Muy bueno todo lo que dice la antropóloga Zaidy Fernández Soto de la Licenciatura de Antropología de la Universidad del Zulia en su artículo “Cuando las verdades están dicha, cuando el etnocentrismo se evidencia en genocidio”, cada párrafo merita un análisis propio que va desde su yo existencial, como genero homo sapiens sapiens, sensible, franca ante el otro cercano, o lejano, éste que está “más allá del mar”, de su lenguaje de mujer, desde su posición de genero, de su relación con sus colegas y su visión de la ciencia y la ética.
Fernández Soto plantea un tema muy profundo para los científicos no antropólogos, y muy odioso e insoportable para los que sustentan y practican la cultura de la dominación, para el pensamiento militar financiero que se quiere apoderar del mundo y de la vida de genero humano, para el denominado pensamiento del “blanco anglosajón protestante”, para el pensamiento neocolonial que aun esta vivo no sólo en la derecha única mundial guerrerista y golpista, sino en nuestras universidades e intelectuales, en los pensamientos de casi todos los presidentes y de casi todos los funcionarios de sus gobiernos de la patria grande, en nuestra América, por no decir en los países de Asia y África también.
Recordemos que la antropología nace por la necesidad que tenían los gobiernos imperiales de conocer al otro lejano más allá del mar para dominarlo síquica, social y culturalmente; por este interés colonial nacen en las universidades de Europa y de los Estados Unidos los primeros investigadores sociales y las distintas escuelas de antropología. Desde allí partieron para hacer su “trabajo de campo” a los pueblos de países de Asía, África, Oceanía y América. Vinieron a estudiarnos para así dominarnos. Pero de estas investigaciones y aportes teóricos nacen posiciones teóricas filosóficas de liberación de ese otro lejano, pero también de este otro cercano que nos habla la profesora Fernández Soto, de los indios y negros de nuestra América, de Venezuela, de los Yukpa y Sabinos en el Zulia más concretamente. Nace el relativismo cultural y más recientemente la filosofía de liberación y la filosofía intercultural, y por supuesto el marxismo mucho antes.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, hoy no por casualidad vivimos la última (el fin de la humanidad si no intervenimos como pueblos organizados para detenerla) un grupo de naciones imperiales y sometidas otras asumen los mal llamados derechos humanos universales, pues desde el punto de vista de los estudios arrojados por la ciencia antropológica no hay derechos humanos universales, ni mucho menos culturas superiores e inferiores, sólo diferentes, sino de derechos humanos particulares, propios de cada cultura existente sobre la fas de la tierra. Pero impusieron en las Naciones Unidas esta visión imperial tal como hoy se impone la guerra de los países “desarrollados” contra los países diferentes culturalmente o rico en energía fósil agotable, o ubicadas en lugares estratégicos en los mapas imperiales geopolítico y geoeconómico.
Pero estas reflexiones originadas desde los textos de Frank Boas, Fals Borda, Fornet-Betancourt, Dussel entre otros, no compartidas por los dueños de la guerra, los sustentadores y practicantes odiosos del etnocentismo, del eurocentrismo, el pensamiento único, muchos menos por los blancos descendientes de los pobres aventureros invasores canarios que fundaron Machiques en 1890 cuando huyeron de la Villa del Rosario asustados por las tropas del General Venancio Pulgar que incendió la Villa en 1872. Mucho menos por los militares y los ignorantes “periodistas” tarifados del diario La Mentira (La Verdad).
El etocentrismo ese al cual hace referencia la profesora Fernández Soto lleva a los ganaderos a odiar a los Yukpa, a utilizar a sicario para intentar a asesinar el lunes 15 a Zeneida (20) hija de Sabino por mantenerlos acompañadas de otras mujeres aguerridas de su “tribu” con su discurso propositivo por la paz interétnica y multicultural a raya conjuntamente con sus GNV y efectivos del Ejército Venezolanos convocados y traídos por ellos. Se valieron de la oscuridad y del silencio cómplice de los hombres de las armas de la patria para dispararles por la espalda. Cobardes traidores a Bolívar.
