Pildoritas 119 (Año VI)

Sentimiento generalizado

“Debe sincronizar su cerebro con su dedo al escribir un twitter” , lo dijo y lo dijo muy bien, la Fiscala General de la República, refiriéndose a Bocaranda, ese sujeto cuyo ejercicio de la profesión de periodista, si de algo pudiera servir sería para que en las escuelas de periodismo se coloque como ejemplo de cómo se puede pisotear la ética, de la manera más descarada, burlarse de las leyes y colocarse al lado y servirle, al palangrismo nacional e internacional que se utiliza para buscar traidores y enemigos de los más sagrados intereses de la Patria.

Pero emulando al la Jefa del Ministerio Público podríamos también decir de quien haciendo pareja con esta antítesis del periodismo, mandó a sus patotas de Primero Justicia a matar, incendiar y destruir lo que encontrara a su paso, tal vez también dándole credibilidad a lo escrito por Peñaranda, cuando en una demostración, no pudo, porque no tiene cómo, sincronizar su cerebro con su lengua en los dolorosos resultados que todos lamentamos así como lamentamos que este vulgar delincuente como el otro, por razones inexplicables sigan libres y cada día causándole más daño al pueblo venezolano, el uno escudado en su condición de periodista, que aquí como en ningún país, pareciere ser una patente de corzo, y el otro en que se cree intocable por haber sido candidato y considerarse con inmunidad automática y absoluta.

Es difícil para quienes esperamos la acción expedita de la justicia, que es un mandato constitucional, entender las razones que privan para que no se proceda a aplicar las leyes evidentemente violados de manera grave por estos dos personajes, y nos hacemos peguntas que a veces no tiene respuesta y es entonces cuando uno piensa que existe miedo en los responsables de juzgar, porque los peces son muy gordos, como si la misma constitución expresamente nos presenta todos los ciudadanos con igualdad ante la justicia. Pensemos por un momento si quien hubiese escrito el twitter que incendió la mecha y quien hubiese salido a mandar a matar hubieses sido dos ilustres desconocidos, ya estarían juzgados y condenados.

Y esto ya es un pensamiento generalizado, para muestra les transcribo uno de muchos correos recibidos desde que comenté este tema en otro de mis artículos: Este me lo envió uno de mis lectores de nombre: Luis Añez

“Compatriota Saúl Molina, hoy sábado 13 de Julio, desde una ciudad de USA, siendo las 1630 hs (4:30pm) te estoy enviando este correo para expresarte mi felicitación por tu reportaje que acabo de leer, relacionado con la impunidad existente para los cabecillas del fascismo en nuestra amada Venezuela. Siempre me ha preocupado la falta de acción de los tribunales de Justicia y esa parsimonia, negligencia, indolencia, indiferencia y unas cuantas cosas, me parece sumamente peligrosa. A quién le temen para aplicar severamente y oportunamente la justicia? Para mí, amigo Saúl, es el terror, miedo, pánico que le tienen al imperio norteamericano. Simple y llanamente es la causa.

Un abrazo y espero seguir leyéndote por aporrea. Es importantísimo que sigas ahondando en ese tema, ya que muchísima gente comparte nuestra preocupación al respecto.”

Y Pedro Yntriago me escribe:

Amigo Molina

Además de lo que usted dice en su artículo (13-07-2013) hay más:

- Aporrea parece haber tendido un cerco a quienes escriben, incómodamente

- Dos sentencias recientes del TSJ, se fueron al carajo: El impedimento para la quema de los cuadernos de las primarias del nazi fascismo; y la reanudación de faena de Fapuv. No es ninguna gracia.

-Aquí en Monagas PDVSA, la Gobernación, la Alcaldía y los bancos Venezuela y Bicentenario publican cada vez 1/2 página, full color, en la prensa enemiga del pueblo. (¿Negocios o estamos financiando a la ultraderecha?)

-El PSUV, legítima base de apoyo al gobierno, sencillamente no existe.

Hay razones para estar preocupados

Reciba mis saludos

“Lo anterior es una muestra del sentimiento de la gente que conforma un gran sector de la población clamando justicia que de darse, lo único que demostraría seria la fortaleza de las instituciones y la existencia de un estado sólido y consolidado con un pueblo y un Fuerza Armada, capaces de hacer cumplir con su respaldo las decisiones que ya se hacen imperiosas, si queremos llegar a la democracia socialista que queremos construir.


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Saúl Molina Z.


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