No dudo en decirlo, pero de seguro si el Comandante Chávez se hubiese enterado que todos los que estuvieron a su lado utilizando la palabra Revolución, jurándole que iban a seguir su proyecto político revolucionario y que se burlaron de él y del país, de seguro algo extraordinario hubiese hecho contra ellos como ejemplo para el país y el mundo.
Estoy seguro, que si se hubiese enterado que tres de sus consentidos Rafael Isea (Ministerio finanzas y gobernador de Aragua), Alejando Andrade (Presidente del FUS y Tesorero nacional) y Rafael Ramírez (Presidente de Pdvsa y Ministro de Energía y Petróleo) son unos choros, que saquearon al país en nombre de su proyecto político de salvación de la patria y del mundo, de seguro hubiese preferido matarlos antes que alguno de ellos cayera preso de manos del Imperio.
Me duela que el Comandante este muerto, pero más me duele que esas ratas se hayan ido con la plata para que los gringos los metan presos, le quiten lo que le robaron a los venezolanos y los utilicen mediáticamente como ejemplos de la gestión gubernamental revolucionaria.
Es por eso que prefiero que Nicolás Maduro, junto al Fiscal General de la República haga una batida nacional contra la corrupción y comience a revisar las cuentas y propiedades de todos sus ministros y exministros, directores o amigos cercanos al poder para descubrir los próximos Iseas, Andrades o Ramírez de la Revolución antes que el Imperio gringo u otro gobierno lo haga. Y eso tiene que ser antes de que sea demasiado tarde.
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