El mismo día del descuartizamiento de quizás uno de los precursores de nuestros precursores en Nuestramérica, el Peruano Tupac Amaru, en horas de la tarde fue asesinado, una vez encontrado aún vivo, quien circunstancialmente ostentaba la máxima dirección de las FARC de Colombia, el Bogotano Guillermo León Sáenz, quien por seudónimo obligado se puso Alfonzo Cano, honor y gloria a él, es una página más de dolor pero de ejemplo de martirio y heroísmo de nuestros pueblos en la lucha por nuestra última y definitiva liberación del principal enemigo del género humano y sus lacayos, el Imperialismo Yanqui, es una demostración, su asesinato, que lo humano se impone sobre la bestialidad, al ser capaz de sacrificar su propia vida, por la felicidad del resto de los humanos, que son nuestros hermanos, es una demostración más que existen muchos Jesús de Nazareth, y nuestros pueblos han parido muchos Jesús y que la sangre del Galileo no ha sido suficiente para la liberación definitiva y seguirán habiendo más nazarenos, mientras perviva el Imperio Atlántico, con New York, a la cabeza.
Cuando León Sáenz, recibe la dirección de las FARC, esta estaba en una encrucijada o sobrevivir o resurgir, y escogió el camino más difícil y arriesgado, en donde se requiere mucho coraje y audacia para llevarlo a cabo ante un enemigo más de 100 veces superior en arma y tecnología y que te tiene rodeado inmovilizado; su táctica arriesgada fue la de romper el cerco férreo del imperialismo, al mando del ejército Colombiano, para resurgir y volver a tener vigencia la lucha armada e ir a la conquista del poder, ante un enemigo que tiene control real del espacio geográfico rural, por intermedio de la tecnología satelital, esta táctica era y es arriesgada, chocar con el enemigo que te tiene rodeado, no obstante Alfonzo logró muchas victorias militares ante un enemigo, repito, 100 veces superior a él, pero en el aspecto tecnológico, nada más.
Aunque no soy nadie para proponerle cualquier táctica diferente a la que defina su comandancia, creo que la lucha armada rural, con armamento tradicional, sin misiles que te permitan derribar aviones y helicópteros y aviones no tripulados que te espían, te precisan y te atacan, es difícil sobrevivir, la lucha de resistencia moderna es urbana, se da dentro de los grandes centros poblados, esto lo sabe el enemigo imperial y por ello ha sofisticado su destrucción aérea para bombardeos “humanitarios”, en grandes ciudades, evitando lo que cínicamente llaman “daños colaterales”, aparte que han creado al paramilitar urbano, quien es un delincuente pero que utilizan con fines de terrorismo político (Por supuesto de estado), para someter y subyugar a la población, ahora, al pueblo no lo somete el gobierno directamente sino un malandrín o una banda o cartel, que domina un área o un renglón de la economía informal (Drogas, objetos robados, trata de blancas, incluye la masculina también, juego, armas, etc.) y mantiene en zozobra a la población de su área de influencia manteniendo de esa forma el control social e impidiendo el resurgimiento de grupos sociales revolucionarios, ante un estado de zozobra permanente, es imposible que surjan grupos de reflexión rebeldes o disidentes, solo o más violencia o la renuncia total, no solo a la violencia, sino a vivir la realidad, ya sea por intermedio del opio material o del opio espiritual, estos últimos lo conforman grupos cristianos fundamentalistas y fanáticos cuyos vaticanos están en USA y por supuesto la tradicional iglesia católica.
Los farianos, en la lucha contra esta barbarie impulsada por el imperialismo, cuyos laboratorios han sido Centro-América, en los 80-90, Colombia, en parte de los 90 y 00 y ahora México, tendría muchas tareas pendientes, en disputarles estos espacios a las bancrim, en su mayoría afines o dependientes del gobierno ultraderechista, en los grandes centros urbanos de Bogotá, Medellín, Cali o Barranquilla, e instaurando comunas en sus favelas, quienes dispararán directamente al centro del poder oligárquico.
Alfonzo Cano, murió en el férreo cumplimiento de su deber, y por ello será salvo, la posterioridad lo absolverá de toda culpa, mas no hará lo mismo con quienes le correspondía desde posiciones de poder, impedir el desarrollo y fortalecimiento del imperialismo yanqui en Nuestramérica y han claudicado prefiriendo lo personal a lo colectivo, ellos serán condenados, contra ellos no existirá perdón alguno; sus ambigüedades e incoherencias o inconsecuencias han permitido el fortalecimiento de gobiernos marionetas del imperialismo y ese reforzamiento del imperialismo, han permitido la actuación impune de Washington con su tecnología de guerra, en la patria de Bolívar (Colombia lo es), reforzamiento que ha hecho impune su actuar criminal, ya que no estamos ante una guerra irregular clásica, una guerrilla en contra de un ejército regular; estamos ante un grupo armado que sobrevive y lucha por su vida, frente a un ejército que lo vigila permanentemente, sabe desde el espacio en donde están por donde caminan, cuántos y quiénes son y que en cualquier momento dispara el gatillo y mata certeramente, esto es una mera cacería humana de alguien que por su superioridad armamentista asesina sobreseguro con ventaja y alevosía, aquí hay cobardía, crimen calculado, esto es lo que llamo el maestro Joaquín Trincado la maldad refinada, de alguien que mata contando con la inmunidad de la superioridad del arma.
Aquí habría que rememorar a Stalin y a la burocracia soviética quien por su culpa, su traición permitió que el imperialismo yanqui se súper armara, y nos lleva 50 años de desarrollo armamentista, y hoy no tiene freno ni contención, y con su poderío bélico impone su ley como guapetón de barrio en la aldea global. La crisis económica no es suficiente para que caiga, saqueos como los de Libia, otro hacia Venezuela parecido, y superará la crisis y si le agregamos mandatarios o grupos de poder que son llamados a alzar su voz y prefieren, por comodidad y bienestar personal, callar, de esa forma los imperialistas creen que habrá “otro siglo americano”, pero a la humanidad no la doblegará el imperialismo, miles, millones de Alfonzos Canos insurgiran y preferirán una muerte segura pero necesaria, ante el vivir doblegado de rodillas, por ello Guillermo León Sáenz, murió cumpliendo con su deber de humanidad y será salvo.
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