¿Y quién dijo que esa alianza con Uribe no perturbaría la paz de la república?

La “salida”, dejó al descubierto toda la maraña de alianzas que los agentes del imperialismo en territorio patrio, han tejido para deshacerse de la Revolución Bolivariana. Previo a las acciones de guerra abierta contra el gobierno bolivariano y su pueblo, reuniones continuas de connotados dirigentes opositores como Leopoldo López, Antonio Ledezma  y  Henrique Capriles Radonski, se realizaban con intensa difusión mediática, hasta uno de ellos, se atrevió  a amenazarnos con traer  a territorio de Bolívar y Chávez, la política de “seguridad democrática”  de  Álvaro Uribe Vélez, caracterizada por la violación masiva de los Derechos Humanos, expresada en los “falsos positivos”, la paramilitarización del DAS, intercepciones sin órdenes judiciales, el desplazamiento forzado de poblados y, el incremento considerable de personas desaparecidas, clasificadas  por la justicia colombiana como desapariciones  forzadas; según cifras aportadas por el Instituto de Medicina Legal, solo en 2008, se reportaron 3.241 desapariciones forzadas, cifra que, en 2009, aumentó a 7.065. Política que, el propio Presidente Santos, calificó como fracasada, habida cuenta, el incremento considerable de los delitos en las calles. Hacia mayo, cuando “la salida” estaba en declive, se hacían públicas fotos de María Corina Machado y Pablo Aure (Secretario de la UC) con Yamil Adel Breik León, jefe de una banda de atracadores y sicarios del sector valenciano de  la Isabelica, denunciaba entonces “El Ministro de Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, informó que poseen elementos de convicción que demuestran que se están reclutando a delincuentes “de alta peligrosidad” para que participen en las barricadas y güarimbas para desestabilizar” (Correo del Orinoco, 07-05-2014).

  Derrotada “la salida”, de nuevo apreciaríamos entonces esa asociación: delincuencia organizada-oposición apátrida, esta vez, en el componente “guerra económica”, a través del contrabando de alimentos, gasolina, medicinas  y demás bienes esenciales  para el pueblo venezolano, hacia Colombia, Aruba y Curazao. Esta vez, no aliada al hampa común, sino a un sector de éste, más especializado: el narcoparamilitarismo, el sello de Uribe quedaba al descubierto. Esta criminal  actuación de los agentes imperialistas contra el pueblo venezolano y la paz de la República Bolivariana, fue el producto de una de esas muchas reuniones entre el ex presidente colombiano y líderes oposicionistas, como denunció el abogado colombiano Aurelio Jiménez Callejas en la Fiscalía Seccional 174  de Bogotá, quien detalló que Capriles y Uribe, sostuvieron una reunión el 25 de noviembre de 2011, en el Hotel Dan Carlton de Bogotá, donde ambos diseñaron una estrategia electoral en contra el comandante Hugo Chávez, el cual, consistía en influenciar a los importadores  venezolanos para que no compraran productos a los empresarios colombianos, con el propósito de desabastecer los supermercados venezolanos; los hechos posteriores, nos dan cuenta de cuán cierta, es la denuncia del abogado colombiano, a los hechos debemos remitirnos. Tenemos  hoy, pues, a nuestra Fuerza Armada Bolivariana librando una batalla enérgica contra el llamado  contrabando de extracción, cuyo fin no es otro, sino desabastecer el mercado nacional y dejar a nuestra población sin alimentos, medicamentos, ni demás bienes esenciales para sustentar su calidad de vida; el pueblo, agradece esa nobel misión, tan comparable, con aquellas  misiones que emprendiera nuestro ejército libertador,  para librar nuestra Patria de las huestes del imperialismo español del sigo dieciocho. Nada casual  ver,  que  mientras  nuestro pueblo en armas, libra –dignamente- una batalla contra los enemigos de la Patria; en el vecino país, las huestes  de  contrabandistas  protestan  violentamente quemando vehículos y, aquí, en territorio de Bolívar y Chávez, sus aliados repliquen sus acciones, protestando a las puertas de universidades con güarimbas  y, en municipios en los que sus alcaldes forman parte de su banda.

