Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Hugo Rafael Chávez Frías.-
Su despacho.-
Siempre nos ha asistido como colectivo enamorado y entusiasmado por la diversidad natural y cultural de la región una voz y una acción que no es ajena a las que se han venido gestando con tanto dolor y gloria en nuestro continente.
Desde hace ya varios meses nos aturde tanta confusión de tan viejo signo, y desde la fe en la voz, aprendida de la humedad y la piel de nuestros hermanos indígenas, quisiéramos enhebrar ideas para atarlas a su accionar de máximo líder que emancipa y revela.
En este momento le habla la colectiva mirada de humanos conscientes de la importancia de preservar el fenómeno vital, no para etiquetarle y encerrarle en museos, ni para censar en afán taxonómico la maravilla y exhuberancia de la vida que nos incluye.
Deseamos hacerle ver, Presidente, que la ciencia, la tecnología popular, la antropología, la sociología y la comunicación social que encarnamos y asumimos están puestas al servicio de los hombres y las mujeres de esta Patria Bolivariana, hacia la búsqueda de una real felicidad tantas veces postergada.
La idea, Presidente inédito, es abrazarle con regocijo para que entienda nuestra posición de seres que disentimos del proyecto económico minero que en los actuales momentos se promueve de manera asimétrica en la región y el país. Le hacemos saber esto con la plena convicción de que escuchará una vez más nuestras razones y creencias, de que las evaluará, a la luz de asumir una balanceada y digna opinión sobre el tema.
Como zulianos y como ciudadanos del planeta, consideramos que la explotación de carbón con minas a cielo abierto no representa ninguna alternativa sustentable ni verdaderamente endógena para la región y mucho menos para sus habitantes. Ninguna de las cinco cosmogonías indígenas asentadas en la Serranía de Perijá, en su piedemonte y en la región zuliana jamás ha crecido ni ha basado su sustento colectivo en la minería.
Conscientes de esto y conscientes del impacto ecológico y sociocultural ya irreversible generado en la Cuenca del Guasare (Municipio Mara, estado Zulia) con la explotación de la mina Paso Diablo, donde compatriotas de la etnia wayuú fueron desplazados y engañados por la empresa Carbones del Guasare S.A., deseamos hacerle saber que a pesar de que se haya gestado un cambio en el nivel gerencial de la empresa y se pretenda “edulcorar” las visiones de la institución, poco puede hacerse en el plano real para “hacer amigable la explotación” toda vez que la misma requiere de tierras libres de árboles (deforestación) y de constantes explosiones que hagan aflorar el carbón.
Estos requisitos básicos necesarios para la explotación del carbón con minas a cielo abierto, como ya se evidenció en el pasado reciente, desmembra a las comunidades que habitan las zonas a explotar y se les somete a una peligrosa reubicación, con la silenciosa y desgarradora exclusión a espacios no propios y nada relacionados con su cosmovisión única. No cabe de otra cuando se trata de explotación minera estimado Presidente. No hay felicidad qué sumar en espacios no propios, sólo espejismos, sólo simulacros de bienestar.
La acidificación que se genera en los cuerpos de agua visibles y en aquellos no tan evidentes (manto freático), señor Presidente, es de considerar con cautela, toda vez que el ácido que se desprende como producto de la reacción química entre el carbón y el agua de lluvia (recuerde que son vastas extensiones de carbón a cielo abierto) genera ácido sulfúrico y demás compuestos químicos tóxicos de los cuales se sabe suficientemente, traen consecuencias irreversibles para la flora y fauna presente en los caños y ríos que atraviesan la zonas a explotar.
Presidente, hablamos de insectos acuáticos, de peces, de bosques húmedos tropicales, de los cuales se sabe su declinación en el tiempo y en el espacio a partir de la trágica experiencia que ha representado y que representa la Mina Paso Diablo en la cuenca Hidrográfica del Guasare, aledaña a la que actualmente se desea explotar en la zona septentrional del piedemonte perijanero conocido bajo los nombres wayuú de: Cachirí y Riecito Maché.
