7 junio 2016 - En el centro comercial Los Molinos, en la avenida San Martín, ayer no se notaron las largas colas de personas esperando para comprar productos regulados. Allí funcionan un Farmatodo y Central Madeirense, en los cuales días atrás solían arremolinarse los bachaqueros de la parroquia San Juan en busca de productos regulados.
Uno de los vigilantes del supermercado señaló que desde hace una semana en ese lugar ya no se están colocando a la disposición del público productos regulados, pues la venta de este tipo de mercancía se realiza a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) en operativos casa por casa.
En el supermercado Día Día de Capuchinos tampoco se observaron las acaostumbradas colas de bachaqueros. Un trabajador de este establecimiento señaló que el lugar es desde hace dos semanas un centro de acopio, donde se preparan las bolsas de productos regulados que luego son distribuidas en las zonas populares por los CLAP de la parroquia.
Mirtha Rojas, una ama de casa que trabaja de aseadora en el Centro Comercial Los Molinos cree que el hecho de acabar con las colas frente a los establecimientos es una buena medida, porque también se “corrió” a los traficantes de mercancía con precios regulados.
No obstante, también piensa que se le restó oportunidad a la gente honesta de comprar los regulados. “La policía y la Guardia (Nacional Bolivarina) debería ocuparse de los bachaqueros, para que los pobres –así como yo– hagamos la cola y compremos la comida para nuestros hijos”, sugirió.
La mujer ve con buenos ojos los CLAP, pero cuestionó el hecho de la entrega de las bolsas.
“Los operativos casa por casa deberían hacerlos los integrantes de los CLAP semanalmente (…) La provisión de alimentos que nos están dando en las bolsas no alcanza para cubrir 21 días”, señaló.
Por otro lado, en la avenida Fuerzas Armadas, Urdaneta, y Baralt tampoco se notaron ayer las fuertes colas de personas que en el pasado reciente se veían fuera de los establecimientos comerciales, especialmente los regentados por comerciantes chinos.
Por ejemplo, en el local llamado Centro Centro, ubicado en la avenida Baralt, a la altura de la esquina de Piñango, ayer no se vio a nadie frente al lugar esperando para comprar. Este es uno de los locales del casco central de la ciudad que más personas solía reunir en las aceras en busca de los regulados.
Por otra parte mientras que los CLAP se suman al combate de la guerra económica, ayer la derecha siguió atacándolos.
Esta vez le tocó el turno al diputado de Primero Justicia, Luis Florido, presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea, quien dijo: “ los CLAP no tienen efectividad y generarán más escasez, más ‘bachaqueros’ y más corrupción”.