De allí que ir al rescate de la memoria desempolvando de los
anaqueles de las bibliotecas este tipo de episodios, es una
necesidad de todos los días como buena estrategia para impedir
que se vuelvan a repetir.
Veamos los fragmentos de ese diálogo entre Pinochet y Carvajal
que hemos tomado de la Internet, cuya fuente original, según se
indica allí, es la importante revista chilena Análisis de 1.985:
Pinochet: “Yo tengo la impresión de
que el señor civil (se refería a Allende) se arrancó en las
tanquetas. Y Mendoza (otros de los gorilas golpistas), ¿no
tiene contacto con él?”
Carvajal: “No, pero en las
tanquetas no huyó. Las tanquetas se habían ido antes y yo
posteriormente en persona hablé por teléfono con él… y lo he
intimado a la rendición en nombre de los Comandantes en Jefe y
(...) el huevón contestó con una serie de garabatos".
Pinochet: “Conforme, conforme.
Entonces hay que impedir la salida; si sale, hay que tomarlo
preso.”
Carvajal: “Y también hablé posteriormente con
el edecán naval, quien me confirmó que Allende está en la
Moneda.”
Pinochet: “Entonces hay que estar listos para
actuar sobre él. ¡Más vale matar la perra y se acaba la leva!”
Se despiden y pocos minutos después retoman el diálogo:
Pinochet: “Patricio, aquí te habla Augusto.
Dime, el señor Altamirano y el señor este otro, Enríquez (se
refiere al dirigente del MIR, Miguel), el otro señor
Palestrano (diputado aguerrido del partido socialista) y todos
estos gallos, ¿dónde están metidos? ¿Los han encontrado o
están fondeados?”
Carvajal: “No tengo informaciones
de donde se encuentran.”
Pinochet: “Es conveniente darle la
información al servicio de inteligencia de las tres
instituciones para que los ubiquen y los tomen presos. Estos
gallos deben estar fondeados, son verdaderas culebras.”
Carvajal: “Conforme, conforme. El
comandante Badiola está en contacto con la Moneda… Le va a
transmitir este último ofrecimiento de rendición. Me acaban de
informar que habría intención de parlamentar.”
Pinochet: “Tiene que ir (Allende)
al Ministerio con una pequeña cantidad de gente. ¡A las once
en punto se bombardea!".
Carvajal: “Ellos está ofreciendo
parlamentar.”
Pinochet: “¡Rendición
incondicional! ¡Nada de parlamentar, rendición incondicional!
Carvajal: “Muy bien, conforme.
Rendición incondicional en que lo toman preso, ofreciéndole
nada más que respetar la vida, digamos…”
Pinochet: “La vida y su integridad
física y enseguida se lo va a despachar para otra parte.”
Carvajal: “Conforme. O sea que se
mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país.”
Pinochet: “Se mantiene el
ofrecimiento de sacarlo del país… Y el avión se cae, viejo,
cuando vaya volando.”
De nuevo suspenden la conversación y la retoman luego de breves
minutos:
Pinochet: “Patricio, muy conforme con toque
de queda, muy conforme con Estado de Sitio, pero hay que
agregar algo. Se va a aplicar Ley Marcial a toda persona que
sea sorprendida con armas o explosivos. Van a ser fusilados de
inmediato, sin esperar juicios.”
Carvajal: “Conforme. Ley Marcial.
Estado de Sitio. Toque de queda. Y a todo el que se le
sorprenda con armas o explosivos serán ejecutados de
inmediato.”
Pinochet: “¡Están ganando tiempo!
¡No acepten ningún parlamento! ¡Parlamento es diálogo! ¡No
podemos aparecer con debilidad de carácter aceptando un plazo
de parlamento a esta gente, porque no podemos nosotros aceptar
plazos ni parlamentos que signifiquen diálogo, significan
debilidad! ¡Todo ese montón de jetones que hay ahí, al señor
Tohá, al otro señor Almeyda (ambos ministros de Allende), a
todos esos mugrientos que estaban por arruinar al país deben
pescarlos presos y al avión que tienes dispuesto tú! ¡Y sin
ropa, con lo que tienen, para afuera!”
Carvajal: “Me han dicho que espere
un momento para convencer al Presidente.”
Pinochet: “¡Negativo!”