Todo este rosario de eventos impactantes de la vida viene siendo recabado por científicos de La Universidad del Zulia (biólogos en su mayoría) empeñados desde hace ya casi dos décadas en dirigir la mirada hacia estos desmanes ambientales que ponen en jaque los acuíferos que surten de agua a los embalses de Tulé y Manuelote (Municipio Mara) que a su vez son los responsables de surtir de agua potable a las poblaciones de los Municipios Maracaibo y San Francisco de nuestro Estado Zulia. Estos embalses son y han sido testigos mudos del creciente proceso de deforestación que se ha gestado desde hace décadas, ante la mirada ciega de ministerios e institutos como el encargado de la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (ICLAM).
Presidente, una vez deforestada el área se allana el camino para la explotación minera pero se cava la tumba para poblados enteros que ancestralmente habitaron la zona. De igual manera, este modelo minero y terrofágico genera “escombreras” en donde ya jamás podrá recuperarse la vegetación autóctona en las condiciones originales.
La reforestación que se hizo en las zonas devastadas en el pasado producto de la explotación carbonífera, con plantas no autóctonas de la zona, por ignorancia ambiental y falta del más mínimo profesionalismo de la empresa Carbones del Guasare S.A., constituye el segundo más certero golpe que haya recibido la biodiversidad local, sin que ningún doliente gubernamental se haya pronunciado al respecto ni en el pasado ni en los actuales momentos.
No hay reforestación viable para este modelo de extracción. Al perder vegetación estamos perdiendo una fuente esencial de refugio a la biota animal de la región y a la par desestabilizamos los suelos y los hacemos propensos a la erosión y al lavado de la capa vegetal que se sumará a los sedimentos que restarían vida útil a los embalses que en la zona ya existen con grandes deficiencias en su funcionamiento y a la par estaríamos generando a futuro graves escenarios de riesgo por desborde de ríos y subsecuentes inundaciones que terminarían por cegar importantes vidas humanas como ya ha ocurrido en las zonas aguas abajo de los embalses.
Sin raíces que protejan el suelo, sin vida, la montaña espacio de vida, ahora se convierte en una piel desnuda lista para ser sometida al “bisturí del irracional modo de hacer economía”. Seguimos fomentando con la industria del carbón la quema de combustibles fósiles aquí o en cualquiera otra región del planeta con la consecuente contradicción para con la firma que se ha hecho del vapuleado Protocolo de Kyoto.
Presidente, si la idea es fomentar aguas abajo de la explotación del carbón, toda una importante red de empresas cooperativas y de núcleos de desarrollo endógeno, le recomendamos repensar con visión de estadista, con visión de centurias al futuro, lo grave de la idea. No hay nada más lamentable que suscitar la autonomía de comunidades organizadas desde el financiamiento exógeno. Usted dirá que en las primeras de cambio es necesario y razón no le faltaría, pero estaríamos fomentando una diversificación de paternalismos nada fáciles de corregir a mediano plazo.
Plomo en el ala llevaría uno de los modelos de hacer patria pues la humanidad está aspirando a otros modelos energéticos; y tarde o temprano, señor Presidente, y estamos seguro de ello, tendremos que ser autónomos de verdad. La visión materna de la tierra, sentida por los indígenas de nuestro continente y el planeta entero debe ser escuchada.
Las concesiones de exploración y explotación de carbón, Presidente Chávez, han sido tomadas como tema de diatriba politiquera en la región y en vez de despejar las dudas, algunos representantes de importantes instituciones del gobierno nacional, se han dado a la tarea de embrollar más el asunto.
Cuando se señala que la explotación de carbón que detentaba CORPOZULIA en la Serranía de Perijá ya no se efectuará, no se aclara el tema. Y más allá de aturdirnos con la estruendosa publicidad que se gestó en meses recientes no se nos dice nada al colectivo zuliano sobre las tierras de los indígenas a demarcar en las otrora concesiones mineras.
¿A qué engaños regionales estamos asistiendo Presidente, toda vez que se nos involucra a los disidentes de este modelo económico como peligrosos terroristas?
Le hacemos saber Presidente que estamos conscientes de nuestra voz y de nuestras denuncias. Sabemos del peligro que el Puerto de Aguas Profundas a construirse en la isla de San Carlos y San Bernardo (Municipio Insular Padilla del Estado Zulia) representa para la soberanía de nuestro país. Hemos entendido como esta infraestructura se integra a proyectos nada cercanos a la visión de nuevo socialismo propuesta por su persona y asumida con inmenso apoyo.
Cuando hablamos de la explotación de carbón y de la construcción de un puerto, cuando hacemos ver nuestra disconformidad con estos armatostes nada cercanos al latido profundo y digno de nuestros hermanos indígenas, estamos hablando de planes ya viejos y para nada sometidos a la discusión plural del colectivo regional y nacional.
