Desde las revoluciones de colores para acá, más de un opositor “saliva” porque quiere ver una tecnicolor en Caracas. No hay acontecimiento en el mundo que no sea comparable con lo que acá ocurre. Es común escuchar: si hubiese pasado aquí, Chávez haría un desastre. Nunca se oye decir “aquí Chávez lo hubiese hecho mejor”, sino “aquí Chávez lo hubiese hecho peor”.
Cuando los mineros aquellos fueron rescatados se gastaron millones de caracteres en demostrar cómo el Gobierno de Venezuela hubiese cavado en otra parte. Igual fue con el súper terremoto en Chile. Se afirmó que un terremoto así, además de ser responsabilidad de la personalidad “telúrica” de Chávez, hubiese acabado con el país. Últimamente, hasta un divorcio al más puro estilo, no de la cuarta, si no de nuestra nociva, sorprendente y mágico religiosa herencia patriarcal, es culpa de Chávez. El “hombre que camina” mantuvo su “segundo frente” limpiecito y brillante, fashion total, y al primero, como corresponde, en casa, con la familia. Las esposas en su casa, las amantes a la dolce vita. Total normalidad.
Hay chavistas en el 23 de Enero y el Bronx. No gente de izquierda en el 23 de Enero y en el Bronx. Interesante cuestión a investigar. ¿Qué es un chavista? ¿Y una chavista? Probablemente el significado cambie según la capacidad que se tenga para discernir, para separar peras de manzanas, para tener conciencia de que un dos no es igual a un tres, para estar de acuerdo con lo bueno que ha hecho la revolución y en desacuerdo con lo malo. Extraño una comparación entre la casi perfecta operación de salvamento de miles de vidas en extensas zonas inestables en el país que hizo el Gobierno venezolano, con la que hizo Santos en Colombia. Perdón, sí la han comparado, pero sólo para decir que Chávez está gastando mucho “rial” en eso.
La más reciente movida en el tablero del juego “Juguemos a comparar”, registrado bajo la marca Air Force One, fue “busque las semejanzas y diferencias físicas entre Mubarak y Chávez”. Ya los opositores han encontrado más de un millón. Hasta hablan de una fotografía que está en manos de un terrorista de la información en Miami, en la que se observa que la verruga de Chávez, la tiene también Hosni en un lugar pudendo. Pudieran ser morochos con una idéntica verruga. Cuentan que los que se oponen a usar ese “dato” contra Chávez, son los más fieles aliados del egipcio en los últimos treinta años: estadounidenses e israelíes. Hosni, impactado, retrocede dos casillas en el tablero, porque está muy cerca de la de Saddam Hussein. El juego está, por ahora, trancado. Un símil más, por favor, que hay que pasar por home.
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