El asesinato del diputado bolivariano Robert Serra y de su esposa, es un crimen horrendo que tiene evidentemente un fondo político. Pensar que fue el hampa común implica desviar las investigaciones para fines contrarios a la propia revolución. Hoy se hace una urgente necesidad para el gobierno de Nicolás Maduro desentrañar este vil asesinato, identificar tanto a los autores materiales como a los intelectuales, y dar a conocer a qué planes siniestros responden estos criminales.
Ya tenemos este mismo año el asesinato del camarada Eliécer Otaiza, crimen cuyas investigaciones tampoco han dado con los responsables intelectuales del mismo. Es lógico pensar que las fuerzas imperiales que dominan el mundo se trazan planes desestabilizadores que pasan por la eliminación física de dirigentes políticos en países cuyos gobiernos como el nuestro mantienen posiciones antiimperialistas y socialistas. Detrás de estos asesinatos debe estar la mano larga del imperio yanki. El deber del gobierno es desentrañar esta conspiración y castigar a los culpables, por lo menos a los que se encuentren dentro del país.
Hay muchas variables que deben ser consideradas, y que algunos autores han expresado ya en artículos publicados en aporrea. Sólo haremos énfasis en una de ellas, en la eficacia de los cuerpos de inteligencia de la revolución bolivariana. Así como aparentemente se ocupan de espiar a la disidencia de izquierda dentro del mismo PSUV, pues ahora necesitan demostrar que tanto dinero gastado en inteligencia y contrainteligencia sirve para algo más que espiar los chismes políticos de los que se oponen a la burocracia.
La revolución está en peligro en la medida en que estos asesinatos pretenden generar el caos político, buscan provocar reacciones violentas en el bando bolivariano, con el fin de que se conforme una espiral de violencia que facilite otras acciones que pueden apuntar incluso al magnicidio. Hay que cortarle la cabeza a la culebra, y eso implica llegar hasta las últimas consecuencias en la investigación sobre el asesinato de Serra y su esposa.
Honor y gloria a Robert Serra y a Eliécer Otayza. Su memoria debe fortalecer la continuidad del proceso revolucionario bolivariano.
! HASTA LA VICTORIA SIEMPRE !
! PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS !
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