Si estamos contra el ALCA, atentos debemos estar ante estos planes de integración claramente “chucutos”. Tenemos las pruebas Presidente que demuestran como estas intenciones de integración ponen en jaque la vida toda de la cuenca Hidrográfica del Guasare.
Es por ello Presidente que públicamente apelamos a su investidura de Primer Mandatario Nacional para promover un poco de orden a este “ruido” que se ha venido gestando desde hace ya varios años en nuestra región. Y lo hacemos porque está en juego nada más y nada menos que la herencia cultural de cinco etnias indígenas (Barí, Yukpa, Japreria, Wayuú y Añú) a las que se les oculta la verdad. Lo hacemos Presidente porque está en juego el agua que se consume en nuestras ciudades de la costa occidental del Lago.
Como Bolivarianos resistimos el embate de personeros gubernamentales nacionales con voces prefabricadas y almas en venta.
La debacle de la gestión ambiental en la región zuliana, representada por la superfloración de la planta acuática Lemna sp evidenció la mala praxis histórica con la que se viene trabajando en las instituciones del Estado llamadas a crear alternativas ante el tema ambiental. Al descuidar la deforestación en las cabeceras de importantes ríos presentes en las 11 subcuencas del Sistema del Lago de Maracaibo, se abre la puerta para no solamente acabar con el tejido sociocultural de las etnias indígenas, que ya sería tipificado de etnocidio, sino que se crean las condiciones necesarias para abultar la deuda ambiental que se tiene para con la región zuliana entera. Cuando opinamos sobre un tema de índole ambiental con directas e incuestionables repercusiones en el tema social debe respetársenos ese derecho de contraloría ambiental y social que ejercemos, pues, en esta bioregión, escasos y poco constantes en la denuncia han sido los defensores de la diversidad biológica y de la sociodiversidad.
Conscientes del rol que no hemos desempeñado como sociedad, asumimos nuestra cuota de responsabilidad pero exigimos a la par un Ministerio del Ambiente y un Instituto para la conservación del Lago de Maracaibo (ICLAM), realmente concentrados y sincerados en la labor de solventar las graves situaciones ambientales que la industria petrolera y petroquímica han generado en nuestro estuario.
Presidente Chávez, estamos comprando, sin entenderlo desde la sabiduría de nuestros indígenas Barí, Yukpa, Japreria, Añú y Wayuú, la muerte y la asfixia en incómodas cuotas. Las cicatrices que diseñamos sin tanta vergüenza en los planes de “desarrollo” costarán caro en el futuro inmediato, toda vez que el carbón, como recurso natural no renovable y como combustible fósil no garantizará ninguna viabilidad ambiental y mucho menos social. Nos preguntamos con entereza: ¿Por qué si el negocio del carbón es una forma de desarrollo endógeno, los Municipios Mara y Páez son los primeros en desnutrición, analfabetismo y mortalidad infantil en el país? Llevamos 6 años de Gobierno Bolivariano, Presidente Chávez y todavía no bajan los índices. ¿Qué ha pasado hasta hoy con las regalías de la explotación del carbón? ¿Corpozulia y las alcaldías bolivarianas de estos municipios que rol están desempeñando para estructurar acciones que no hereden la mediocridad e ineficacia que tanta muerte han destinado para estos espacios de nuestra geografía regional?
Presidente, deseamos hacerle ver lo que ya se ha padecido con el carbón para evitar erigirlo nuevamente como la panacea de desarrollo. Los beneficios de este rubro son nada rentables mientras se aniquila sin reparo lo verdadero y lo valioso de nuestra geografía patria.
Es importante que sepa que se nos invita a que practiquemos un bajo perfil y tibieza en la denuncia. Ante esto no hemos dudado en acudir a su mirada pues consideramos fervientemente que jamás se habían dado tan importantes condiciones de debate y participación en el país para venirlas a menguar por el capricho de seres (que se autoconsideran bolivarianos) que no están verdaderamente a la altura de la nueva construcción del país.
