10 junio 2016 - Elementos perversos como la doble facturación, empresas de maletín, especulación a los niveles más elevados y un velo corporativo forman parte de una cadena especulativa de la carne que se desató para pervertir la distribución de 660 toneladas del rubro proveniente de Argentina que arribaron al país entre marzo y abril de este año.
Los protagonistas del ilícito de esta guerra económica contra el pueblo son empresas importadoras que fueron beneficiadas con dólares preferenciales de Cencoex.
Las consecuencias fueron claras, la proteína que debió ir a la mesa del pueblo a través de la sana distribución, terminó en los más finos restaurantes y comercios de Caracas, Miranda y Aragua. Otra parte fue vendida a precio especulativo a grandes cadenas de supermercados y a empresas surtidoras de expendios de comida rápida. Con esto, los efectos que podían incidir en el abaratamiento del rubro y la cobertura del déficit circunstancial del producto se diluyeron.
La Superintendencia de Precios Justos (Sundde) a través de la inteligencia social y el seguimiento al uso de los dólares de la nación localizó 247 toneladas del rubro, de las cuales 35 fueron confiscadas este miércoles en el frigorífico del Centro Líder en Palo Negro, en Aragua, para completar 79.
William Contreras, superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, y quien encabezó la fiscalización, reveló que cada kilo de carne era vendido en apariencia a 210 bolívares, pero con mecanismos de intermediación y de operaciones financieras su precio se estableció por encima de los mil 200.
Añadió que en coordinación con la Superintendencia Nacional de Seguridad y Soberanía Alimentaria, se realizó el seguimiento a las rutas de las guías de movilización de la empresa Desarrollo Panadero C. A. (Despan), en Nueva Esparta, que compró el rubro en Buenos Aires, al Frigorífico Gorina SAIC.
“Esta empresa (Despan) compró esta carne con dólar preferencial a 6,30 y otra parte a 10,00, y a través de la cadena especulativa llegó a venderse a los destinatarios finales en algunos casos en precios especulativos hasta de 9 mil 200 bolívares. A ese tipo de cambio, cuando se le agregan los gastos de importación y de nacionalización por la carne, eso da solamente 83 bolívares por kilo”, indicó.
LA INVESTIGACIÓN: TRES INTERMEDIARIOS
Contreras explicó que la operación encubierta fue detectada por equipos de trabajadores de la Sundde, quienes realizaron el seguimiento pertinente y establecieron que se fijaron tres intermediarios.
Despan encabeza la acción comercializando 137 toneladas del rubro a la firma Conceptos I C. A., ubicada en Los Chaguaramos. Al mismo tiempo le vende 110 toneladas a Sumimistros Marinos y Cárnicos C. A., en La Trinidad.
“Aquí detectamos que la compañía Concepto I C. A. realiza dos desembolsos, uno a Despan para cancelar 137 toneladas de carne a un precio de 210 bolívares, que es el precio regulado; mientras que el otro pago de 990 bolívares es depositado en la empresa Inversiones IJRE C. A., para completar los mil 200. Es decir, se le cancela al importador y a una empresa que se presta para recibir la diferencia”, indicó el economista.
Lo propio hizo Suministros Marinos y Cárnicos C. A., pero contactando para el segundo pago a IJRE C. A., operadora financiera de Despan y a GSM de Venezuela, una empresa vinculada con Despan.
Un tercera línea que se investiga, dijo Contreras, está referida a otros 35 mil kilos de carne que se encontraron en calidad de almacenamiento en el frigorífico del Centro Líder en Palo Negro, que forman parte de las 660 toneladas importadas y que se vinculan a tres empresas que aun no han podido demostrar que solo tienen una prestación de servicio con esta enfriadora.
Agregó que hay un agravante en este caso, debido a que el producto permanece en estas neveras desde el mes de abril y no la colocan a la venta y “sospechamos que en este caso hay una figura llamada el velo corporativo. Es decir, que presuntamente este servicio logístico está relacionado con Despan para esconder la carne y colocarla a precio especulativo”.
ACCIONES ILÍCITAS
El superintendente indicó que detrás de las acciones ilícitas se presume que IJRE C. A. y GSM de Venezuela C. A. pudieran ser empresas de maletín, ambas creadas como intermediarias por parte de Conceptos I C. A., y donde se involucran sus cónyuges y los familiares de estas.
La firmas comerciales además fungen como mediadoras de una cartera de clientes de al menos 900 empresas en las que se cuentan desde supermercados, restaurantes como el Maute Grill (Las Mercedes) y Vista Grill (San Bernardino) hasta talleres mecánicos.
En ese orden agregó que en el caso de los restaurantes aunque las cantidades adquiridas parecieran no ser relevantes “sospechamos que les llegó carne a través de este intermediario”.
Las alianzas se establecieron, entre otras, con Alimentos Oceanía, dedicada a la preparación de alimentos para oficinas, y a Complejos Agropecuarios Cárnicos C. A., que preparan las carnes de hamburguesas para grandes cadenas de comida rápida.
A estos se suma el proveedor de la transnacional McDonald’s, denominado COR, C. A.
Añadió que otro caso es el de Suministros Marinos y Cárnicos C. A., que le vendió 55 toneladas de la carne importada a la cadena Excelsior Gamma a mil 200 bolívares, y probablemente el supermercado lo expendería en 2 mil 600 bolívares, pero la carne nunca llegó al supermercado.
“Presumimos que esta empresa pudiera estar vinculada con Excelsior Gamma supermercado utilizando como fachada esta supuesta compra, porque la carne aun no se ha despachado y se comercializó, además, de un precio original de 83 bolívares a mil 200, creando una cadena especulativa de 1.344%”.
UNA ESCASEZ INDUCIDA
Contreras condenó no solo el hecho de que se establezca una distribución exclusiva con sectores privados que más tarde terminan revendiendo la carne en establecimientos comerciales, sino que el producto que tenía como destino los hogares venezolanos fue desviado induciendo una escasez del producto.
Denunció además este hecho y dijo que esta causa alarma porque se establecieron mecanismos para ocultar la cadena especulativa.
En ese sentido envió un mensaje a quienes señalan que lo que hay en el país es una crisis humanitaria: “lo que nosotros queremos constatar es que estos son mecanismos de desestabilización económica, estos son los parásitos de nuestra sociedad que además atentan contra la vida de las personas; lo que estamos detectando aquí es un crimen con figuras artificiales desde el punto de vista legal para esconderle los alimentos al pueblo”.
El superintendente agregó que las investigaciones continuan y que este caso fue presentado al Ministerio Público para su debida investigación, por lo que en los próximos días se espera se genere más información.
Lo retenido
Con la coordinación del equipo de la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) de Caracas, Vargas Miranda, Aragua y Nueva Esparta, de las 660 toneladas de carne importada que se distribuyeron de forma ilícita, se han podido detectar a través de su venta o almacenamiento 247, y de estas, 79 están retenidas, informó William Contreras, superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos.
Especificó que la investigación de este caso ha involucrado a 16 empresas y de manera indirecta el seguimiento a otras mil 200.
Entre las empresas a las que se les ha retenido el rubro figuran:
> Complejo Agropecuario Cárnico C. A. en Santa Teresa del Tuy
> Conceptos I C. A. en la urbanización Los Chaguaramos
> Excelsior Gamma en Santa Fe
> Alimentos Oceanía C. A.- La Trinidad
> Maute Grill Bar Restaurant C. A. – Las Mercedes
> Frigorífico del Centro Líder, Palo Negro, estado Aragua.