Sin dudar en ningún momento la existencia de una especulación inflacionaria desatada por parte del empresariado comercial del país a todos los niveles, las declaraciones del presidente Maduro en referencia a las medidas a tomar en contra de dicho empresariado resultarían risibles sino fuera por lo trágico del asunto. La unilateralidad de dichas medidas, que apuntan al control de precios, deja a un lado de manera intencionada la aplicación de medidas coadyuvantes, a mi juicio de igual y quizás de mayor importancia.
Nada opina y menos aún actúa el presidente en contra de los gánsteres disfrazados de militares, como en una ocasión los denominó el rector De Venanzi (al develarse un intento de golpe militar después de la caída de Pérez Jiménez). Porque así hayan pasado por la Academia Militar, son gánsteres toda esa caterva de oficiales, y vaya que abundan, que, imbuidos de representar el verdadero poder real en el país, hacen todos los desmanes que consideran adecuados en pro de su enriquecimiento personal o grupal sin tener en cuenta los perjuicios causados a la población.
A esta pléyade de militares, tanto como a los gánsteres civiles incrustados en el gobierno, Chávez los controlaba (aunque solo los ponía en evidencia si saltaban la "talanquera", haciendo que se les aplicara la ley), ahora ellos son los que controlan a Maduro. Siendo esto de masivo conocimiento público, ¿cómo no va a ser del conocimiento del Ejecutivo Nacional el cobro de vacuna, coima o comisión, en casi todas, por no decir en todas las alcabalas del país?, a lo cual hay que añadir las vacunas a pagar por los importadores para lograr sacar los productos importados de los puertos, sin que esto les asegure, que los mismos funcionarios a los cuales les pagó la comisión no terminen robando total o parcialmente los productos importados.
Otra modalidad de corrupción es la compra del dinero en efectivo con tarjetas de débito a dos o tres veces su valor, para luego utilizarlo en la compra de oro en las minas fronterizas, saltando por encima de cualquier control por parte del Estado. ¿Sería entonces osado pensar que las denuncias del gobierno gringo acerca del narcotráfico por parte de nuestra elite militar, se trata solo de ataques contra la "revolución" por parte del Imperialismo? Basta recordar el caso en Cuba del general Ochoa.
No quiero con lo anteriormente expuesto eximir de culpas a las pandillas de funcionarios civiles que, desde las más altas esferas del poder público, están incurso en todos los tipos de corrupción habidos y por haber, remarcando que el problema en el caso específico de los altos precios de los bienes de necesario consumo y de la inflación desatada nunca podrá ser combatido a cabalidad, en tanto no sea atacado por todos los frentes que contribuyen a provocarlo, incluyendo dentro de la suma de causales, la emisión de dinero inorgánico por parte del Ejecutivo Nacional.
Pero no creo que un gobierno como el que tenemos sea capaz de "echarle cuchillo a su propia garganta", siendo que lo que considera de vital importancia, es conservarse en el poder a toda costa, con el cuento de preservar la revolución, aunque lo que realmente busque preservar sean los intereses particulares de tanto pillo en funciones gubernamentales.