lo que está sucediendo pero lo lamentable es que, y es mi experiencia,  la mayoría culpa al gobierno, aun sabiendo que sus vicisitudes son producto de estrategias de la derecha interna y foránea, pero reaccionando como lo hace porque no concibe que la capacidad de respuesta oficial esté siendo rebasada por un grupo, dolorosamente cada día más numeroso, de venezolanos o no, que tanto daño están  causando al pueblo y a nuestra economía, la familiar y la de la Patria.