Nada justifica desde el punto de vista periodístico, del buen periodismo valga acotar, la foto publicada en El Nacional la semana pasada. La primera página es reservada para las noticias del día, y al margen de que las cifras que supuestamente la justificaban estén ajustadas a la realidad o no, publicar una foto vieja de cadáveres, es detestable. Desde el ángulo político sí hay múltiples justificaciones. Los enemigos de este gobierno traspasan nuestras fronteras.
La foto de marras encuadra dentro de una ofensiva comunicacional antigubernamental que no es nueva. No fue casualidad. No fue de repente que CNN-E, cadena de televisión gringa para “hispanohablantes”, decidió hacer una serie de reportajes sobre Venezuela. No fue de repente que un día se levantó Cynthia Hudson-Fernández, jefa de operaciones de CNN-E, de origen cubano, y decidió, a un mes y piquito de las elecciones parlamentarias y en el fragor de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia, hacer unos “reportajes” en los que se afirma que Caracas es la ciudad más violenta del mundo, pero que Chávez está seguro porque tiene unos “guardianes”. No, no fue de repente. Y tampoco fue casualidad.
Quienes hemos trabajado en los medios de comunicación sabemos cómo se diseña una campaña, cómo producirla y cómo ponerla en marcha. Por eso no molesta tanto que hagan lo que saben hacer, mentir y manipular, pues es su razón de ser. Lo que molesta es que le vean a una la cara de pendeja. Molesta que ayer domingo, el editorial de El Nacional trate de convencernos de que se trata de un problema de censura gubernamental. Molesta que traten de convencernos de que están “preocupados” por la situación de inseguridad que se vive en el país.
Y es que no se entiende cómo esa preocupación se traduce en la decisión editorial de publicar, ocupando casi toda la página de un diario estándar, una foto vieja de cadáveres de seres humanos, desnudos, en el piso y en camillas de la sede de la medicatura forense de Caracas. ¿En qué puede ayudar esa foto? ¿Será que con esa foto buscan sensibilizar a los malandros? Algo así como ¿miren a dónde van sus víctimas? ¿O tal vez satisfacer instintos necrófilos? Sí sirve para estimular el morbo amarillista, sirve para impresionar, sirve para crispar los nervios de un sector de la población, sirve para aprender lo que no se debe hacer en periodismo, sirve para detectar una campaña informativa antiética. Pero sobre todo sirve para hacer del problema de la inseguridad en Venezuela un tema de campaña electoral. Sólo para eso sirve. Lo demás es paja.
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