Se interrumpe la conversación y luego de transcurridos algunas
muy pocas horas, se reanuda:
Carvajal: “Gustavo (Mendoza) y
Augusto…Hay una información del personal de la Escuela de
Infantería que está dentro de la Moneda. Por la posibilidad de
interferencias, la voy a transmitir en inglés: They say that
Allende committed suicide… is dead now. ¿Dígame si entienden?”
Pinochet: “Entendido.”
Carvajal: “Augusto, respecto del
avión para la familia, no tendría urgencia entonces esa
medida.”
Pinochet: “¡Que lo metan en un
cajón y lo embarquen en un avión, viejo, junto con la familia!
¡Que el entierro lo hagan en otra parte, en Cuba? ¡Si no, va a
haber más pelota pa’l entierro! ¡Si éste hasta para morir tuvo
problemas!”
Así actúa el fascismo y los venezolanos, hay que recordarlo,
alcanzamos a sentirlo aquellos días de abril del 2002 cuando la
derecha tomó el poder en nuestro país por apenas 48 horas, tanto
por la matanza planificada el día de la marcha (11/07) y la
persecución que se desató una vez fue detenido y raptado el
Presidente Chávez (día 12 en la madrugada), por parte de los
Alcaldes de Primero Justicia y la Policía Metropolitana al mando
de Peña, Simonovis, Vivas, Forero, como porque hasta
“periodistas” de los grandes medios radioeléctricos y
televisivos hacían llamados a la población para que denunciaran
el lugar donde se escondían los funcionarios, líderes y
simpatizantes del gobierno derrocado.
Oportuna la ocasión para recordar, también, que por aquellas
horas dramáticas que vivió el país, Escobar Salom, quizás el
venezolano que más participación tuvo en los gobiernos del
“puntofijismo”, pues en todos ocupó relevantes posiciones, como
ministro del interior, diputado, canciller, secretario de la
presidencia, ministro de justicia, fiscal general, embajador y
paremos de contar, recomendaba en una entrevista a la periodista
Ana Vaccarela, quien andaba muy preocupada por la resistencia
que oponía el gobernador del Táchira, Blanco La Cruz, a
reconocer a Carmona como nuevo presidente de Venezuela y a
renunciar a su cargo, que lo sometieran por la fuerza y lo
hicieran preso. Por su parte, el General Damiani Bustillos, creo
que integrante del alto mando de la Guardia Nacional, lanzaba
amenazas desde la televisión advirtiéndoles a los chavistas y
miembros de los Círculos Bolivarianos, que (palabras más,
palabras menos): “ya los tenemos ploteados y sepan
que vamos tras de ustedes…”
¡Lo que nos esperaba a los venezolanos de haberse consolidado
aquel abril del 2002 el gobierno espurio de Carmona Estanga y de
los más oscuros intereses de la oligarquía criolla al servicio
del imperialismo yanqui…!
(*) Ante una decisión reciente de una comisión gubernamental
que determinó que Allende se suicidó, copiamos lo que escribió
García Márquez días después de su muerte: “Resistió
durante seis horas con una metralleta que le había regalado
Fidel Castro y que fue la primera arma de fuego que Salvador
Allende disparó jamás. El periodista Augusto Olivares que
resistió a su lado hasta el final, fue herido varias veces y
murió desangrándose en la asistencia pública. Hacia las
cuatro de la tarde el general de división Javier Palacios,
logró llegar hasta el segundo piso, con su ayudante el capitán
Gallardo y un grupo de oficiales. Allí entre las falsas poltronas
Luis XV y los floreros de Dragones Chinos y los cuadros de
Rugendas del salón rojo, Salvador Allende los estaba
esperando. Llevaba en la cabeza un casco de minero y estaba en
mangas de camisa, sin corbata y con la ropa sucia de sangre.
Tenía la metralleta en la mano. Allende conocía al general
Palacios. Pocos días antes le había dicho a Augusto Olivares
que aquel era un hombre peligroso, que mantenía contactos
estrechos con la Embajada de los EE.UU. Tan pronto como lo vio
aparecer en la escalera, Allende le gritó: "Traidor", y lo
hirió en la mano. Allende murió en un intercambio de disparos
con esa patrulla. Luego todos los oficiales en un rito de
casta, dispararon sobre el cuerpo. Por último un oficial le
destrozó la cara con la culata del fusil.”
Leer completo este texto, bajo el título, “La verdadera muerte de un Presidente”, en la página: http://www.ciudadseva.com/enlaces/ggm-sa.htm
oliverr@cantv.net