Porque creemos en la verdad y luchamos sin descanso por hacerle espacio. Porque la juventud y la dignidad que nos asiste reclama un valor inédito heredero de la mirada del Bolívar humano y no de efeméride. Porque estamos llamados a crecer en la riqueza de la vida y no en la falsedad de la muerte. Porque estamos empoderados desde el conocimiento científico y el alma de ciudadanos del planeta que nos asiste desde hace varias décadas de constante denuncia. Porque estamos bañados de la epifanía de estos tiempos mundiales de cambios. Porque entendimos el lenguaje de la bestia y lo decodificamos para no perpetuar sus agonías. Porque la mentira aburre y la verdad libera le hacemos saber de manera pública que:
- Exigimos por la defensa de la vida de las comunidades Wayuu asentadas en las zonas de Cachirí y Socuy, el cese de los planes de explotación carbonífera adelantados por Corpozulia y sus socios trasnacionales en esos territorios.
- Creemos en la demarcación real e inmediata de las tierras de las etnias indígenas asentadas en la Serranía de Perijá (tanto al norte como al Sur de la misma).
- Exigimos una declaración por parte del Estado Nacional sobre las concesiones de explotación de carbón a trasnacionales que se encuentran ubicadas en la Serranía de Perijá y de las cuales existe un limbo informativo alarmante.
- Creemos que los actuales proyectos de núcleos de desarrollo endógeno salidos de las oficinas de CORPOZULIA deben ser revisados a la luz y a la verdad de las necesidades humanas de los pobladores de la región. No creemos en lo exógeno y si en lo endógeno… ¡pero desde el alma!
- Creemos que ningún proyecto cooperativista diseñado en común acuerdo con comunidades regionales se financie so pretexto de las regalías de la explotación del carbón. Esto sería dar puerta franca a la concepción, errada desde un principio, de un cooperativismo que no respete al planeta en su conjunto. Un cooperativismo que desconoce el calentamiento global o que lo asume como fenómeno distante y ajeno. La idea es trabajar la cultura solidaria sin desmedro del ambiente que nos incluye.
- Creemos en la sana conformación de mesas técnicas donde se de cabida a las voces y testimonios de ex trabajadores afectados por la antigua y actual explotación carbonífera. Escucharnos es la clave para no repetir trágicas realidades.
- Creemos que las condiciones están dadas para iniciar un verdadero cambio cultural en esta región tan afecta a los anacronismos y a los falsos designios del progreso.
- Creemos en la oposición a un modelo que habla de toneladas métricas anuales y de hectáreas de explotación pero no da cabida a la visión sociocultural que impacta gravemente.
- Creemos en el agua como generadora de vida. No avalamos un proyecto económico que ponga en jaque la permanencia de acuíferos o de cuencas de importancia fundamental para la región zuliana. Es de delincuentes pretender una visión tan primitiva y tan negadora del fenómeno vital como la superada en la Revolución Industrial Europea.
- Creemos que los indicadores de desarrollo sean medidos en base a la suma de felicidad que los mismos generan. Nunca será sostenible el número de empleos como indicador de progreso y/o crecimiento. Si por empleos fuera, la idea de explotar toda la Serranía de Perijá bastaría para acabar con todo el desempleo del país, pero, ¿A costa de qué?
- Creemos en la difusión de la problemática a escala regional y nacional. La Serranía, su verdor y exhuberancia, más allá de desempeñar una función local, se constituye en un importante patrimonio de la humanidad que da cobijo y sustento a cinco cosmovisiones indígenas.
- Creemos que los planes estipulados en la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), verbigracia, Eje de Desarrollo Occidental, Gasoducto Colombo-Venezolano, sean evaluados a la luz de futuras dependencias neocolonialistas que en nada ayudan a integrarnos verdaderamente más si a crear incertidumbres en relación a la soberanía que estamos llamados a defender.
- Creemos que el Proyecto de Explotación de Carbón, desde su zona de explotación en el piedemonte perijanero, pasando por sus zonas de transporte hasta su destino final en los puertos ubicados en el Estrecho del Lago de Maracaibo (Puerto América) convierten al Zulia en un Estado de Sacrificio Nacional.
- Creemos en el cese de las declaraciones infundadas por partes de personeros del Gobierno Nacional contrarias a la movilidad y denuncia de los grupos ecologistas y activistas ambientales de la región y el país.
- Exigimos la revisión de nuestras denuncias, mismas que obedecen a una crítica sustentada en años de investigaciones científicas sobre el tema complejo que representa la Serranía de Perijá, de sus habitantes ancestrales y de su diversidad biológica.
