La Tecla Fértil

Banesco, la brecha salarial ante la institucionalidad y el terrorismo

Turquía y Bruselas constituyen el nudo para el paso de alimentos hacia el otro mar, teniendo presente a la Unión Europea, Desde los vinos españoles hasta su aceite de oliva llevan un proceso de mercantilización que los organismos independientes al Estado se abaratan los costos para asumir el liderazgo junto a las cooperativas y dejarnos en los estantes, productos de calidad, teniendo como referencia a la península española. Lo que se busca prevalecer, son los márgenes de ganancia y el impuesto que debe pagar cada consumidor, hasta las naranjas argentinas que ya viajan hacia el mundo oriental junto a los mangos venezolanos. Las excusas, vienen luego y la figura tributaria allana el camino al lado de la subida de pensiones en los presupuestos.

La brecha salarial es una interrogante de los empresarios hacia los trabajadores, quienes valoran poco, cualquier esfuerzo, porque andan pendientes de los encantos del gobierno, en este caso, del bolivariano.

Las autonomías de algunos sectores poblacionales confederados nos llevan a un criterio independentista, donde, solamente se observa lo económico, porque, vamos muy de prisa y, miles de empresas no se fían ya, de los republicanos sin república. Es un aspecto crematístico de una realidad que nos lleva al éxito o fracaso como ciudadanos.

Sin duda, nos dejamos llevar por una torpe política gubernamental y la complicidad inerme de los burócratas del gobierno que desean jugar una especie de domino con la unidad de los movimientos políticos de Latinoamérica y españoles, vía Bruselas quien acoge a los barcos de China y norteamericanos en una estrecha disputa comercial entre ambas potencias por los aranceles, cuyo valor viene calcándose en la acción pirata de somalíes y guyaneses que ya empiezan abordar estos barcos, pidiendo un valor, cual guerrilleros y, donde el consumidor final de las formas comerciales ofertadas deben cancelar un dinero para proseguir su ruta, en esto, ya se han elaborado rutas o corridas de viajes.

Siempre, el papel es proteger las balanzas de pago y los derechos de propiedad intelectual. Por ahora, se viene pechando a las grandes tecnológicas para hacer resistencia a las grandes demandas por efectos de sostenibilidad.

Detrás de todo esto, hay un gran desafío terrorista y de pranato. Muy poco nacionalista y a la postre de rendición ante ciertas ordenes de carácter político e ideológico, que, se torna clandestino y que cuenta en la estructura del Estado con comandos clandestinos y burocrátas que determinan en la representación civil, un fraude al mismo Estado.

Aquí, no hay preguntas que eludir, el mejor ejemplo es Banesco y otras entidades financieras del Estado, como Bicentenario y Venezuela, que deben ser intervenidas urgentemente porque constituyen cascarones de las mafias mercantiles del país.

El terrorismo de Estado, que ya refleja un espectáculo desplegado en las finanzas públicas y que anuncian un final, pero, sus personajes son articulados de nuevo, constituyen un despliegue mediático de sus propias fuerzas internas y, por esto, el Estado, debe regularizar las redes sociales, porque es todo un sistema psicológico y y social que afecta desde el pensionado hasta la persona más humilde en situación de pobreza, porque es un abrasivo que el mismo campo político coaccionó para dar una mejor condición de vida a su grupo político.

La democracia ha sido engañada por los enganches y los últimos gobiernos que le dieron una oportunidad a dirigentes de la izquierda y se ufanaron contra su propia víctima el pueblo. Las instituciones del Estado y los partidos políticos democráticos no han sido capaces de gobernar sus propios territorios y allí, se suceden una diversidad de situaciones que quebrantan los márgenes del hacer político.

La nueva izquierda, es un terrorismo organizado de la vieja oligarquía para instrumentar condiciones de dominio geopolítico y territorial, donde la anomalía democrática, llega, como lo dije al principio al sector comercial y automotriz para erigirse manifestando una derrota al capitalismo, cuando, ellos mismos son unos jeques del capitalismo.