  La violencia, forma parte de la estrategia electoral del imperialismo y sus agentes, con miras a las parlamentarias  de 2014, así debemos concebirla. No habrá paz posible para el pueblo y la nación venezolana, en lo que resta de tiempos hasta llegar a la fecha de esas elecciones. Ya incluso, los agentes del imperialismo, anuncian  sus objetivos  postelectorales de obtener una mayoría: reducir el mandato presidencial del camarada Nicolás Maduro, vía reforma parlamentaria; en otras palabras: el llamado golpe parlamentario, tipo Paraguay. Lo cual, desde ya, preanuncia, lo duro que será la nueva batalla por mantener la  independencia y la permanencia de  los beneficios y logros, grandes beneficios y logros, alcanzados por la Revolución Bolivariana, a favor del pueblo venezolano en lo político, cultural, vivienda, educación, salud, alimentación, militar, ciencia y tecnología. El imperialismo, no cesará en su empeño de desmontar la Revolución Bolivariana y doblegar al pueblo venezolano y su Fuerza Armada Bolivariana a sus dictámenes. Así lo reflejan, los videos del terrorista Lorent Gómez Saleh  y sus planes de crear desestabilización, mediante la colocación de explosivos C4  en discotecas y  licorerías de San Cristóbal, y, en cuanto a asesinatos selectivos, afirmaba Gómez Saleh: “Nosotros debemos darles a los cuadros, que son los que coordinan a los malandros, porque son fáciles de llegar, son boletas, son brutos y si tú le das a esos manes, los tipos pierden fuerza de calle y los colectivos se les desarticulan. Decir que nos vamos a bajar a Diosdado, a esos tales, eso es mojón de que estamos en la capacidad de hacerlo…llegar a ese nivel ahorita, no. Nosotros no necesitamos darle a esos manes porque eso es generar drama para ellos, pero en cambio si se les va a los que coordinan a los malandros ellos no pueden hacer tanta bulla y no pueden reemplazarlos así por así…limpieza social, compadre” (2do. Video de Lorent Gómez Saleh, hecho público por el ministro Rodríguez Torres el 17-09-2014:  http://albaciudad.org/wp/index.php/2014/09/video-presentan-segunda-conversacion-de-lorent-gomez-saleh-con-planes-para-colocar-explosivos-en-san-cristobal/).

  Esa asociación entre la derecha imperialista y la delincuencia organizada, no es nueva. En Colombia, ocurrió un hecho que los desnuda. El 11 de septiembre de 2005, apareció a pocos metros del Batallón La Popa en Valledupar, el cuerpo sin vida de Luciano Romero Molina, miembro activo del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Sistema Agroalimentario (SINALTRAINAL), además de Secretario General de Derechos Humanos  de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Quien en 2002, fue despedido de la empresa Cicolac, filial de Nestlé en Valledupar.  Presentaba, el cuerpo de Romero Molina, 51 puñaladas y signos de tortura. Esa unión, paramilitarismo y multinacionales, es muy común en Colombia; país en que, el ejercicio del sindicalismo, es objeto de altísimo riesgo. Romero Molina, fue objeto de múltiples amenazas por parte de la patronal, amenazas que se incrementaron producto de una huelga laboral en esa empresa multinacional. Este año, el Juzgado 56 penal, en su fallo del 31 de marzo de 2014, declaró ese crimen como de Lesa Humanidad, tras considerar que los principales motivos de los paramilitares  para asesinarlo era su activismo en la defensa de los Derechos Humanos. Romero Molina, había denunciado la presencia y el control que ejercían los paramilitares en la cesarence, asegura la Sentencia del Juzgado 56 penal, lo cual lo convirtió en “objetivo militar” a través de un panfleto dejado en el sindicato SINTRAMEDES. En Valledupar, entre 2001 y 2002, fueron asesinados de manera selectiva por la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) cerca de 12 dirigentes sindicales, entre los cuales estuvo Luciano Romero.