Pero si hablamos desde la antropología científica y desde la antropología jurídica, entonces Sabino dice la verdad original, la verdad de su pueblo, de Amoricha su dios, y es legal sus acciones. La mente lucida de Sabino hace una diferencia entre la Ley Romana a favor de los ganaderos y los militares y la Ley Yukpa (http://laguarura.net/2012/09/27/ley-yukpa-versus-ley-romana-o-ley-de-los-watia/ http://patriaurgente.com/2012/09/niegan-proteccion-a-carmen-fernandez/). Sabino habla y actúa desde su territorio ungido del poder y de la representatividad que le otorga su comunidad Chaktapa como Cacique (yuakpu), se dirige por los medios de comunicación a Yukpa y Watías con sus decretos. Habla desde su territorio reconocido por ellos y ahora por el aparato jurídico del Estado, desde su guerra de toda una vida contra el ganadero invasor a sus tierras y bosques del río Yaza. Todo pueblo en guerra se encierra en si mismo, en sus valores y creencias para destruir o dominar al otro, el método Yukpa que nuestra organización conoce en 27 años de estudio y observación consiste en debilitar al enemigo, cercarlo y asfixiarlo, arruinarlo; ellos dicen que al ganadero le duele más las vacas que su familia, y por esta razón en un acto justiciero les expropian las vacas que ofenden y destruyen sus bosques, causantes de su exclusión y hambre, y le “confiscan” por utilidad de su pueblo sus fincas invasora al territorio sagrado Yukpa. Son las botas y los cascos de las vacas invasores las que no quieren ver en sus territorios, ya no la soportan más, que se vayan es el grito de guerra dado primero por las mujeres y sostenido durante todo el tiempo que dura la presencia del ganadero o de su militar traidor a Bolívar y a Guaicaipuro. .
Sabino dice que su padre José Manuel le contaba cuando él era niño que los Yukpa antes de la llegada de los ganaderos todos vivían felices en la Sierra y su piedemonte, luego llegó el engaño, las divisiones entre ellos con las vacas, alambre de púas, portones y candados, y paja por doquier en lugar de bosques, aguas y animales; vino el calor, la muerte y el hambre. Ellos son nuestros enemigos le decían todos los viejos, nuestros agresores y culpables de todas nuestras desgracias. Nos quitaron nuestros territorios, por eso somos flacos y ellos son gordos “viven de nuestras costillas… ellos tienen vacas con mucha carne y nosotros pequeños caracoles silvestres para comer”.
No te preocupes amiga Zaidy si los Watías llaman por Ley Romana a Sabino bandolero, ladrón “invasor, saqueador” (La Verdad, 19/10/12: Portada), pues para los Yukpa del Yaza (Parirí y Wasameros) Sabino es su héroe y protector. Dicen ahora que todos son Sabinos. Sólo profesora Fernández Soto en lo único que no estoy totalmente de acuerdo con su genial documento es cuando dice “SOLO NOS QUEDA SABINO Y SU GENTE…” nos queda por Toromo Jesús Peñaranda Yaspe y su gente, así como Abigail; Cesareo, Adolfito, Lida Nerva Anane y sus gentes del Tukuko. Cada cien años se levantan los pueblos.
El drama más grande en el que viven los blancos ganaderos y los Coroneles Izquierdo Torres, Francisco José Salcedo Alcalá, Lesley Reyes y Luis Alfredo Motta Dominques, este último nada puede decir: 1. Su propio hijo Luis Alfredo Motta Vargas (25) fue detenido por herir el 1 de enero con dos balas de pistola calibre 24 en una discoteca en Baruta a Luis Eduardo Martínez, pero salió en libertad en abrir, y ahora le vuelva a detener y presentar en el Palacio de Justicia por atracar a un taxista en el Rosal, aunque por influencia volverá a salir téngalo por seguro y 2. Porque al llegar a la dirección del INTI Motta Dominguez lo primero que hiso fue devolverle las tierras recuperadas por los campesinos a los ganaderos y empresarios del campo.
Resulta ser que en el inconsciente colectivo de los venezolanos está Guaicaipuro como símbolo guerrero de la resistencia y la dignidad de los venezolanos, pero que ahora aparece hecho carne, vivo en la figura también de un Caribe llamado Sabino. De allí el odio y las ansias de GADEMA y militares de Macoa de apresarlo a como de lugar tal como dijo Diego de Losada en el ideario de los ganaderos y militares aliados. Están enfrentados dos ideales en pugna del subconsciente colectivo de los venezolanos separados de dos clases y sectores sociales presente en toda América Latina: Por un lado, Sabino/Yukpa y movimientos sociales y, por otro lado ganaderos/sicarios, militares y GNB de Machiques. Y los Malinche los Caciques Mayores del GADEMA/MIMPI.
Sociedad Homo et Natura
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