Indudablemente Putin ha sabido manejar la historia de estos días. Su ejemplar actitud en el caso de Snowden sacudió al mundo. Hoy podemos agradecerle, como dice Fidel Castro, evitar una agresión del imperio contra Siria que hubiera puesto a la humanidad ante las puertas de la tercera guerra mundial.
Una propuesta sencilla y simple: Que Siria entregue las armas químicas, desarmó a Obama y al imperio horas antes de comenzar sus bombardeos humanitarios nuevamente y esta vez apuntando estratégicamente a Siria, con audacia diplomática Rusia se hizo respetar ante todo el planeta. Putin está al mando del mundo nuevo, de la paz, de la libertad y la justicia que necesito encontrar para mi amigo.
Yo pensé entonces que debía escribir esto, pedirle a Putin que intermedie para la liberación de un hombre que injustamente sufre cárcel nada más y nada menos que en la Venezuela que se proclama socialista ante ese mismo planeta, de forma absolutamente absurda, incomprensible e inaceptable.
Es que ya no se me ocurren más formas de reclamo sin rayar en la locura, UN ASALTO, UN SECUESTRO, QUE SE YO COÑO!!!
No podré descansar hasta que todas y todos los cantores y cantoras, luchadores y luchadoras, revolucionarios del mundo que sufrimos de esta gran vergüenza, sintamos que se hizo justicia con Julián Conrado y podamos disfrutarlo libre y cantando como merece el gorrión que es en su alma.
Putin está muy lejos, pero quien sabe, a lo mejor él si lee Aporrea o Kaosenlared, donde yo puedo escribir desde Venezuela, quien sabe, pero es que resulta que hay que intentar hasta en la locura cuando con desespero e indignación se exige algo tan elemental y simple como la libertad de un revolucionario que está preso en Venezuela.
Si acaso el embajador ruso o alguien en su embajada llega a leerme, que entienda que mi pedido es tan relevante y verdadero como fue el de Snowden tan mediáticamente publicitado.
No hay manera ya de esperar respuesta o explicación alguna de nuestro gobierno.
Pido a la humanidad entonces que se sume a esta causa que solo pide que a un hombre simple del pueblo, a un cantor de las luchas por la libertad, se le den sus derechos. Aquí, en Cuba, en Bolivia, en Argentina, en Uruguay o en Rusia, donde quiera que alguno de estos líderes de izquierda pueda entender el dolor de cada día en prisión que vive Julián, que sufrimos todas y todos los que estamos junto a él prisioneros.
Estoy buscando la puerta y no la encuentro.
¡La solidaridad de los luchadores no puede haberse muerto!
¡Libertad y asilo para Julián Conrado, Nicolás Maduro!!!!!