La manida batalla del relato instrumentaliza la memoria con una política memorialística limitada a recordar las atrocidades y a reivindicar la injusticia de los crímenes, pero sin exigir la necesaria rendición de cuentas a los terroristas nacionalistas y a sus cómplices. Estos ya han recibido el perdón político y moral e incluso penal con numerosos crímenes impunes. Por ello, muchas apelaciones a la memoria equivalen a extraer la última gota de sangre de esas víctimas a las que se les promete justicia mientras se les niega tan irrenunciable derecho.

Tzvetan Todorov desenmascaró a quienes se presentan como "bravos combatientes por la memoria y la justicia" que, sin embargo, utilizan la memoria como sustituto de la justicia para eludir sus "responsabilidades frente a las miserias actuales".

Las consecuencias del terrorismo económico son blanqueadas incluso por algunos demócratas que abusan del sentimentalismo para vaciar de contenido político la violencia nacionalista, borrando cómo esta ha deformado el tejido político y social del País Vasco y Navarra. Venezuela y Argentina.

El mutis del gobierno bolivariano, es un show propagandístico rentabilizado por quienes la legitiman ante la inacción de un Gobierno español que solo contrapone un eslogan: El capitalismo ha sido derrotado. La realidad demuestra que se trata de un significante vacío con el que ocultar la dejación política que ha evitado una verdadera derrota del terror nacionalista. Estamos, al frente de un colapso económico y uno de nuestros aliados, Cuba, por su silencio lo reconoce y el nuevo presidente cubano, Miguel Canel guarda prudencia ante la presencia española, vasca, etarra y francesa en la isla caribeña.

Hemos, dejado a un lado la justicia social de los pueblos. Este gobierno bolivariano en ésta etapa de gobierno ha sido un fraude y, solo queda el recuerdo de las victimas, un pretexto para olvidar nuestra propia esencia revolucionaria, de ser patriotas. Las víctimas y el comercio informal con sus bachaqueros es como pretexto para olvidar su significado político. Muchos han luchado en balde, impusieron su propio paradigma, la legitimación de su ideología, el fraude, escondido junto a un ala castrense. Son los verdaderos terroristas porque hambrean al pueblo.

Pero detrás del desafío terrorista, que absorbía toda la atención, se estaba librando otro combate más hondo de naturaleza nacionalista. Además de sus comandos clandestinos, el terrorista ha contado con numerosos representantes civiles; y, junto a su aparato militar, ha dispuesto de otro político e ideológico. Derrotado policialmente, ¿no habrá salido, sin embargo, ganador en estos otros combates?

Que España malvive en una gravísima encrucijada es una evidencia. Que Europa hace lo propio, también. Sin embargo, la encrucijada europea es menos citada. Y ello es que el doble camino emprendido cuando cayó la URSS está llevando a Europa a un callejón sin salida. Incapaz de crear un núcleo federal en el centro, Europa decidió abrirse al Este. E igualmente incapaz de tener estrategia propia, hubo de padecer que EEUU le aplicase la doctrina imperial de Mackinder, según la cual el que Alemania (léase Europa) y Rusia se lleven bien es nefasto para los intereses angloamericanos.

Ya István Bibó nos advirtió en su magnífico ensayo La miseria de los pequeños Estados de Europa Central que Europa Central no es Europa Occidental. Se ignoró su consejo. En cuanto a Rusia, se amplió la OTAN. También aquí hubo advertencia del sovietólogo George F. Kennan: «un error estratégico de proporciones potencialmente épicas». Tampoco se le hizo caso. Se vino abajo Yugoslavia y todos entendimos que 40 años de URSS no habían podido sustituir a Austria-Hungría. Afortunadamente, los Balcanes quedaban lejos. En cuanto al frente ruso, Moscú había llevado mal la ampliación de la OTAN, pero el bombardeo de Serbia fue otra cosa. Solzhenitsyn lo atacó con furia, voluntarios hacían cola a la puerta de la Embajada de Serbia en Moscú y Andropov tronaba en el Kremlin: "Están bombardeando Serbia y no hacemos nada. Esto con Stalin no hubiese ocurrido".

