Por qué esa alevosía contra Vladimir; joven cuyos tres primeros años de vida fueron un calvario, que conoció la calle como hogar y que, por qué no decirlo de nuevo; mi madre -que Dios sabrá recompensar en el cielo con mil bendiciones- decidió que no bastaba darle a ese niño sin hogar unas navidades en casa, sino que decidió hacerlo parte de la familia, hacer de ese niño un hombre de bien y de valores y eso madre se cumplió. Madre lo llevé a la Marina de Guerra para que se formara como tú hubieras querido y como él también quiso, pero los rastros de la inmoralidad de la cuarta República estaban presentes en nuestras Fuerzas Armadas y Vladimir, ante tantas humillaciones, vejaciones y situaciones de violencia no pudo seguir allí. Pidió la baja y me dijo: “tenías razón Henry”; decidió irse a San Cristóbal y estudiar en una Universidad, el mismo por ser tan independiente y entusiasmado por un amigo decidió ser agente de la Policía Municipal y pagar sus estudios universitarios; así lo hizo. Querido como ningún agente y estimado por sus compañeros se dedicaba con mucho esfuerzo al trabajo y sus estudios hasta el momento de su desgracia. Acusado por un Fiscal inmoral (que estuvo presente en el show montado para poder sacar del paquete a la supuesta víctima) de “corrupción impropia en grado de tentativa” sabiendo este señor que él como fiscal encargado del procedimiento estuvo siempre en el sitio y jamás hubo entrega de ningún supuesto dinero; lo que hace que la credibilidad de este señor sea cuestionada y su papel en el juicio, pero lamentablemente nuestra justicia cada día se llena de vicios y se corrompe de manera alarmante y progresiva.
Vladimir tuvo que esperar que una juez que ante tanta inmoralidad no pudo aceptar este alegato y decidió aceptar la supuesta privación ilegítima de libertad e intento de corrupción en grado de tentativa; la primera de ellas sin nada de sustento de pruebas que lo confirmen. Pero como la desgracia persigue a estos jóvenes de la calle aún más en una revolución que se dice ser su protectora; la ciudadana juez le negó la medida cautelar (he investigado muchas sentencias y por causas de mayor gravedad se le han dado a muchos acusados) de juicio en libertad; pero ¿cuáles fueron las razones conocidas por la abogada de la defensa? (que son conocidas por muchas personas; por lo tanto es público y notorio); las razones nada jurídicas fueron que “le negaba la medida a este joven porque su hijo fue detenido por agentes municipales y tratado de mala manera sabiendo que era hijo de un juez” (¿Será que los hijos de los jueces tienen privilegio en la revolución?) y alguien tenía que pagar los platos rotos; que desgracia hijo, como el socialismo que se nos ofrece quiere acabar con lo que el verdadero socialismo humano, sin pedir nada a cambio construye.
Pero
tu desgracia no queda ahí. Tu caso pasó a manos de un juez cuyas audiencias no
pasaban muchas de ellas de 30 minutos y cada una con un intervalo de días de
15; a este señor juez no le gustó que yo escribiera que después de viajar 24
horas, la audiencia era para presentar dos testigos de la fiscalía que por
cierto no fueron interrogadas por el señor fiscal y que solo fueron a decir qué
serial tenía la moto que conducía Vladimir y que no había nada malo en ella; esto duró 10 minutos, pensé que el
señor juez llamaría la atención del ciudadano fiscal, pero su silencio me llevó
a repensar si Vladimir encontraría justicia. Todo esto llevo a que el juicio
durara seis meses (ya sé el por qué de los retardos procesales).
Pero señor Juez me quiero detener un poco en la manera grosera con que usted me mando a sacar del tribunal, como si yo fuera un malandro; pensé que había hablado con el alguacil que estaba anotando a la gente que venía para el juicio o con otro de la seguridad interna del tribunal y se me acusaba de cometer algún hecho imprudente desconocido por este servidor, salí y coloqué mi celular en grabación, le pregunté su nombre y le dije si me había acusado de algún hecho irregular, sus palabras fueron que no, entonces: ¿cuáles fueron las pruebas o razones de peso para actuar con tanta falta de respeto y prepotencia?
