Con una sonrisa de arroz en los labios

Pueblo de resistencia y tambor fecundo; tierra de cimarrones y negros libertarios. Su fundación emprendida por un negro libre y oficial del ejército, Juan Rosario Blanco, data de 1721, y al arribar a su cumpleaños en el 2021, Curiepe celebra 300 años de existencia. Curiepe cultural: culo e’ puya y baile; décima espinela y Cruz de Mayo. Los octosílabos tejen su memoria danzante al repique de una dignidad contestataria. Su decoro constituye un categórico alegato. Poseedora de un piélago cotidiano. Apenas 12 metros establecen la separación del nivel del mar. Su existencia marina también es histórica y onírica. Pero su heredad bucólica podría significar una de sus herencias indígenas por su nombre: planta de maíz. Curiepe parece parafrasear las palabras de El Libertador. Trescientos años jamás bastarán para tantas batallas por el sentido de pertenencia y el cultivo de la diversidad cultural. Trescientos años no bastan para tantos encuentros con la memoria histórica, para tantas cruzadas por la fe compartida; para demasiadas luchas por la identidad cultural colectiva. Curiepe, emporio de cacao, pedazo de región de donde viene el céfiro. Por eso su nombre también es llamado Pueblo Cacaotero, de migraciones compulsivas, amable agricultura y turismo variadisimo. Este último significaría el Parque Nacional Cuevas Alfredo Jahn. Yacimientos arqueológicos evocan tiempos originarios y amerindias. Pero los tubérculos y los bananos remiten al cultivo de esas manos callosas del rancho y de la tierra. Curiepe es patrimonio libertario y patrimonio de la cultura popular. Curiepe tricentenario. Desde nuestras parroquias caraqueñas te bendecimos. Curiepe la cimarronera te pertenece. Tu libertad también nos pertenece.

En el 1732, año bisiesto y que comenzaría un día martes, el pueblo es elevado a parroquia con el nombre de Nuestra Señora de Altagracia y San José de Curiepe. Actualmente, de cada 100 de sus habitantes, no menos de 90 son descendientes de África. Anclada en la zona que fue el asiento más importante de población esclava: Barlovento, cuyo nombre significa lugar de donde viene el viento. Es una ensenada en el cual se encuentra Higuerote, Cabo Codera y Sabana de Oro. Desde la Colonia hasta la primera mitad del siglo XX fue un emporio de producción de cacao. Allá en esa tierra de rebelión y rebeldía nacería, un 20 de diciembre de 1946, Aristóbulo Istúriz Almeida. Docente por antonomasia.

Llegaría al mundo en el marco histórico-social de aquellas elecciones para la Constituyente de 1947.Quién lo habría pensarlo que un poco más de medio siglo después, sería, el 4 de agosto de 2017, juramentado como primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente. Los tiempos de Revolución Bolivariana lo hacen parte del camino soñado, del transitar pensado en repicar de cueros. Pero su andar histórico tuvo que ver con los saberes y los aprendizajes. La enseñanza fue su apostolado. El Profe es parte de todas las aulas de clase existentes. La Patria es una cátedra permanente donde usted, Profe, es su rector eterno.

Aristóbulo Istúriz, egreso en 1965 del Instituto Experimental de Formación Docente como Maestro de Educación Primaria. Apenas transitaba los 19 años de edad. En el año 1974, egresó del Instituto Pedagógico de Caracas como Profesor en Historia y Ciencias Sociales. Alcanzaría a ser tesista en el posgrado en el Centro de Estudios del Desarrollo, (CEDES) de la Universidad Central de Venezuela. Indudablemente, la academia forma parte de su existencia. En Aristóbulo, hasta la calle es un aula. Una enseñanza/aprendizaje sería su vida, aún en su terca, siempre fiel y permanente militancia política. Participa en Acción Democrática, (AD), de ésta se desprende el Movimiento Electoral del Pueblo, (MEP), con el Maestro Prieto a la cabeza. Luego milita en la Causa R, (Causa Radical) y en el 1997 funda el Partido Patria Para Todos, (PPT). También se hace luchador del magisterio.

Pronto alcanza un liderazgo fundamental en la vida gremial y sindical en el campo de la enseñanza. Fue Presidente del sindicato Unitario del Magisterio (SUMA) y cofundador de FETRAMAGISTERIO. Destacado y activo dirigente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) y del Colegio de Profesores de Venezuela (CPV). Dejo para la historia reflexiones de inmensa dimensión pedagógica: Bolívar no hubiera hecho lo que hizo sin Simón Rodríguez. En torno a tal apreciación sería necesario emprender un gran coloquio, una intrincada reflexión crítica, para ponderar la dimensión de lo afirmado. ¿Acaso sería posible también pensar todo lo contrario? ¿Hasta dónde hubiera llegado Bolívar sin la formación de ese Maestro?

Una postura crítica siempre la tuvo, quizás algunas desentonas como aquella, vista en televisión, cuando dijo, palabras más palabras menos: Chávez como que se fumó una lumpia o qué lumpia se fumó Chávez. En tiempos difíciles supo brindar el reconocimiento al docente y ser preciso en el diagnóstico: Quiero dar un reconocimiento… a las maestras, por su aporte, por su entrega, por su pasión, en estos tiempos tan difíciles… Venimos del año más duro de la historia de Venezuela, pero la educación no se quebró, allí se mantuvo, señaló en el año 2019.

La Venezuela cultural viene caracterizada por su sistema de fiestas. La cultura festiva brinda un perfil a cada uno de los 335 municipios que integran la realidad política y organizacional de la República. Durante todo un año se ha llegado a registrar no menos de 190 mil fiestas populares en todo el territorial nacional. Sólo en Caracas, en el año 1992, se publicaron el registro de 2201 manifestaciones culturales residenciales. Existen celebraciones y fiestas que son emblemáticas y que confieren perfil y sentido de pertenencia a la región o comunidad étnica que la celebra. En el caso de Curiepe resulta inherente a su vida cotidiana total y cultural la celebración del San Juan Bautista. Y se dice que de tal celebración siempre fue devoto.

Una de sus actividades públicas más destacadas, fue Ministro de Educación en el gobierno de Hugo Chávez entre 2001 y 2007, coordinador del Gabinete Social y Presidente de la Comisión Presidencial de la Misión Robinson, un programa social de alfabetización masiva con el cual el país alcanzó a ser un "territorio libre de analfabetismo". También fue presidente de la Reunión Anual de Ministros de Educación del Convenio Andrés Bello (Remecab).

En 2020, debido a la cuarentena por el COVID-19 en Venezuela, crea el programa de televisión y radio: Cada familia una escuela, para llevar la prosecución educativa al subsistema de educación básica. Para Aristóbulo la batalla por la educación significaba la batalla por la vida y la dignidad. Hasta el año 2008 condujo, también, el programa Dando y Dando en Venezolana de Televisión. Siempre comprendió la dimensión histórica-política de los medios masivos de comunicación. Igual sucedió con los comunitarias, populares y alternativos. Siempre salía de él un consejo acertado y oportuno.

Aristóbulo, todos tus alumnos andan el alma de tus enseñanzas y te llevamos en el alma del aprendizaje. En la batalla diaria por la creación, en la patria cotidiana de todos los días, estás presente.

Profe, serás, eternamente, el Maestro de entonces; el Maestro de siempre. El profe sempiterno, que hizo de su vida un aula de clase y de su corazón: Venezuela. Profe, siempre con una sonrisa de arroz en los labios, como lo dijo en versos el poeta.



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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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