Definir la voz coleccionista, cual toda definición, resulta ambiguo. Para unos se reduce a un silogismo simple y para otros tal vez sea una actividad más compleja de lo que pueda resolver la aproximación tautológica, pues se refiere a la persona que reúne objetos raros de una misma especie de bienes tangibles o misceláneas (www.wordreference.com, Pequeño Larousse Enciclopédico Ilustrado, 1981).
Cabe preguntar, sin embargo, acerca de si el coleccionismo constituye un negocio de quien suele acopiar piezas de valor muy variado que a los ojos del neófito pueden carecer de atracción y significado personal o viene a ser una aporte a la preservación de la memoria histórica, pero sólo si pone en relación las piezas al contexto socio histórico; de lo contrario, de acuerdo con don Mario Briceño Iragorry en sus obras: "La historia como elemento creador de cultura" y "Mensaje sin destino", el coleccionista no es sino un anticuario que distrae sus ocios en adminículos dispersos.
"El verdadero coleccionista", como hemos dicho ya, se aficiona por atesorar artefactos de diverso tenor y de acuerdo a ciertas preferencias estéticas. Aunque de acuerdo a algunos testimonios tal afición puede ser una adicción subyugante que te puede llevar hasta realizar locuras, desde la de comprometer toda la quincena para propia y los ahorros personales o llenar la casa de tantas cosas que haga imposible habitarla. Pero bien llevada tal actividad puede constituir un aporte al patrimonio cultural tangible de la nación.
Ello porque el coleccionista, directa o indirectamente, siguiendo al hilo argumental anterior, conserva ciertos elementos "patrimoniales" y con su actividad muestra ciertos vestigios que eventualmente pueden ser clasificados por género y época, de tal suerte que "revelan" parte de la dinámica social. Así las cosas, el coleccionismo representa un hecho cultural e histórico innegable. Aunque ciertas autoridades de entes púbicos no lo entiendan así, considerándolo un negocio privado, un comercio de compra-venta que sólo interesa a unos pocos o porque sus intereses van por otro lado: la de los gustos exquisitos y raros de la burguesía.
Sucede también que ciertas autoridades no parecen tener autonomía en la toma de decisiones sino que esperan que, por ejemplo el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, "les giren líneas"; con su negativa de aportar recursos financieros o espacios para realizar eventos como la exhibición de colecciones privadas, conferencias, intercambios, firmas de barajitas por glorias deportivas, entre otras, lo que evidencian es cierta desconfianza hacia tales iniciativas.
Además, no faltará quien pretenda manipular o "echársela de vivo". Y no son sino lo contrario. Sobre esto volveremos más adelante en este texto, denunciando actitudes mezquinas e ignorancia supina. Con lo que lastimosamente ponen en entredicho la gestión cultural de la Revolución Bolivariana en Venezuela, lo cual es muy grave por cuestiones estratégica. Ya que lo que se desea es consolidar las preferencias éticas y estéticas de alcance soberano, por eso aquí se hacen algunos cuestionamientos. Tal vez los asimilen y corrijan. Aunque árbol que nace torcido jamás su tronco endereza, dicen por ahí y funcionaria/rio torpe o de intención aviesa/so en vez de coadyuvar con el Plan de la Patria, echa los burros para el monte, no enderezan las cargas y son un obstáculo.
Así, pues, se inserta la anterior reflexión para decir que el 1° el Primer Encuentro de Coleccionistas de Venezuela, se efectuará en la ciudad de Barquisimeto, "Encrucijada de Caminos y Capital del Desarrollo", como antes se decía; los días 15 y 16 de septiembre de 2017, en la casa patrimonial conocida popularmente como "Casa Eustoquio Gómez", ubicado en la carrera 17 con calle 25, frente a la Plaza Bolívar y el Palacio Municipal, premio nacional de arquitectura y tienen confirmada su asistencia coleccionistas de Maracaibo, San Cristóbal, Maracay, Valencia, San Felipe, Portuguesa y otras ciudades del país.
Se inaugura en la mañana del 15 y en la tarde, a partir de las 2 pm habrá un conversatorio encabezado por la Profesora María Antonia Quintero de Medina y su experiencia con el Museo Pedagógico de la UPEL-IPB y otros; el Wilmer Peraza, quine contará la experiencia del Museo Don Hermann Garmendia del Centro Popular y Cultural "Guachirongo", de Barquisimeto; Dalí Armando Álvarez y su Museo Privado, con particular referencia a la propaganda política en Venezuela, con particular referencia a la IV República, el café como rubro de la economía nacional, sus tasas y marcas, botellas de gaseosas y trastos viejos; exposición oral de las propuestas de la Asociación Venezolana de Coleccionistas (ASOVENCO) y organización del coleccionista; presentación musical y brindis; el 16 expondrán la historia de las empresas cerveceras y su coleccionismo, por el Ing. Rómulo Briceño, 9 am; luego sigue en la programación una ponencia sobre "Numismática Venezolana" (o Historia de los conos monetarios de Venezuela) a cargo de Hussein Larreal, del Banco Central de Venezuela (BCV) y una charla muy amena sobre historia del beisbol profesional en Venezuela, con algunas glorias de ese deporte, finalmente entrega de reconocimientos a conocidos coleccionista. En realidad es un evento para compartir saberes, experiencias y la alegría de vivir en Venezuela en un espacio plural.
Es de resaltar esta bella locación, sometida por estos días a una adecuación exterior rápida de limpieza y pintura; y gracias a la disposición de la alcaldía del municipio bolivariano de Iribarren, pero el caso grave a denunciar radica en que la nueva directora del Museo de Barquisimeto, después que había aceptado que el museo, "La casa grande de Barquisimeto", fuera la sede del referido evento, se negó intempestivamente. Cosa que ya se había "palabreado" (palabra empeñada, pacto de caballeros) con su anterior director, el colega profesor Martín Uquiaga. Un chileno "Barquisimetido", como se dice por acá; que goza de gran respeto por estos lares. Que además estudió en el Instituto Pedagógico local y desarrolla aquí sus actividades como fotógrafo y revolucionario, desde al menos la década de 1990. ¡Na’ guará!
Como no hay mal que por bien no venga, con las nuevas autoridades de la alcaldía del municipio, se consiguió la "Casa Eustoqio Gómez", por cierto un sanguinario gobernador que tuvo el estado Lara. Primo del general Juan Vicente Gómez, también denominada Museo o Casa de la Historia, pero son nombres que no ha calado en el imaginario social.