Según diversos trabajos de investigación el delincuente social actúa inducido, no por la “exclusión social”, sino por la “exclusión de la sociedad de consumo”. El delincuente copia el modelo consumista capitalista, el que ve en la calle, en la exhibición de carros y motos de lujo, el que ve en las vallas publicitarias, en los video-juegos, en la TV y en las películas de Hollywood. Un modelo que ha hecho de la violencia, una mercancía muy lucrativa.
No es posible enfrentar el problema de la inseguridad, si no cambiamos ese modelo de sociedad basado en el consumo desenfrenado, en la publicidad y en la ostentación de la riqueza. Una sociedad individualista, exhibicionista, hipócrita y narcisista, que se horroriza con lo que sucede a su alrededor, pero que no es capaz de mirarse a sí misma. Una sociedad de ciegos y ciegas.
La delincuencia es un problema multifactorial. Enfrentarla requiere de un conjunto de acciones diversas. Una reforma policial y judicial, la implementación de una Operación Desarme, humanizar nuestro sistema penitenciario y enfrentar la inmensa corrupción que le es propia, establecer estrategias para la prevención temprana de la violencia. Todo esto es importante, pero no es lo fundamental, la causa principal de la delincuencia, y de la inseguridad que de ella se deriva, es la sociedad de consumo capitalista.
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