  Esa alianza, entre sectores de la oposición apátrida y Álvaro Uribe, implica de manera directa, una alianza directa con los mismos sectores que asesinaron a Luciano Romero Molina, como pudo verificarse tiempo después  del asesinato del  Fiscal Danilo Anderson, como lo señalara el Fiscal Isaías Rodríguez (I.R.) en entrevista para la revista Semana: “¿Qué tanta credibilidad le da al testimonio del ex jefe de informática del DAS Rafael García? I.R.: Una credibilidad importante porque coincide con la investigación que realizamos sobre el asesinato del fiscal Danilo Anderson, ocurrido hace año y medio. En cuanto a los autores materiales, quedó demostrado que había una relación externa que influyó en que cometieran ese delito. Fue financiado con dólares; algunos tenían una conexión que pasaba Colombia-Miami  y  Colombia-Aruba. Hay dos personas que forman parte de la autoría material que no han sido capturadas y ahora se encuentran en los EEUU: Johan Peña y Pedro Lander. Ambos hacían uso de esa conexión. Hay un hotel en Cúcuta donde se encontró información importante, y está claro que el explosivo (C4) con que produjo la muerte llegó desde Colombia. En Venezuela no había hechos significativos como el asesinato de un fiscal. Pareciera una idea importada. Usaron un artefacto explosivo que se denota a control remoto, y eso también es importado. Sin lugar a dudas, hubo una conexión internacional en el caso Anderson. SEMANA: ¿Un crimen importado desde Colombia? I.R.: No necesariamente. Puede ser desde Colombia o desde Miami. Manejamos información de que fue una acción planificada por distintos componentes de la oposición radical en Venezuela. Después del golpe de Estado de 2002, parte de esa oposición se ubicó en Miami y en Colombia. Pedro Carmona Estanga está asilado en Colombia…SEMANA: ¿En qué se basa para acusar a las autodefensas colombianas de participar en la planificación del asesinato del fiscal Anderson? I.R.: En que Jorge 40 participó directamente en esto. Él fue asesor del proceso conspirativo en la parte de magnicidios. Es quien advierte a los organizadores venezolanos que no pierdan tiempo en matar al Fiscal General y al Presidente porque los anillos de seguridad no son vulnerables. A través de los paramilitares se gestionó parte de los dólares y el explosivo que llega a Venezuela. Es posible que algunos subalternos de Jorge 40 también hayan participado…” (http://www.semana.com/nacion/articulo/jorge-40-participo-magnicidio-contra-fiscal-anderson-venezuela/79215-3). Aquellos hechos que conllevaron al asesinato del Fiscal Anderson, ocurrido el 18 de noviembre de 2004, parecieran repetirse con los asesinatos de los camaradas  Eliézer Otayza y más recientemente, Robert Serra y su compañera María Herrera. El crimen de Otayza, se perdió en la madeja burocrática de nuestros cuerpos policiales que terminaron adjudicándole al hampa común, la autoría de tan horrendo crimen. El asesinato de Robert y su compañera María, en su residencia de La Pastora, horrendo crimen causado con armas blancas punzo  penetrantes, como informara  el Ministro Rodríguez Torres, dejan la marca indeleble del paramilitarismo, por la brutalidad con que se cometió. El propio ministro, informó su certeza que se trata de unos asesinatos premeditados  y planificados con antelación, con lo cual, desecha la hipótesis del hampa común, el supuesto robo con que se limpió el asesinato del camarada Otayza. Estimamos,  y ese es el reclamo de todo un pueblo que llora a uno de los suyos, que este crimen no quede impune y sus autores no solo materiales sino intelectuales, sean objetos de la más severa sanción.