Soy
como usted egresado de una universidad, usted de una privada y yo de una pública;
el eslogan de mi universidad dice: “Del pueblo vinimos y hacia el pueblo vamos”,
no sé qué dice el de la suya; quedé en el cuarto lugar de 52 egresados, no sé
en qué lugar quedó usted; hice una Maestría en Finanzas y una especialización
al mismo tiempo en mercadeo en 4 años; usted se tardó 4 años en sacar una
especialización; tengo 15 años dictando postgrados en universidades nacionales
reconocidas, en su curriculum -tomado del TSJ-, usted no aparece ni siquiera dictando
una materia de pregrado (siempre he mantenido que para ser primero juez se debe
haber sido profesor de universidades reconocidas, en la materia legal que se
aspira ejercer), he concursado como debe ser en Universidades como la UDO y la
ULA, concursos donde no sabemos lo que nos van a preguntar de
todo un programa; usted debe sacar al azar un papel con el número de la unidad
que deberá desarrollar por escrito y luego de nuevo al azar la unidad que
deberá desarrollar oralmente; en la
UDO fue una sola materia, pero en la ULA fueron tres; a nadie
conocía en esta última universidad la cual considero de las mejores de
Venezuela; pero tampoco al jurado que me tocó en la UDO, solo sé que el presidente
del jurado me apagó el retroproyector y me dijo “continúe sin la lámina”; usted
señor juez ¿concursó de esa manera?, si es así mis más sinceros respetos; pero
tengo mis dudas, he sido ponente en más
de 5 oportunidades y he sido reconocido por la calidad de mis ponencias; trabajé
en PDVSA, nunca conocí a nadie solo que mi tesis de maestría ganó los méritos
para ser llamado por la industria petrolera. Su página de Facebook dice que al parecer usted laboró en la empresa “P. J. Dick_ Trumbull-Lindy” (primera vez que la
escucho, pero entrando a la página de esa empresa veo el carácter capitalista
radical de la misma); y pensar que muchos jueces con estos curriculum entraron
como titulares en nuestra llamada revolución, que desgracia para este pueblo.
Señor Juez la gran diferencia entre usted y este servidor es que yo si soy socialista, no porque lo aprendí de un libro, no creo en ese socialismo falso, el mío viene del alma, mi casa siempre está abierta al que me necesite, trabajo en la parroquia con el Padre Matías con la intención de ayudar a que los jóvenes se superen de un mal comienzo en sus vidas por un sistema capitalista despiadado, de que puedan lograr encontrarse y ser mejores hombres en la vida; creo que usted no puede decir lo mismo. Mi gran obra, destruida por jueces que no merecen haber entrado en esta revolución (de un hombre más humano y con mucho más ética y responsabilidad ante sus semejantes), a nuestro sistema de justicia; me llena de tristeza y desolación, pero sé que Jesús el carpintero está siempre junto a mi brindándome su apoyo para que no desmaye ante la maldad que hay en el hombre que solo vive para él y al que los demás nada le importa.
Deseo cerrar mi gran diferencia con ciertos jueces y es la moral que tengo; no hago como algunos jueces que van al registro a buscar que le saquen los papeles de manera urgente intentando sobornar con regalos a los empleados, ya que para ellos es urgente el divorcio para contraer matrimonio con sus secretarias; yo le dije a mi amada esposa que en las buenas y en las malas estaría con ella y así Dios lo ha permitido, ruego a mi señor porque así sea por el resto de nuestras vidas.
Sé Vladimir que no apelarás la sentencia, no puedo culparte; han hecho de tu vida un infierno que hace revivir en ti esa infancia negra por la que pasaste; Yo desearía en el alma que apelaras pero no puedo decirte qué hacer; yo te seguiré queriendo con mis errores como un Padre y mi casa siempre será la tuya. Que Dios te bendiga hijo.
(*) Profesor
henryantonioc@gmail.com
UNEG