Siguió el intento americano de crear un cordón sanitario en la periferia de Rusia, luego el despliegue de cohetes de alcance medio y, finalmente, las revoluciones de colores. Y con ellas, el puñetazo ruso sobre la mesa que lo cambió todo. La Guerra de Georgia y la caída de Crimea. EEUU se llamó andana como lo había hecho en Hungría en 1956. También Kennan había profetizado que la promesa de proteger a países lejanos se había hecho sin intención real de cumplirla.

En cuanto a nosotros, unirnos, jamás. Fracasó la Constitución, cosa elemental, porque no puede empezarse una casa por el tejado. Fracasó la idea de hacer un núcleo duro franco alemán al que se añadirían Italia y España (Italia no lo quiso) y vino el euro, sorprendente área económica que genera superávits en el norte y déficits en el sur.

Entre tanto, la UE practicaba el seguidismo con su política de ampliación al Este. Por lo visto, no habíamos leído a Brzezinski: «mientras los europeos necesiten nuestra protección, toda extensión de Europa al Este es como una ampliación de la presencia americana». Obviamente, Rusia se opuso y la cosa terminó mal. A modo de compensación, EEUU creó otro Estado musulmán en los Balcanes: Kosovo.

EEUU invadió Irak; y Francia e Inglaterra, Libia. Otras dos genialidades. El aluvión de refugiados sometió a la UE a un test de estrés. Italia recibía un millón de refugiados al año; era su problema. Hungría y Polonia no querían ni uno. Le faltaba a todo este frente Ucrania en guerra. Todo el frente Este es antisemita y viene cargado de odios ancestrales. Ni Ucrania acepta a húngaros y polacos ni los bálticos a los rusos ni Rumania a los húngaros. Hasta que ha llegado al poder en Austria el ÖVP y ha cruzado la línea roja: ha ofrecido dar pasaporte a la minoría alemana del Brennero, antes Austria, hoy Italia.

A pesar de que el ciclón se acerca, seguimos sin entender el reto, resumido en la adversativa, o federamos o reprimimos. Juncker propuso unir al presidente del Consejo y de la Comisión, y ofrecer el cargo al partido más votado de la UE. Francia dijo no. Francia propuso entonces un único ministro de Finanzas. La que dijo entonces no fue Alemania. Y, para redondear el despropósito, ambos gallitos han ido a Washington a recibir instrucciones.

Banesco y Trump nos controlan, que le pasaría a Diosdado con Scotet, sería bueno que lo expresen.

Turquía descubrió que el fulcro de su nacionalidad son los Balcanes. Davutoglu lo puso así: "Llegamos aquí a caballo hace muchos años y si hace falta, volveremos... una Turquía sin influencia en los Balcanes carecería de influencia en las relaciones internacionales y en el mundo". Amigos tiene ya tres. Bosnia, Albania y Kosovo. Eso nos lleva no ya al fin de la II Guerra Mundial ni al de la Primera, sino al Tratado de San Stefano (1878) cuando empiezan a librarse de la Sublime Puerta los países cristianos de los Balcanes, perdón, de Rumelia.

Se hunde España; la segunda, retrasar la fatal llegada de Rivera- de mantener a Rajoy en la Moncloa, es que puedes pactar lo que sea e incumplir lo que te dé la gana, porque nunca se queja y hasta te da las gracias. Es así de sensible.

Venezuela, descabezada comercialmente y controlada por la banca oficiosa que muchos gobernantes motivaron al poder para sus negocios particulares, ¿Dónde está Jessé Chacón y su hermano? ¿Isea, ex gobernador de Aragua?. Pregúntele a Scotet.


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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