  Al pueblo venezolano, solo nos resta mandar un mensaje de confianza en la Justicia, esa misma que nos viene mandando mensajes de desconfianza en ella, liberando criminales de la talla del Monstruo de Llaguno. Asimismo, mandar el mensaje al imperialismo y sus agentes que, en la Patria de Bolívar y Chávez, no podrán lograr quebrar la voluntad inquebrantable del pueblo venezolano en ser libres e independientes. Que Venezuela no es Irak, pueblo al que después de invadido y ocupado militarmente, propiciaron los llamados “conflictos étnicos” o “guerra de todos contra todos” o “limpieza social” como la llama Lorent Gómez Saleh.

  El imperialismo, mediante la táctica del “divide y vencerás”, destruyó la unidad del pueblo iraquí, reforzando las diferencias étnico-religiosas, armando y fortaleciendo la rivalidad entre los líderes étnicos, religiosos y tribales, enzarzados en mutuas agresiones, destruyendo con ello, la unidad nacional del pueblo de Irak. Provocando  los odios, el imperialismo  destruyó matrimonios, comunidades  entrelazadas por años de amistades mutuas. Acompañado de eliminaciones físicas de académicos, escritores, profesores, intelectuales, científicos y profesionales, destruyendo todo aquello que se relacionara con la actividad pensante del pueblo de Irak, a fin de imponerles un gobierno étnico-religioso, bajo una ocupación colonial. Los escuadrones de la muerte o milicias como gusta llamarles a la mediática imperialista,  se emplearon a fondo en el sistemático asesinato de miles de  académicos  y  profesionales  sospechosos de la menor disidencia, del menor sentimiento nacionalista; se eliminó a todo aquel que tuviera la mínima capacidad para colaborar en la reconstrucción de la república del Irak  independiente. La creación de escuadrones  de la muerte o milicias, por parte del imperialismo de los EEUU en Irak, está suficientemente documentada: “En el otoño de 2003, Washington había decidido emprender una guerra sucia. Una ley de financiación de la guerra, propuesta por el Pentágono y aprobada por el Congreso en noviembre, incluía tres mil millones de dólares para las milicias iraquíes” (Eman A. Jamás, “EEUU respalda la fragmentación federal para hacer frente al colapso de la ocupación”, Iraq Solidaridad, 17-10-2006). Durante el verano  y el otoño de 2004, se crearon nuevas unidades irregulares, incluida la Brigada Hilla Iraquí de Armas y Tácticas Especiales, la Guardia Iraquí de la Libertad, la Brigada Amarah y los Comando Especiales de la Policía, conocidos como Brigada Lobo, entrenadas y financiadas por la Coalición imperialista ocupante que actuaban como escuadrones de la muerte, llevando a cabo asesinatos selectivos. Como era de esperar la violencia se multiplicó, los grupos étnicos y religiosos, así como los partidos políticos, crearon sus propias milicias para su autodefensa. La violencia imperialista colonialista, conllevó al armamento de la población para su autodefensa, con lo cual, el Irak de Sadam, pacifico e independiente se transformó en el Irak ocupado y colonizado, violento y en guerra civil permanente. La paz que caracterizó al régimen “dictatorial” de Sadam Hussein, al poco tiempo de su derrocamiento, pasó a ser el régimen de la violencia y el terror de la “democracia” occidentalizada iraquí.

  Venezuela no será Irak, este pueblo sabrá derrotar a quienes olvidando su compromiso con la tierra que les abrigó al nacer, hoy se alían al enemigo natural de nuestra Patria, el imperialismo de los EEUU. Nuestros sentimientos  y nuestros corazones  se nutren, aún más, del compromiso patrio que llevaban prendidos orgullosamente  camaradas como Otayza, como Robert  y su compañera María, por eso, nos fortalecemos con la canción de Alí: “Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos y a partir de este momento, es prohibido llorarlos…”

 

Caracas, 02-10-2014



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Henry Escalante


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