- Creemos que se le debe dar cabida a la mirada y a las voces y testimonios de los verdaderos líderes indígenas de la región, así como a los diversos colectivos culturales alejados del burocratismo que todo lo hace gris y dañino.
Por estas y otras creencias así como por sentidas y dignas concepciones a las que no estamos dispuestos a renunciar, suscribimos, los abajo firmantes, esta carta pública dirigida al Presidente Chávez con el ánimo de promover en su persona la epifanía necesaria para de una buena vez desterrar ese principio errado que corroe actualmente el proceso de transformaciones que se fragua en todo el país, principio basado en la falsa concepción de que toda crítica constituye nuevas armas para el enemigo.
Presidente, prestos estamos a defender nuestras verdades, sin ambigüedades ni falsas concepciones. Ilustre a sus hombres de gobierno en la región. Flaco servicio le hacen estos sujetos a la verdad continental que estamos felices, en inmensa mayoría, de encarnar.
Confiados en la verdad del diálogo profundo que encarna su liderazgo y el respeto por los derechos de los pueblos indígenas y los derechos ambientales consagrados en el texto de nuestra Constitución Bolivariana, quedamos de usted, enérgica y apasionadamente, los abajo firmantes.
Firmas
Por la Universidad Bolivariana de Venezuela – Sede Maracaibo, los docentes:
- Asmery González C.I. 7.836.612
- Sandra Cardozo C.I. 11.873.912
- José Javier León C.I. 10.406.683
- Nicanor A. Cifuentes G. C.I. 14.208.465
- Elpidio González C.I. 4.521.827
- Elaine Centeno A. C.I. 82.260.328
- Polly Urribarrí C.I. 9.740.226
- Lenín Parra C.I. 10.430.422
- Heberto Prieto C.I. 11.605.931
- María Isabel Portillo C.I. 12.305.753
- María Alejandra Portillo C.I. 12.305.750
- Juan Carlos Sotillo C.I. 6.230.965
- Carlos A. Bracho C.I. 13.529.833
- Ilich Carvajal C.I. 10306.150
- Verónica Pirela C.I. 6.747.425
- Nelly Contreras Gutiérrez C.I.
- Coribell J. Nava C.I. 10.451.974
- José Gregorio Sánchez C.I. 5. 851.171
- Lissette Luzardo C.I. 11.282.939
- Gabriela Marcano C.I. 12.212.965
- Yulitza Tirado C.I. 11.647.921
- María Inés Beltrán C.I. 8.506.727
- Deinis León C.I. 10.405.130
- Mildred Torrenegra C.I. 9.735.794
- Freddy Morón C.I. 11.295.060
- Ruth Jiménez C.I. 8.504.361
- Doris Chávez C.I. 7.787.540
- Rosario Romero C.I. 6.746.563
- Rosanna Marín C.I. 10.415.326
- Giovanny Ávila C.I. 10.445.690
- Lemaire Romero C.I. 12.393.147
- Lenys J. Rincón C.I. 12.100.349
- Jenny G. Farías Suárez C.I. 11.287.348
- Adriana C. Farías Suárez C.I. 13.932.815
- Gisela P. Farías Suárez C.I. 11.287.349
- Liliana Uzcátegui C.I. 14.357.216
- Ángel Oroño C.I. 12.404.114
- Mary Luz Núñez C.I. 11.297.197
- Norman Prieto Sánchez C.I. 7.768.773
- Aura Pérez C.I. 12.497.499
- Rosángela Hernández C.I. 13.003.001
- Dulce Suárez C.I. 7.607.772
- Xiomara Guanipa C.I. 5.727.830
- Javier Mavarez C.I. 9. 713.312
- Miguel Viloria C.I. 10.912.349
- Johania Quintero C. C.I. 13.064.551
- Evaristo Pérez Suárez C.I. 7.715.550
- Diana Acosta de Ferrer C.I. 6.875.222
- Yasmín Villavicencio C.I. 5.850.771
- Huberto Bolaños C.I. 6.746.792
- Carmelo Raydan C.I. 4.145.112
- Duvis Laguna C.I. 7.973.255
- Mayra Ojeda C.I. 7.971.137
- Eduardo Mármol C.I. 81.762.595
- Rosilda Salas C.I. 4.161.579
- Yalitza Ramos C.I. 11.897.976
- Ninmar Colina C.I. 13.204.383
- María G. Padrón C.I. 14.310.982
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